Aproximadamente caen unos 1,3 millones de rayos en toda España a lo largo de todo un año, aunque la realidad es que son ínfimos los casos en los que uno de estos fenómenos meteorológicos impacta contra un coche, menos aún si ese vehículo está circulando por la carretera. Este tipo de descargas eléctricas suelen caer en zonas elevadas y aisladas, o incluso en las playas, pero los automóviles no suelen ser un foco de especial peligro.
Aunque las probabilidades de que un rayo impacte contra un coche son escasas, no son nulas, como se puede comprobar en las redes sociales. Por ello es muy importante conocer cómo se debe actuar si una de estas descargas impacta contra un vehículo en movimiento. Es primordial conocer estas indicaciones por si en un supuesto caso se debe actuar.
¿Qué hacer si cae un rayo en el coche?
Lo más importante en esta situación es permanecer en todo momento en el interior del vehículo, ya que se corre mucho más peligro fuera de él que en el habitáculo. Además de eso, solo se deben seguir dos recomendaciones para estar completamente seguros: la primera de ellas es cerrar todas las ventanillas, ya que así el coche queda hermetizado y no pasará la electricidad adentro.
La segunda es evitar tocar los componentes metálicos del automóvil, ya que aunque la descarga recorra la superficie exterior, el contacto con uno de estos elementos, como puede ser el manillar de la puerta, puede hacer que la carga electromagnética se traspase. Si se cumplen estas dos condiciones, no hay nada que temer.
¿Qué pasa si cae un rayo en el coche?
Al contrario de lo que mucha gente piensa, los coches es uno de los lugares donde más segura puede estar una persona si impacta un rayo, incluso si este alcanza directamente al vehículo. La mayoría cree que, al ser la carrocería de metal, un material conductor, la descarga de electricidad será brutal y matará al instante a quien se encuentre dentro, pero la realidad es justo la contraria.
Si un rayo cae en un coche se producirá un efecto conocido como jaula de Faranday, nombrado en honor a Michael Faraday, inventor del primer motor eléctrico. La descarga eléctrica se repartirá por la superficie metálica del coche y se dirigirá hacia el suelo. El coche solo está en contacto con el terreno a través de las ruedas, por lo que los pasajeros estarán completamente a salvo.
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