Aunque Marilyn Monroe ya tenía en su haber siete largometrajes (podríamos destacar 'Amor en conserva', la última película de los hermanos Marx) lo que la situó en el centro de todas las miradas fue su aparición como Angela Phinlay en este excelente noir de John Huston, adaptación de la novela de W.R. Burnett que fue punto de partida también de 'La ciudad desnuda', de Jules Dassin.
Monroe solo necesitaría de tres secuencias (en especial su primera aparición, acurrucada en un sofá) para convertirse en el centro del relato, incluso fuera de campo, y desde ahí reinar como la estrella femenina más importante de Hollywood a lo largo de toda la década de los 50.
Alquiler en Amazon Prime Video, Apple TV, Google Play.
Si Angela Phinlay era una femme fatale a su pesar, la Rose Loomis de la cinta de Henry Hathaway es la femme fatale por antonomasia. Su secuencia de presentación, desnuda bajo las sábanas de una cama e iluminada bajo la luz de la luna, la convirtió indefectiblemente en el objeto de deseo de toda una generación.
La interpretación magnética de Marilyn Monroe (inolvidable también la escena del vestido rosa en el picnic del resort donde se desarrolla la acción) acaba eclipsando al resto de un reparto totalmente desafortunado en una cinta que respira sexualidad reprimida por todos sus poros. Por desgracia, el filme fracasa por un exceso de giros de guion imposibles, su indefinición entre el thriller y el melodrama, la tosca y torpe puesta en escena de Hathaway y unas tramas y subtramas que se pisotean constantemente, volviéndose aún más endeble cuando el personaje de Marilyn desaparece.
Alquiler en Amazon Prime Video, Apple TV.
Aunque esta icónica cinta de Howard Hawks, adaptación del musical de Broadway de Anita Loos y Joseph Fields (y adaptación homónima de la novela de la primera), no llegue a cuajar ni como musical ni como comedia de enredos, es cierto que la presencia de Marilyn (replicando y a la vez perfeccionando su rol de chica buena de 'La jungla de asfalto') y la rotundidad física y actoral de su compañera de reparto, Jane Russell, alivian la irregularidad del relato.
Pero sobre todo la película se merece un lugar de honor en la historia del cine por una de las escenas cumbre de la filmografía de Monroe, el número musical 'Diamond’s Are a Girl’s Best Friend', que acabaría influyendo décadas después, tanto a Madonna en su videoclip de 'Material Girl' como posteriormente en la presentación de Satin, la cortesana interpretada por Nicole Kidman en 'Moulin Rouge', de Baz Luhrmann. Incluso aunque el mensaje (tanto de la canción, como de la película) haga arquear la ceja y saltar todas las alarmas en la actualidad.
Alquiler en Amazon Prime Video, Apple TV, Google Play.
De temática idéntica a 'Los caballeros...', la película de Negulesco soluciona los problemas que arrastraba la de Hawks, tanto en su representación del género femenino como sobre todo el concepto de matrimonio y las relaciones sentimentales como mera transacción financiera.
Si la cinta de Hawks entregaba un final feliz absolutamente amoral (al menos desde nuestra perspectiva contemporánea), la de Negulesco llega a un clímax moral con una comedia de situación brillante, abandonando el elemento musical y arriesgándolo todo con su excelente trío protagonista y arribista: Lauren Bacall, Betty Grable y una Marilyn Monroe que mejora su vis cómica (esa Pola Debevoise y sus miopes artes de seducción). Además, la película contiene de nuevo otra de esas secuencias emblemáticas de la filmografía de Monroe: el pase de modelos donde Marilyn se enfunda en su icónico traje de baño rojo.
No disponible actualmente en streaming.
Además de contener la secuencia más icónica de toda su filmografía (el levantamiento de vestido por la ventilación del metro de Nueva York), le costó el divorcio y una paliza de Joe DiMaggio, según Joyce Carol Oates en su novela 'Blonde'. Pero 'La tentación vive arriba' es mucho más que esta inolvidable escena. Una excelente comedia negra de Billy Wilder y su característico, patético y tragicómico protagonista masculino (Tom Ewell) que es tentado por una deslumbrante vecina bajo la forma de la Marilyn más divertida y resplandeciente.
Wilder, además de hacer un uso tan interesante como inteligente del formato cinemascope, adelanta la futura comedia de los ZAZ y su juego posmoderno y metarreferencial hacia obras contemporáneas (la parodia a 'De aquí a la eternidad', la aparición de 'La mujer y el monstruo') y el icono de la propia Marilyn Monroe, tanto en lo profesional (el guiño en la ficción a la Marilyn del mundo real) como en lo personal (la famosa fotografía de Marilyn desnuda que apareció sin su consentimiento cuando se convirtió en estrella, convirtiéndose en elemento argumental de la propia ficción).
Alquiler en Amazon Prime Video y Google Play.
Un cambio de registro para Marilyn Monroe, no tan radical como aparentaba, sino más bien cosmético. A partir de un relato que la traslada a la americana más rural, la actriz interpreta a Cherie, una versión pasada y menos explícita de la Nomi Malone de 'Showgirls', de Paul Verhoeven, prometida a su pesar con un insoportable jinete de rodeos (interpretado por Don Murray), cercano a los limitados y patéticos protagonistas del cine de los hermanos Farrelly.
