¿Volkswagen Golf o Renault Mégane? Esa es la cuestión a responder. En lo que se refiere a denominación, la respuesta parece clara: el Golf estaría por delante, puesto que se comercializa ya la sexta generación, mientras que el Mégane lleva, hasta la fecha, sólo tres ediciones. Sin embargo, en el resto de disciplinas, es difícil determinar cuál de los modelos se sitúa por delante.
Diseño
En cuanto a estética, el enfrentamiento se acentúa: el Golf mantiene el diseño conservador pero atemporal característico de las cinco generaciones previas. No obstante, los faros 'audaces' derivados de los del Scirocco, le confieren un aire más dinámico que el de sus antecesores.
Por el contrario, el Renault Mégane apuesta por una
Golf: Más espacio y mayor capacidad
También en el interior, en el Golf se observa un predominio de lo clásico, siguiendo la misma línea de modelos anteriores. La sexta edición no trae muchas novedades en materia de diseño pero transmite una imagen más elegante. Además, y a pesar de que el Golf es casi 10 centímetros más corto que el Renault, tanto en la parte trasera como en la delantera, el espacio es mayor que en el Mégane.
Algo parecido ocurre con la capacidad, el Renault presenta una menor capacidad que el Golf, aunque le supere en la configuración estándar del volumen del maletero (372 litros) en más de 20 litros, por ser más ancho. Sin embargo, al abatir el respaldo trasero, se invierten los papeles, y en el Golf cabe más equipaje.
Mecánica
Además,
Conducción semejante
Estas diferencias no se reflejan en la conducción. Con un tiempo de 9,3 segundos, el Golf sólo tarda dos décimas menos en realizar el sprint hasta los 100 km/h, y, en lo que se refiere a la velocidad máxima, la ventaja de éste frente al Renault es de 4 km/h.
Ambos motores se caracterizan por la potente subida de revoluciones. En los dos casos es posible una conducción sin tener que cambiar de marcha a menudo, aunque la precisión de la transmisión invite a ello.
Mismo consumo
Muy semejantes son también los niveles de consumo de ambos modelos. Volkswagen declara unos 4,9 litros de diésel cada 100 kilómetros, y Renault unos 5,1 litros. Si bien en la práctica, el consumo se eleva en ambos casos a unos seis litros y medio.
Por otro lado, el Renault trae de fábrica una configuración de chasis mucho más firme, correspondiente casi al modo deportivo del Volkswagen. Eso sí, cuanto mayor sea la carga, más agradable resultará la amortiguación del modelo francés; ya que si el conductor va solo, lo notará algo más duro, y toda la irregularidad del terreno se transmitirá al ocupante del vehículo. Una amortiguación deportiva que le permite, además, superar las curvas impecablemente.
Diferencia de precio
El Mégane es unos 3.000 euros más barato que el Golf, cuyo precio de salida ronda los 23.635 euros. En el caso del modelo francés, el precio más bajo se sitúa en torno a los 20.730 euros, contando este modelo menos equipado, con faros antiniebla, climatizador de dos zonas, bluetooth, radio CD y MP3.
Y el ganador es...
Con el nuevo Mégane, Renault ha creado un vehículo compacto elegante, maduro y recomendable en todos los aspectos (si obviamos las ya mencionadas limitaciones de espacio y el chasis algo duro para el día a día). Sin embargo, en comparación directa con el Golf VI, el modelo francés se queda atrás.
El Volkswagen es algo mejor que el Renault y su motor cumple ya la norma Euro 5. En el caso del Mégane todavía está vigente la Euro 4.
Pero como no se puede tener todo, esa ventaja con respecto al Renault se traduce en algunos euros más, resultando el Mégane más económico; argumento suficiente a la hora de decidirse, más aún en tiempos de crisis.
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