El calvario de Anna Paola: una operación de pecho para gustar a un chico acabó comprometiendo su salud

El diario de Anna Paola Xodo es la historia de una mujer que por amor quiso ser más guapa aún si cabía para gustar a su novio y su vida se convirtió en un calvario.

Esta joven italiana ahora tiene 30 años pero su drama empezó cuando tenía 22, trabajaba en el mundo de la moda y aún estudiaba en la Universidad. Era guapísima, pero no le parecía suficiente: "Tenía el mundo en mis manos pero un amor me catapultó al abismo y aún no he sido capaz de salir de ese agujero", cuenta la joven en su Instagram.

Quería gustar a un chico, sentirse amada, y por esto decidió someterse a una intervención de aumento de pecho. "Era tan joven, tan ingenua, tan bella e insegura. Malditas inseguridades", relata. Desde esa operación de cirugía estética, del fuerte deseo de ser más bella, comenzó su calvario. Después de la operación comenzó a sentir sus piernas inflamadas y muy calientes. "Las prótesis de silicona intoxicaron mi cuerpo", argumenta.

"Desde 2011 a julio de 2018 me ingresaron más de 70 veces de urgencia en el hospital. Un infierno que no le deseo a nadie. Los médicos en Italia no entendían qué tenía porque mis exámenes eran perfectos, era yo mi propia enemiga, un factor común en las mujeres que tienen esta 'enfermedad oscura", explica.

Anna Paola cuenta en qué consiste esta "enfermedad oscura" día tras días en su perfil Instagram. Ella la define como la "enfermedad de los implantes de pecho", esto es, una serie de complicaciones que pueden surgir después de la implantación de prótesis mamarias en un cuerpo.

Las informaciones que ella proporciona sobre lo sucedido no son muy claras. Dejan entrever que pudo ocurrir que las prótesis provocaran reacciones alérgicas y, pese a que se las quitaron, su cuerpo se siguió resintiendo.

Finalmente, no fue hasta que Anna Paola se encontró en la Red con Crystal Harris Hefner, la mujer del fundador de Playboy, Hugh Hefner, cuando su vida comenzó a cambiar. La artista compartió con la joven italiana haber sufrido los mismos problemas y le aconsejó un médico que le podía tratar en Estados Unidos.

De este modo, Anna Paola voló a a este país el pasado mes de junio para quitarse también las cápsulas protésicas. "Desde ahí comenzó mi renacimiento. Me estaban envenenando", contó con una foto en el hospital.

Su objetivo ahora es que, a través de su historia, las jóvenes tomen conciencia de que hay que "quererse más a uno mismo. Somos una máquina perfecta, no hace falta que nos retoquemos. He vivido un dolor atroz, pero ahora estoy más fuerte que nunca", concluye en uno de sus útimos post en esta red social.