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Adictos al sexo

Un 6% de la población sufre adicción al sexo. Como en cualquier otra dependencia, no somos capaces de reconocer el problema. Existen asociaciones como ‘Sexólicos Anónimos’ que ayudan a superarlo pero, ¿cómo podemos saber que lo padecemos?

El perfil de la persona adicta al sexo es claro: se cae en una búsqueda repetida y compulsiva de la práctica sexual, lo que lleva a un comportamiento inapropiado, mentiras, cambios de humor en función de si se ha resuelto o no esa ‘euforia’ sexual.

En realidad, la adicción al sexo no viene expresamente recogida en los manuales de diagnóstico como algo específico pero sí asociado a otras adicciones como la drogadicción o a trastornos obsesivos.

¿Una ninfómana es una adicta al sexo?

Para algunos sexólogos como Raúl González, del Centro de Sexología y Pareja Ars Amandi, la ninfomanía está incluida dentro de las parafilias, es decir, prácticas sexuales fuera de lo normal dadas en personas que sienten la necesidad de mantener relaciones sexuales. Normalmente son insatisfactorias lo que lleva a esa persona a exigirse aún más. El término va asociado a mujeres, ya que en el caso de los hombres se definiría como satiriasis.

Es importante no confundir promiscuidad con adicción al sexo. La persona que es promiscua maneja el deseo a su antojo pudiendo mantener relaciones sexuales con quien quiera, como quiera y donde quiera siempre y cuando no atente contra sus necesidades básicas.