Estos campamentos “retiros” de fin de semana son la nueva vía de escape entre las mujeres. Su objetivo es parar y mirar con perspectiva la vida que llevamos (y con la que casi todas nos encontramos sobrepasadas) para cambiar hábitos, e implementar herramientas que “nos permitan ser”. No son específicamente de belleza, ni espirituales, ni de comida saludable, ni deportivos. Pero lo son todo a la vez.
Desde lo que se conoce como visión holística, se trabaja cuerpo, mente y espíritu en sesiones de 'mindfullness', alimentación consciente, terapias energéticas…Cada uno tiene sus particularidades, pero siempre se desarrollan en un entorno natural y están creados por mujeres. Además, los hay por y para mujeres desde el primer hasta el último detalle como el de Estefanía Ruilopez, fundadora de 'Mujeres que comen', un retiro para 21 mujeres muy interesantes de diferentes ámbitos celebrado en MasQi The Energy House. Al mismo acudieron mujeres como Marcela de la Peña, directora de comunicación de Just Eat, Anabel Vázquez socia de Laconicum o la presentadora y empresaria Cristina Lasvignes, dueña del grupo Azotea, entre otras.
“Nuestra cultura ha estado muy pendiente del tipo y la silueta, y ahora es cuando nos empezamos a preocupar de las emociones y la salud como parte de nuestra belleza y bienestar” manifiesta Sonia Ferre, fundadora de MasQi The Energy House, un espacio a lo Nine Perfect Strangers en plena naturaleza de la Sierra de Mariola (Valencia), donde las personas acuden de forma individual o en grupo en cualquier momento a participar de sus diferentes programas. “El 80 % de nuestras visitas son mujeres y vienen buscando ayuda para un cambio de hábitos de bienestar e incluso de decisiones profesionales o familiares. Nuestro objetivo es trabajar cualquier tipo de bloqueo para encontrar el origen y poder avanzar en cada una viva su mejor versión”, añade Sonia experta en nutrición macrobiótica y terapia alternativas.
La aristócrata Teresa Sartorius también ha encontrado en los retiros un cambio de vida y propósito. Dejó atrás su carrera en Nueva York con la nieta de Estée Lauder y ha creado su propio “Tranquilum” en Extremadura. A sus 26 años, la joven se encarga junto a sus socios (su entrenador y profesora de yoga) de los retiros saludables 'The Wellness Weekends'. “Una forma de sacar rentabilidad a la finca familiar y de conectar con la naturaleza donde la mesa es también muy importante” explica Teresa que ha estudiado en Le Cordon Bleu, y nutrición. Ella misma se encarga del 'showcoocking' y la charla de nutrición de este programa de fin de semana que acoge a 12 personas una vez al mes desde 2019.
Otra mujer enfocada en los retiros es Silvia Casas, Fundadora de Pirámide CO y mujer del cantante Manu Tenorio, además de embajadora de esta nueva herramienta de bienestar que busca que cada una de nosotras sea feliz. 'Reset Peace & Wellness 48h' es el nombre de sus retiros 'mindfulness' de fin de semana, que tienen su origen en Suecia y ella trae a España como embajadora.
“Durante estos dos días de retiro paro a observar, agradezco y me enfoco en mí, calmando las pulsaciones y conectando con mi propio yo. Por lo general siempre estoy enfocada en los demás y no me enfoco en mí, por lo que estos retiros para mí son muy necesarios”, explica Silvia. “La pandemia ha aumentado los niveles de estrés y de ansiedad hasta un 70% y es muy necesario calmarnos”. Entre las mujeres que participan en sus retiros, siempre bajo la batuta de profesionales y expertos destaca la empresaria Fiona Ferrer. Su próximo retiro será en mayo en la Caminera Golf de Torrelaguna, Ciudad Real.
En Mallorca los retiros tienen también nombre de mujer. Sintje Mortier es la creadora de los 'reseteos', en Ca’n Beneït. Un hotel boutique mediterráneo donde se reactiva el cuerpo y la mente a través del yoga para lograr hábitos. Sintje ve el yoga como una forma de mejorar la vida de cada uno, preparándose para superar mejor los obstáculos, no solo física, sino también mental y emocionalmente. En este sentido, adapta sus clases en Ca’n Beneït tanto a las experiencias de yoga previas de los huéspedes como a su estado físico. Dado que es un hotel íntimo y pequeño, las clases de yoga nunca están demasiado concurridas, lo que permite a Sintje dedicar suficiente tiempo para hablar con los huéspedes antes de cada clase, escuchándolos activamente.
Lo que más le gusta a Sintje de sus clases en Ca’n Beneït es que después de cada sesión siente que ha podido dar un regalo a los participantes, al notar la energía renovada en sus cuerpos. “No importa cuán sumergidos en sus propios pensamientos puedan estar al principio, al final están enfocados en el ejercicio de yoga y en vivir el momento”, confiesa.
Recuperar la paz parece posible y además muy apetecible con estas propuestas de mujeres emprendedoras del bienestar. Estamos acostumbrados a tratar el síntoma pero en estos espacios van más allá, aligerando mochilas desde el origen para poder hacer realmente un cambio mental.
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