La marca Lamborghini como la conocemos hoy, era hasta hace no mucho bastante inferior en cifras y en volumen, alejada de los grandes números que manejan en la actualidad, con el Urus siendo un éxito en ventas o el Huracan exprimiendo al máximo todas sus cualidades para llegar a un público verdaderamente extenso. Pero para comprender el momento en el que están ahora, hay que remontarse dos décadas atrás, cuando en 2003 se presentaba en el Salón del Automóvil de Ginebra la piedra fundamental sobre la que se construyeron estos cimientos: el Gallardo.
El Gallardo se convirtió en el primer vehículo de producción de Lamborghini en montar un motor V10, y desde el principio logró ser un increíble éxito comercial, alcanzando un récord de ventas tras otro para la firma italiana. Ahora, con motivo de su vigésimo aniversario, Automobili Lamborghini repasa su historia y rinde homenaje a uno de sus modelos más importantes.
El fundador de la firma del toro, Ferruccio Lamborghini, ya había intuido que existía un mercado para un Lamborghini más pequeño y, sobre todo, con un precio y unos costes de funcionamiento más bajos. Es por ello que a principios de la década de 1970 impulsó el desarrollo de lo que se convertiría en el Urraco. Unos años más tarde, en 1987, Lamborghini inició el desarrollo del proyecto L140, proyecto con el que se buscaba crear un Lamborghini más compacto. A lo largo de los años se desarrollaron varios prototipos y se exploraron diversas soluciones técnicas, incluida la de montar un motor V8 en primera instancia, algo que cambió después por un V10. En 1998, y tras muchos años de trabajo y profunda reflexión, se decidió volver a empezar desde cero, tomando como base únicamente el concepto, las dimensiones generales y la idea de un motor de diez cilindros, algo que nunca antes había sido instalado en un Lamborghini de calle.
Ante la magnitud del proyecto y de lo que iba a significar para la marca, el flamante motor fue fruto del trabajo del ingeniero Massimo Ceccarini y de Maurizio Reggiani, entonces responsable del desarrollo y diseño de motores en la Oficina Técnica. Reggiani recuerda que ‘’el L140 tenía un motor V10 con la caja de cambios integrada en la zona del cárter de aceite, diseñado por Lamborghini, y cuya fabricación no resultaba práctica para el tipo de coche al que estaba destinado. Cuando iniciamos el proyecto de nuevo desde cero, bautizado con el nombre en clave de ‘baby Diablo’, se optó por un V8 y se decidió buscar un posible motor en los que ya existían en el mercado, incluido el ocho cilindros de Audi. Con la posterior adquisición de Lamborghini por parte de Audi, se decidió fabrican un coche completamente nuevo con un chasis tubular de aluminio y un motor de 10 cilindros diseñado por Lamborghini, así como una transmisión completamente nueva’’. Así es como se pasó de estar perdidos, a coger el toro por los cuernos (nunca mejor dicho) y encarrilar una idea que terminó por ser un absoluto éxito.
El motor instalado en el primer Gallardo era un diez cilindros de 5 litros que entregaba 500 CV de potencia y en el que se favoreció un ángulo de 90 grados en la ‘V’ para limitar la altura del motor, obteniendo así ventajas en la disposición del vehículo, es decir, un capó más bajo y mejor visibilidad trasera. Así, el primer V10 era un motor de última generación con lubricación por cárter seco, doble árbol de levas en cabeza para cada bancada de cilindros y distribución por cadena. La caja de cambios de seis velocidades también era de última generación, además de que se desarrolló a su vez un sistema secuencial robotizado.
Por su parte, el chasis estructural fabricado totalmente en aluminio se basaba en piezas extruidas soldadas a elementos de conexión de fundición. Sobre este chasis, las piezas externas de la carrocería se montaban con distintos sistemas; desde remaches a tornillos o soldadura.
En cuanto a su diseño, este proyecto se inció en el año 2000 a partir de una propuesta inicial de ‘Italdesign-Giugiaro’, posteriormente optimizada y concluida por el recién creado Lamborghini Centro Stile. Las dimensiones del Gallardo hacían de él un modelo atlético, con una distancia entre ejes y unos voladizos reducidos, elementos que daban al Gallardo un aspecto más dinámico. Asimismo, una parte clave del icónico diseño del Gallardo, que también estaba en el todopoderoso Murcielago presentado en 2001, era la fuerte influencia aeronáutica, con el parabrisas en un ángulo muy pronunciado con pilares tensados, o en el complejo tratamiento de las superficies planas atravesadas por marcas distintivas. Sin embargo, lo que realmente hizo destacar al Gallardo cuando salió al mercado fueron sus prestaciones combinadas con una facilidad de uso, una fiabilidad y una practicidad cotidiana que hicieron de él un coche hasta para uso diario.
