Idealizar la ‘era Connery’ es fácil, pero esta película (las más taquillera de esa etapa) nos recuerda que aquello no tuvo nada de sencillo. Concebida como el primer título del serial, pero postergada por razones legales, 'Operación Trueno' causó un pleito por derechos de autor que no se resolvió hasta 2006, provocando por el camino el rodaje del Bond apócrifo 'Nunca digas nunca jamás' (1983).
Yago GarcíaLo que no pudieron Christopher Walken y Grace Jones como malos malísimos, lo pudieron Ridley Scott y Tom Cruise: unos barriles de gasolina abandonados tras el rodaje de 'Legend' (el batacazo medieval-fantástico del director de 'Alien') hicieron arder el plató 007 de los Estudios Pinewood antes de que Roger Moore rodase su despedida del MI6. Afortunadamente, el set pudo reconstruirse a toda prisa antes del rodaje.
Yago GarcíaNi el humor, ni la estética, ni la mejor ‘chica Bond’ de todos los tiempos (Diana Rigg, claro) valieron de nada cuando George Lazenby, el segundo intérprete de 007 afirmó que no pensaba repetir en el papel. Hubo que llamar Sean Connery para que ejerciera como recambio de urgencia en 'Diamantes para la eternidad', mientras que la carrera de Lazenby se disolvía cual azucarillo.
Tras George Lazenby, Timothy Dalton es el Bond pupas por excelencia. Actor muy solvente, llegó al MI6 justo después de la etapa de Roger Moore, tratando de devolverle al serial el tono noir y la crudeza de sus orígenes. Tras su segundo filme como 007, la película más violenta de la franquicia hasta la fecha, una mezcla de malas cifras en taquilla y de problemas legales en la saga le hicieron decir adiós.
Yago GarcíaTras el éxito de 'GoldenEye', la saga Bond había regresado con una fuerza imprevista (y con Pierce Brosnan luciendo esmoquin), una satisfacción que el productor Albert R. Broccoli pudo llevarse a la tumba. El empresario, impulsor de la franquicia desde 1961, falleció durante la preproducción de esta película, dejando a su hija Barbara al frente del serial.
Yago GarcíaSi el argumento de esta película (a la que ciertos elementos del público insisten en llamar “Cuánto sol hace”) te parece confuso y falto de chispa, hay una buena razón: la huelga de guionistas de 2007 hizo que el filme llegara a plató con apenas un tratamiento de la historia, obligando a varios miembros del equipo (entre ellos, el director y el propio Daniel Craig) a remendar su narrativa sobre la marcha.
Yago GarcíaLa despedida de Daniel Craig empezó a andar entre tropezones (el mayor de todos, el abandono del director Danny Boyle), pero todos ellos quedaron en nada cuando llegó la pandemia de coronavirus. A resultas de esa crisis sanitaria, un filme cuyo estreno estaba previsto para abril de 2020 ha acabado llegando a las pantallas más de un año y medio más tarde. ¿Habrá merecido la pena la espera?
Yago García