“Me encanta el Fiat 500 y llevo 40 años soñando con conducir uno eléctrico”. Con estas palabras, y muchas otras reflexiones interesantes se presentó ante la prensa, ayer en Madrid, la nueva embajadora de Fiat, la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada.
El destino estaba marcado, y aunque la modista madrileña ya había hecho una colaboración puntual hace diez años con ocasión del Lif Week de Lima, en Perú, decorando precisamente un Fiat 500, ahora tiene “carta abierta” para diversas acciones con la firma italiana.
Y es que Fiat y Ágatha Ruiz de la Prada comparten valores y una particular forma de ver las cosas, que luego proyectan en sus creaciones. Ahí está la icónica imagen del Fiat 500 desde sus inicios en 1957, que además se ha sabido reinventar de manera exquisita, y las colecciones de una larga y prolífica trayectoria en el mundo de la moda de Ruiz de la Prada, un referente internacional del diseño que juega magistralmente con los colores y las formas. “Fiat es la maravilla del diseño italiano”, declaró Ágatha para dejar clara su admiración por la marca.
Otro punto compartido es la visión ecológica y sostenible del mundo, algo que la diseñadora viene reivindicando desde los inicios de su carrera y que, reconoce, la industria automovilística ha mejorado de una manera más clara y eficaz que su sector. Ello a pesar del entorno y las lentas políticas gubernamentales en el caso del automóvil, que no ayudan a extender el uso del coche eléctrico por la falta de infraestructura.
Ágatha, que acaba de presentar su libro autobiográfico “Ágatha Ruiz de la Prada: Mi historia” (ya en la cuarta edición), se moverá ahora en un Fiat 500 eléctrico, pero como cualquier otro ciudadano se está encontrando ciertas trabas técnicas y administrativas para instalar un punto de carga y encontrarlos en vía pública que la llevan a concluir que “estamos en un momento kafkiano para la electromovilidad”.
El Fiat 500 fue un modelo que democratizó el uso del automóvil, y hoy, manteniendo su estilo clásico y desenfadado, es el más vendido de su segmento. Cuenta con una variante eléctrica equipada con motores de 70 u 87 kW (95 o 118 caballos) que alcanzan los 320 kilómetros de autonomía media, totalmente conectada y con ayudas tecnológicas para una conducción autónoma de nivel 2. Un coche que ha enamorado a Ágatha Ruiz de la Prada, quien considera que “democratización es ecología y buen gusto”, justo lo que representa el 500 en Fiat.
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