Valiosos edificios históricos como iglesias y castillos caracterizan el territorio de Anghiari, donde se combina el arte, la artesanía y la buena comida. A ello se suman dos espacios naturales protegidos, el Parque Natural de los Monti Rognosi y el de la Golena del Tevere.
Andrea Zanchi PhotographyBarga está inmerso en un paisaje de belleza verde y rústica. Aquí destaca la Porta Reale, el conservatorio de Santa Elisabetta, la Catedral de San Cristoforo, el Palacio Pretorio y el Castillo de Barga.
StevanZZ / iStockLas robustas murallas del siglo XIV dotan al pueblo de un aura mágica. La villa está atravesada por la vía Soccini, llena de palacios como el Palazzo Podestarile, el Palazzo Comunale o el Palazzo Taja. También merece la pena visitar la iglesia de Santissimi Pietro e Paolo y el Museo de Arte Sacro de Val d'Arbia.
Fani KurtiSituado en una colina con vistas al mar, se alza el precioso pueblo de Campiglia Marittima. Aquí nos perderemos entre calles y pasadizos empedrados, tiendas de artesanías, museos y tabernas tradicionales.
Paolo Querci / iStockEl pueblo de Capalbio se encuentra sobre una colina cubierta de matorral. La villa conserva su antiguo entramado medieval con monumenos como la Porta Senese, con sus puertas originales del siglo XV; la Fortaleza de los Aldobrandeschi, y la Iglesia San Nicola.
Orietta Gaspari / iStockTodo el pueblo de Castiglione forma parte del espléndido recinto fortificado medieval que ha permanecido prácticamente intacto a lo largo de los siglos. Destaca su Fuerte y los torreones, así como las iglesias de San Pietro y San Michele.
Freeartist / iStockCetona conserva la estructura característica de los pueblos medievales. Cetona recibe al visitante con su majestuosa Plaza Garibaldi, rodeada por las iglesias Santissima Annunziata y San Michele Arcangelo y por los Palacios Terrosiy Vitelli.
DaLiu / iStockCoreglia Antelminelli se sitúa en el Valle del Serchio Medio, con una maravillosa panorámica de los Apeninos detrás. Vale la pena visitar la Iglesia San Martino, el Museo de las Estatuas de Yeso y de la Emigración, la Fortaleza y la Iglesia Castellana San Michele.
StevanZZ / iStockConstruido alrededor del año 1100, este pueblo conserva intacta su arquitectura medieval, tal y como evidencia su puente y su antiguo molino de agua, el más antiguo de la Toscana.
ermess / iStockMontefioralle se abre paso con sus callejuelas de piedra flanqueadas por pequeñas casas tradicionales. El pueblo es toda una joya escondida rodeada de espectaculares paisajes verdes.
RayTango / iStockEste pueblo es un verdadero remando de paz y tranquilidad en la cima de una colina. Destacan sus casas embellecidas con logias y arcos y flores en las ventanas, además de la plaza principal y el edificio del Palazzo.
Christian Peters / iStockEste pequeño pueblo toscano parece haberse detenido en el tiempo. Cuenta con imponentes muros de hasta 15 metros de altura y una torre de vigilancia, la Garita. Otros imprescindibles son la Plaza Matteotti y palacios como Marchionneschi, Ridolfi y Guerrini.
Roberto Nencini / iStockPitigliano se encuentra en un promontorio a 313 metros sobre el nivel del mar, bordeado por verdes valles. Aquí los visitantes podrán pasear por el antiguo barrio judío, visitar el Museo de la Cultura Judía y descubrir los museos del Palacio Orsini.
Wojciech Wyszkowski / iStockEl pueblo de Poppi está dominado por la figura de su castillo, muy bien conservado a lo largo de los siglos. En su interior, podremos visitar si patio, su majestuosa biblioteca y la capilla.
Flavio Vallenari / iStockPorto Ercole es un precioso pueblo costero a orillas del Mar Tirreno. Destaca el Forte Filippo, la Piazza Santa Barbara, la Iglesia de San Erasmo y la Fortaleza Stella.
StevanZZ / iStockSan Casciano dei Bagni ha sido siempre un popular pueblo termal debido a la presencia de numerosas fuentes de aguas sulfurosas por todo su territorio. También vale la pena visitar la Insigne Colegiata de San Leonardo, la Iglesia San Antonio, la Iglesia de Santa Maria Colonna, el Palacio del Arcipreste y el Palacio Municipal.
Fani Kurti / iStockEncaramado en un acantilado, se alza el pueblo Santa Fiora. Entre sus imprescindibles están el Palacio del Conde, la Iglesia del Suffragio, la Parroquia Santas Flora y Lucilla, la Iglesia Sant'Agostino, la Iglesia Virgen de la Nieve y la Galería de los Manantiales del Río Fiora.
StevanZZ / iStockSovana se ha convertido en un popular destino gracias a su rico patrimonio, donde destaca el Fuerte Aldobrandesca, la Catedral San Pietro y la necrópolis.
ermess / iStockSuvereto se eleva entre las colinas y el mar, inmerso en la naturaleza de Val de Cornia. Por sus calles nos iremos topando con murallas medievales, casas de piedra y edificios e iglesias históricas como el Fuerte de los Aldobrandeschi o la Iglesia románica San Giusto.
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