Mejorando cada año durante una década
De aquí en adelante se empezaron a suceder distintas ediciones o versiones del modelo, cada una de ellas con más potencia y desarrollo técnico. En 2005, dos años después del lanzamiento de la versión coupé (2003), Lamborghini presentó el Gallardo Spyder, que no sólo era una versión descapotable del coupé, sino que era un modelo totalmente nuevo con un flamante sistema de apertura y cierre de la capota, que afectaba también al capó del motor del vehículo. Su motor de 10 cilindros entregaba, además, 520 CV ahora, y la caja de cambios de seis velocidades tenía ahora una relación de marchas más corta. Estas nuevas características se introdujeron en la versión coupé a partir de modelo de año 2006.
En 2007 llegó el Gallardo Superleggera, un nuevo modelo que, gracias al aumento de potencia en 10 CV y a la reducción de peso en 100 kilos, era aún más dinámico. Además, el Superleggera contaba con muchas piezas en fibra de carbono específicas para lograr una importante reducción de peso, como el alerón trasero fijo, un icónico extra opcional para esta versión junto con los frenos carbonocerámicos.
En el Salón del Automóvil de Ginebra de marzo de 2008 se presentó el LP 560-4, la versión renovada del Gallardo; 20 kilos más ligero, con un motor V10 de 560 CV y tracción total. Ese mismo año, pero en el Salón de Los Ángeles, se presentaba su variante descapotable LP 560-4 Spyder.
El año siguiente, en 2009, con 9.000 unidades producidas, Lamborghini se sacó de la manga el Gallardo LP 550-2 Valentino Balboni, del que sólo se fabricaron 250 unidades y que se caracterizaba por una solución técnica nunca antes vista en este modelo: 550 CV y tracción trasera. Ante las numerosas peticiones de los clientes, el Gallardo LP 550-2 pasó a producción en 2010, con su variante Spyder haciendo lo propio en 2011. En ambas versiones los ingenieros adoptaron la tracción trasera y revisaron todos los componentes de la dinámica de conducción, incluidos muelles, amortiguadores, barras estabilizadoras, diferencial trasero y neumáticos. Los ajustes también afectaron a la aerodinámica.
En 2010 también se presentó en Ginebra el Gallardo LP 570-4 Superleggera; más dinámico, más ligero, más potente y aún más atractivo. El peso de este se redujo en 70 kilos en comparación con el Superleggera anterior, y su motor rendía ahora 570 CV. Los cambios en el exterior se realizaron exclusivamente para mejorar la aerodinámica, aumentando el caudal de aire que llegaba a los radiadores y mejorando consigo la carga aerodinámica del eje delantero. También contaba en la trasera con un nuevo difusor de fibra de carbono, así como un nuevo alerón trasero fijo. Ese mismo año se presentaron otros dos coches con el mismo motor: el LP 570-4 Spyder Performante, aún más ligero, y el LP 570-4 Blancpain Edicion, con un diseño exclusivo inspirado en el Blancpain Super Trofeo.
Ya en 2012, Lamborghini presentó dos versiones del modelo actualizado en el Salón del Automóvil de París. Estas variantes eran aún más atrevidas y extremas: los nuevos Gallardo LP 560-4 y LP 570-4 Edizione Tecnica. Un año después, en 2013, se anunció el desarrollo de un nuevo programa GT3, basado en el Gallardo MY13. Ese mismo año, la firma presentaría el Gallardo LP 570-4 Squadra Corse en el Salón de Frankfurt, un nuevo modelo de serie limitada, y el más extremo de la gama Gallardo; inspirado en el Gallardo Super Trofeo, el coche que competía en la división Super Trofeo de carreras.
El 25 de noviembre de 2013, y tras diez años de producción, éxitos y ediciones especiales, el último Lamborghini Gallardo salió de la línea de producción de la histórica planta de Sant’Agata Bolognese. La unidad final ensamblada fue un Gallardo LP 570-4 Spyder Performante en color Rosso Mars. Un precursor este Gallardo de la nueva era Lamborghini, con modelos como el Huracan bebiendo directamente de lo aprendido con él y sirviendo a la firma para conseguir hacerse un hueco en el mercado que ha sabido mantener y aumentar a lo largo de los años.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios