Tras un intento frustrado de adaptar El señor de los anillos, Boorman se pone simbolista, con Nicol Williamson y Helen Mirren como unos inolvidables Merlín y Morgana.
La versión más glamourosa del mito, toda ella Technicolor y Cinemascope, con Ava Gardner, Mel Ferrer y Robert Taylor formando el triángulo.
Inesperadamente sangriento (y más pesimista que nunca), Bresson propina una acerba colleja a los buscadores del Grial: “Dios no es un trofeo que puedas traer a tu casa”.
El mejor chiste de esta película: los historiadores la adoran por su rigor al abordar la leyenda. Estos Monty Python, cuando se ponen…
Basado en la saga El rey que fue y será, de Terence H. White, esta socarrona visión artúrica fue el último filme Disney rodado en vida de ‘tío Walt’.
Harto de zombies, Romero convierte a Ed Harris en un Arturo sobre dos ruedas. El filme más infravalorado del maestro putrefacto.
Adulterio, idealismo, kitsch involuntario y las canciones de Lerner y Loewe: no es extraño que John F. Kennedy se pirrara por una de las últimas superproducciones musicales.
¿Otro musical artúrico? Pues sí, pero ojo: aquí, quien lleva la voz cantante es Bing Crosby, en una adaptación (infiel) de la novela de Mark Twain.
Uno de los coautores de Aterriza como puedas se va a Camelot con Richard Gere, Sean Connery y Julia Ormond. El filme prescinde de la magia… en cualquiera de sus formas.
La visión pagana, hippie y feminista de las novelas de Marion Zimmer Bradley tuvo una interesante adaptación televisiva. Lo mejor: esa Anjelica Houston tan bruja y tan vaporosa.
¿Caudillo bárbaro, desertor romano, o ambas cosas? Clive Owen y la guerrera Keira Knightley le ponen rostro a las especulaciones sobre el origen (pseudo)histórico de la leyenda.
El autor de los Cuentos morales nos muestra su lado soñador con esta adaptación (¡en verso!) de los poemas de Chrétien de Troyes, suntuosamente iluminada por Néstor Almendros.
Esta no es la primera versión adolescente del mito artúrico, pero sí la más reciente, y también la más popular. En VO, John Hurt le prestó su voz nada menos que a un dragón.