Un trabajo que oscila entre el drama y la comedia, pero que Joshua Logan no sabe medir en ese difícil equilibrio entre la aparente ligereza de la propuesta y la sordidez y la desesperanza que anidan en su interior. A destacar, el inteligente uso del Technicolor y de los colores primarios, en especial en el Blue Dragon, para magnificar la evolución del estado emocional de los clientes del local por la presencia magnética de Marilyn. Una rara avis que además le entrega a la filmografía de la actriz otro momento emblemático: su número musical en el Blue Dragon.
No disponible actualmente en streaming.
Un vodevil entre las obras de Arturo Fernández y las comedias de los hermanos Marx pero que llega 20 años tarde y sin la mala baba y la inteligencia de los mencionados hermanos. Un trabajo asfixiado por sus escenografía interior y el ego paralizado de un Laurence Olivier provocado por los métodos interpretativos de una Marilyn recién salida del Actor’s Studio que pretende (sin conseguirlo) burlarse de las decimonónicas convenciones aristocráticas pero cuya puesta en escena y producción acaban indicando todo lo contrario, entregando una película totalmente anticuada y casposa.
Para la carrera y la vida personal de Marilyn destaca por ser la primera película que hizo con Warner tras rescindir su contrato con Fox (a donde volvería inmediatamente después con 'Con faldas y a lo loco') y por los ecos perversos de su futura relación con JFK, aquí casi pronosticada en su romance en la ficción con el príncipe interpretado por Olivier.
En Filmin.
Mucho antes de que se acuñara el término de modernidad y posmodernidad, Billy Wilder los pondría en práctica sin definirlos. 'Con faldas y a lo loco' es un híbrido meta y autoconsciente que arranca como una reinterpretación del cine de gangsters de Warner de los 30 y 40 (en especial la 'Scarface' de Howard Hawks) para convertirse en una comedia de enredos con ecos del absurdo de los hermanos Marx.
La Sugar Cane interpretada por Marilyn Monroe demuestra que nunca estuvo en mejores manos que en las de Billy Wilder, otorgándole otro puñado de secuencias inmortales a la filmografía de la actriz: su primera aparición en el andén de la estación ferroviaria (en concreto su “respingo” al ser “atacada” por el vapor del tren); su número musical 'Running Wild' en el vagón de tren, acompañada por su ukelele; el 'I’m Through With Love'; y, sobre todo, la secuencia de Marilyn con mayúsculas: el número musical 'I Wanna Be Loved By You'.
Una de las comedias fundamentales de la historia del cine, obra emblemática del Hollywood clásico y que extracinematográficamente también es legendaria por los continuos retrasos de Marilyn en el set de rodaje, provocando la enemistad de Jack Lemmon y, sobre todo, Tony Curtis, su partenaire amoroso en la ficción que acuñaría la frase "preferiría besar a Hitler".
En Filmin y Movistar Plus+.
Titulada originalmente 'Let’s Make Love', 'El multimillonario' podría considerarse una de las joyas olvidadas y semidesconocidas de la filmografía de Marilyn Monroe. Coprotagonizada por la estrella francesa Yves Montand -con la que Marilyn se rumoreaba que tuvo un affaire durante el rodaje- la cinta de George Cukor se adelantaba casi una década a la incorporación de la contracultura y el teatro alternativo del Off-Broadway. Un musical más cercano a las futuras obras de Bob Fosse que a las propuestas del género en los 50.
Cukor también deconstruía y criticaba el concepto de éxito y poder en el cine de los 50 en general y la filmografía de Marilyn en particular, con la representación de este multimillonario y su redención precursora de las cintas surgidas con posterioridad al boom del capitalismo neoliberal de los 80 como 'Un buen año', de Ridley Scott, o 'A propósito de Henry', de Mike Nichols.
Para la vida y obra de Marilyn, destaca la secuencia musical cantando 'My Heart Belongs to Daddy' y la mencionada relación con Yves Montand, que acrecentó los rumores de crisis matrimonial entre ella y Arthur Miller.
Actualmente no disponible en streaming.
Casualidades de la vida, la última película de Marilyn Monroe estrenada en salas la volvió a reunir con el director que la había situado a principios de la década anterior en el punto de mira de la industria y el público, John Huston. Una cinta absolutamente crepuscular, parte road movie y parte antiwestern, junto a los malogrados Clark Gable y Montgomery Clift.
Para redondear las constantes coincidencias entre realidad y ficción, el libreto de 'Vidas rebeldes' fue obra del que era su marido por aquel entonces, el dramaturgo Arthur Miller. Dio lugar al que posiblemente sea su trabajo menos icónico, pero posiblemente su personaje más profundo y la mejor y más compleja interpretación de toda su carrera.
Un personaje, Roslyn Taber, que permitió a la actriz representar las múltiples caras de su personalidad (al menos las vistas desde la perspectiva masculina de Miller): de la más superficial, la seductora inocente y naíf, hasta las capas más profundas de su psique, concretamente la oscuridad melancólica y crepuscular que acompañó a la verdadera Norma Jean a lo largo de su corta y truncada vida. Una tristeza y misterio que surgían de los demonios y problemas de una atormentada Marilyn en el ocaso de su vida.
Cinematográficamente, la cinta de Huston tiene el valor de adelantarse a la confrontación del viejo y el incipiente nuevo Hollywood, desde el clasicismo de Gable frente al Actor’s Studio representado por Monroe, pasando por su búsqueda y alejamiento consciente del glamour del Hollywood clásico. Casi una 'Easy Rider' sin el componente lisérgico pero con las mismas dosis de desesperanza, que se saldó con un estruendoso fracaso en el momento de su estreno. Posiblemente, porque ni Hollywood ni América estaban todavía preparados para una obra que representaba los fantasmas de su folklore, su pasado y su historia.
En Filmin.