Los peligros de las dietas extremas para perder peso

El verano ya ha llegado y con él las dietas extremas para perder peso en muy poco tiempo. Y es que el buen tiempo y las ganas de ir a la playa o a la piscina pueden hacer que aparezcan las inseguridades. Pero ¿somos realmente conscientes de lo mucho que pueden perjudicar a la salud dietas como la del pomelo o la que se basa solo en zumos, entre otras?

Las dietas milagro aumentan el riesgo cardiovascular

Adelgazar 1 kilo por semana puede ser toda una hazaña digna de celebración, pero la FEC no tiene tan claro que esto beneficie a la salud. Y es que como comentan desde la federación: "entre las dietas más populares actualmente, encontramos las pobres en proteínas, basadas en la pérdida de peso a expensas de la masa muscular y de las proteínas pudiendo tener consecuencias negativas sobre el corazón".

Asimismo, si a esta falta de proteína en los platos le incluimos pocos hidratos de carbono, esto puede "provocar deshidratación y elevar los niveles de colesterol, factores de riesgo cardiovascular", tal y como detallan desde la FEC. Por lo tanto, estas dietas son bastante dañinas. 

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Pueden ocasionar alteraciones metabólicas, endocrinas o inmunológicas

Otro de los peligros de las dietas extremas que no se suelen tener en cuenta es lo que comenta Santiago Barragán, dietista y nutricionista de la Clínica Quirónsalud de Almendralejo: "consumir dietas muy bajas en calorías genera problemas de salud a largo plazo relacionados con una baja disponibilidad energética y deficiencias nutricionales, como alteraciones metabólicas, endocrinas o inmunológicas".

Y es que, a veces, nos olvidamos de que buscar una pérdida de peso no debe implicar retirar de la dieta alimentos que son fundamentales para poder estar sanos. Y es que si no le ofrecemos al cuerpo lo que le hace falta para sobrevivir, al final, estaremos favoreciendo la aparición de patologías, como las cardiovasculares ya mencionadas.

Provocan cambios en el metabolismo importantes

Los cambios en el metabolismo también son otra de las consecuencias que traen consigo las dietas restrictivas. Y es que todas las mujeres que se han sometido a dietas restrictivas conocen el tan temido "efecto rebote", que no es más que una situación en la que el organismo se prepara por si vuelve a haber un periodo en el que sus necesidades nutricionales no se encuentran cubiertas. Por eso, almacena toda la grasa posible.

Por esta razón, el doctor Daniel Cabo Navarro, especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud Málaga, explica que "cuando se vuelve a una alimentación normal, la masa grasa continúa en su sitio, además de aparecer en mayor cantidad por los cambios en el metabolismo y de volver a producirse la masa muscular, ganando ese peso perdido". La pregunta obligada es, ¿ha merecido la pena?

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Las dietas extremas son insostenibles a largo plazo y esto es nocivo, además de que las consecuencias pueden ser graves. Por lo tanto, lo mejor es comer de todo, priorizando frutas, verduras, carnes, pescados y dejando para momentos muy puntuales los alimentos ultraprocesados. Asimismo, reducir el tamaño de las raciones puede ayudar en la pérdida de peso y, como no podría ser de otra forma, hacer ejercicio físico. Esta sí es una "dieta" factible para el largo plazo y exenta de riesgos.

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