EN COLABORACIÓN CON LA ASOCIACIÓN DE CERVECEROS DE ESPAÑA
Un grupo de amigos disfrutan de la dieta mediterránea con una cerveza.
Un grupo de amigos disfrutan de la dieta mediterránea con una cerveza.
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Una ruta por España para saborear la dieta mediterránea con una cerveza

  • Llevar una vida saludable pasa por una alimentación equilibrada y mantenerse activo. La dieta mediterránea, en la que están incluidas las bebidas fermentadas como la cerveza, es una gran aliada para ello y no hay mejor plan con amigos que recorrer distintas zonas de España para aprender a degustarla.

La esencia para llevar una vida saludable es bien conocida: una alimentación equilibrada y realizar actividad física. En España desde hace siglos tenemos la clave de la primera de ellas, la dieta mediterránea. Los productos de nuestra tierra son los ingredientes ideales para comer sano.

De hecho, la dieta mediterránea, donde se incluyen las bebidas fermentadas como la cerveza, ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Pero no se trata solo de un tipo de comida, sino que es también de un estilo de vida. Las mesas en las que se reúnen amigos y familia o las actividades y excursiones que acaban con una degustación son algunos de los aspectos propios de esta forma de disfrutar de los alimentos.

No hay que olvidar la bebida que muchas veces acompaña a estos platos. La cerveza, consumida con moderación, es un eslabón más de la dieta mediterránea. Porque, además de ser una gran compañera para estos ingredientes, puede potenciar aún más su sabor si se escoge la variedad correcta.

Recorrer el país probando los distintos platos típicos de la cocina mediterránea y aprender a maridarla puede ser un plan perfecto para los más cerveceros con sus seres queridos. Porque llevar una vida activa es más fácil haciendo planes en compañía.

Zaragoza (Aragón): Verduras y cervezas de trigo

El primer ingrediente que nos viene a la cabeza al pensar en la dieta mediterránea es la verdura. La gran variedad y la excelente calidad de las hortalizas españolas han hecho de estos productos uno de los más consumidos.

Con una larga tradición cervecera, Aragón también es conocido, en concreto el valle del Ebro, por sus verduras, en especial sus borrajas. Del mismo modo, esta región hará las delicias de los amantes del senderismo, ya que ofrece la posibilidad de hacer rutas tan impresionantes como la ascensión al Moncayo, uno de los picos más relevantes de la península ibérica.

Después de una agradable caminata, lo mejor es reponer fuerzas con productos frescos de la tierra. Maestros cerveceros han utilizado las flores de la borraja para matizar las cervezas de trigo y darle un toque foral. Esta variedad de bebida fermentada, además, marida muy bien con verduras y comidas ligeras debido a sus notas cítricas y afrutadas.

Una pareja brinda con cerveza en una comida con amigos.
Una pareja brinda con cerveza en una comida con amigos.
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Agaete (Islas Canarias): frutas e IPA

No podemos olvidar las frutas en la dieta mediterránea. Muchas de las más sabrosas y exóticas llegan a la península desde las islas Canarias y ayudan a aportar dulzor y numerosas vitaminas a nuestra alimentación, por lo que es recomendable consumirlas frecuentemente.

Este archipiélago ofrece también una oportunidad única de disfrutar de playas muy variadas. Desde grandes extensiones de arena como las dunas de Maspalomas en Gran Canaria, perfectas para hacer surf, a las piscinas naturales, como Las Salinas de Agaete, formadas por rocas y que son un espacio inigualable para nadar.

Sentados en una terraza cerca del mar, después de disfrutar de un baño, será el momento perfecto para saborear un picnic de frutas acompañadas de una cerveza IPA. La India Pale Ale está elaborada para ser intencionalmente aromática, lo que aporta ese punto refrescante y amargo. El toque extra de lúpulo de esta variedad armonizará con la acidez y frescor de la fruta. Con ello, la excursión con amigos terminará con un buen sabor de boca.

Lleida (Cataluña): coca y cerveza roja

Estos ingredientes de la dieta mediterránea tienen unos compañeros inseparables: los cereales. El pan es uno de los productos que más se consumen en la gastronomía española en diferentes versiones. Por ejemplo, la coca es una preparación extendida por el litoral mediterráneo y con variedades tanto dulces como saladas.

Uno de los lugares donde es más popular, la zona de Lleida, será también el destino perfecto para quienes disfruten de la Historia y del arte. Allí podrán disfrutar de algunos de los paradigmas más impresionantes de románico en el Valle de Bohí, o, quien prefiera el gótico tendrá que hacer una parada obligatoria en el monasterio de Vallbona de les Monges, en la conocida Ruta del Císter.

Las cocas mixtas, con setas, pescado o embutido son típicas en tierras leridanas. Probar las distintas variedades puede ser también un plan para hacer con tus compañeros de viaje. Para darle más sabor prueba a acompañarla de una cerveza roja. Las cervezas rojas, con maltas más tostadas, son ideales para este cometido, ya que su marcado carácter de cereal tostado está aderezado con unas notas afrutadas que equilibran perfectamente esta receta.

Un grupo de amigos en una terraza después de hacer una ruta.
Un grupo de amigos en una terraza después de hacer una ruta.
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Sevilla (Andalucía): aceite y 'lager'

La tierra del aceite de oliva no podía faltar en esta ruta de la dieta mediterránea, ya que es tan versátil como saludable. Este ingrediente tan característico es clave para cocinar la mayor parte de platos antes mencionados, pero también puede disfrutarse por sí solo con un poco de pan.

Para conocer la esencia de Andalucía, Sevilla es indispensable. Esta ciudad envuelve y cautiva a quien la visita. Muchos la definen como especial y es que es casi imposible que no deje huella. La grandiosidad de sus monumentos, como la Giralda, la Catedral o la enorme plaza de España, y el encanto de barrios tan populares como Triana, son la puesta de escena perfecta para disfrutar de ella en las calles. Un recorrido con mucho arte donde el broche final lo pondrán unas tapas acompañadas de una cerveza rubia refrescante.

No hay alimentos prohibidos en una alimentación saludable, solamente hay que comer con moderación. El tradicional pescaíto frito sabe diferente cuando se fríe con aceite de oliva; y lo mismo ocurre con muchos de sus platos más conocidos, como el gazpacho o el salmorejo que, aderezados con un buen chorrito de este manjar, aportan ese toque especial para ponerle la guinda final. Todos ellos se disfrutan aún más con amigos en una terraza y un botellín de cerveza tipo lager, perfecta servida bien fría gracias a su sabor limpio y suave.

Cercedilla (Madrid): carne a la parrilla y doble malta

La carne, consumida de manera moderada, también forma parte de una dieta mediterránea equilibrada. Disfrutar de vez en cuando de una carne de calidad a la parrilla puede ser la guinda a un perfecto plan en la sierra madrileña.

El pueblo de Cercedilla se encuentra rodeado de un entorno privilegiado y ofrece un amplio catálogo de actividades. Desde los parques multiaventura con tirolinas a las rutas a caballo, será el destino perfecto para los enamorados de la naturaleza. Además, por la noche se organizan distintas visitas para poder disfrutar del impresionante cielo estrellado.

Después de disparar la adrenalina, la carne a la parrilla resultará aún más sabrosa, especialmente si va de la mano de una cerveza doble malta. Esta variante, que incluye más cantidad de este cereal, tiene bastante cuerpo y contrasta con el toque ahumado del plato.

Costa da Morte (Galicia): ostras y cerveza negra

Los abruptos acantilados gallegos y su bravo mar son uno de los enclaves más románticos e impactantes de la península ibérica. Un viaje perfecto en pareja es visitar la Costa da Morte recorriendo en bici numerosos pueblecitos costeros con mucho encanto hasta llegar a Finisterre, el que fue considerado por los romanos como el fin del mundo.

El día puede acabar con una apacible cita en la población pesquera de Malpica. El litoral gallego es conocido por su excelente gastronomía, pero en especial por su marisco y pescado, que forman parte de la dieta mediterránea siempre que sean consumidos de manera responsable.

Un secreto que conoce todo buen cervecero es que una gran compañera de las ostras es la cerveza estilo stout, es decir, la cerveza negra. Es un maridaje ancestral, ya que este tipo de cerveza fuerte y tostada, con un trasfondo cremoso, contrasta a la perfección con el sabor salado de estos moluscos. Como añadido, la carbonatación de la cerveza negra resalta la riqueza de gustos de las ostras. Con esta combinación sorprenderás a tu pareja y disfrutaréis de una explosión de sabor en el paladar.

Descubrir diversos rincones de España y saborear la dieta mediterránea va de la mano con tener una vida activa. Pon el broche a estos planes en compañía con una cerveza que potencie los matices de la gastronomía y que te ayude a mantener un estilo de vida equilibrado.

  • REALIZADO POR ALAYANS STUDIO
    Este contenido ha sido elaborado por ALAYANS STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.