
'Piraña II: Los vampiros del mar' (1981)
Tanto ha renegado Cameron de su presunto debut (tras una interesante carrera como director de efectos especiales) que da pena incluirlo en esta lista. Además, es bien sabido que el canadiense cayó en el rodaje de refilón, y que fue despedido del mismo a las dos semanas. Pero imaginarlo sumergido en este sindiós de serie Z resulta un sádico placer si pensamos en su carrera posterior...
Yago García
'Avatar: El sentido del agua' (2022)
Se supone que el regreso de Cameron a Pandora será el estímulo que devolverá al público masivo a las salas de cine. Más allá de ese papel mesiánico, no obstante, se trata de un filme demasiado largo y demasiado simplón en sus mecanismos, con un guion que no justifica ni de lejos el tiempo y el esfuerzo invertidos en sus virguerías CGI. La 'mini-Sigourney' es encantadora, no obstante.
Yago García
'Avatar' (2009)
Es hermosísima, supuso un alarde técnico, hizo añicos los rankings de taquilla... y tiene el espesor emocional de un sello. Préstamos creativos aparte (si lees 'El nombre del mundo es bosque', la novela de Ursula K. LeGuin, lo mismo te llevas una sorpresa), el primer viaje de Cameron a Pandora fue también el primer filme en el que le vimos elegir sin dudas la forma sobre la sustancia.
Yago García
'Mentiras arriesgadas' (1994)
El único remake de la filmografía de Cameron (adaptación de la francesa 'La Totale!'), funciona a todo tren durante su primera mitad, cuando nos presenta una comedia perversa y hitchcockiana con el matrimonio de Jamie Lee Curtis y Schwarzenegger enfrentándose al tedio sexual. Sin embargo, la deriva hacia la acción la hace desinflarse durante su segunda mitad.
Yago García
'Abyss' (1989)
Cameron cierra los 80 con su película de ciencia-ficción más ambiciosa, su primer romance con el CGI... y su rodaje más descalabrante. Empeñado en hacer historia con sus imágenes subacuáticas, el canadiense puso en peligro tanto su propia vida como la de su equipo: tras haber estado a punto de ahogarse en el plató, Ed Harris no pudo más y le sacudió un tortazo.
Yago García
'Terminator 2: El juicio final' (1991)
La Guerra Fría se había terminado y 'Arnie' ya no quería ser el malo. De modo que Cameron prolongó su primer éxito con una secuela mucho más amable, llena de escenas de impacto y con el T-1000 de Robert Patrick avisando a Hollywood de que el CGI había llegado para quedarse. Tanto como la estampa gloriosa de Sarah Connor (Linda Hamilton) convertida en la 'action mom' definitiva.
Yago García
'Titanic' (1997)
Sí, es puro almíbar. ¿Y qué? Más allá de los once Oscar, de los millones en taquilla y de las anécdotas sobre el infernal rodaje saboteado con PCP, la película que resucitó el romance de gran presupuesto (gracias a Winslet y DiCaprio, entrañables e inestimables) delata que, en sus mejores momentos, James Cameron se cree sus historias tanto como el público que llora a mares en la platea.
Yago García
'Terminator' (1984)
Más allá de los, ejem, 'préstamos creativos' (a Philip K. Dick, y a un Harlan Ellison que llevó al canadiense a los tribunales), el primer filme de Cameron como autor es uno de los mejores 'actioners' de la historia, y también un documento sobre la Guerra Fría y el terror al complejo militar-industrial. Con 17 líneas de diálogo, Schwarzenegger se convirtió en nuestra personificación favorita del Apocalipsis.
Yago García
'Aliens. El regreso' (1986)
Los productores no lo tenían claro, Sigourney Weaver se hizo de rogar y el rodaje... pues en fin. Pero el resultado fue una secuela casi perfecta: ci-fi bélica de alto voltaje trufada de pullas al turbocapitalismo de los 80, de interpretaciones memorables (Weaver fue nominada al Oscar) y, en suma, de todo el carisma que cabe en un blockbuster. Santa Helen Ripley, ruega por nosotros.
Yago García