¡A ganar!

¡A ganar!
¡A ganar!
¡A ganar!

El cine norteamericano le debe tanto al espíritu de superación como a los Lumière, al capital judío y al buen tiempo en las colinas de Hollywood. Así han logrado mover montañas y predisponer nuestro ánimo durante décadas. Añadámosle a eso que el prolifiquísimo Sean McNamara se ha convertido en el profeta de ese subgénero del cine deportivo que pone un handicap larger than life a la gesta: el director de Hoovey y Soul Surfer (también de Bratz: la película) aplica su visión del cine familiar a la causa de la America idealizada que votó a Trump por la gracia de Dios.

Es cierto que por momentos no sabemos si ¡A ganar! es una película de voleibol o de llorar, pero nos queda claro que es una filme con intención de autoayuda basada en hechos reales sobre el pequeño milagro deportivo del equipo femenino de voley de un instituto de Iowa, capaz de ganar por segunda vez consecutiva el campeonato estatal, después de la trágica muerte en accidente de su capitana y referente vital del equipo y del pueblo. El misterio de cómo una historia (tan) mínima ha llegado a una producción sustentada en el trabajo eficaz y profesional de unos creíbles Helen Hunt (la entrenadora más dura desde el Brian Clough de Michael Sheen en The Damned United) y William Hurt (doloroso padre que soporta la pérdida de su hija pequeña y su esposa enferma) tiene que ver con la luz del cine de tono milagrero, ese que ha acabado por encontrar un público perfectamente definido, no sólo en EE UU sino en todo el mundo, con la fuerza de una profunda idealización de la sociedad que retrata. Empezando por sus jóvenes protagonistas, esbeltas y rubias, encabezadas por Erin Moriarty, más preparadas para el nuevo casting del Bar Coyote que para remontar una temporada aciaga.

El aire agrochic, la ausencia de variedad racial, la cultura del esfuerzo, la juventud blanca que canta Sweet Caroline y opta por el deporte y los noviazgos castos redondea un tono de religioso conformismo ante la adversidad ("No le culpo por querer llevársela. es un ángel"), en el que el deporte se presenta como vehículo y no como fin en sí mismo. Eso nos aleja de las obvias concomitancias con películas estrictamente deportivas (no ayudan las muy planas y poco adrenalínicas estampas de los partidos) como Hoosiers, más que ídolos, pero nos va llevando sorprendentemente, al margen de un postrero montaje de vídeos íntimos que vincula realidad y ficción hasta confundirlas, al golpe de mano final: desde el mourinhismo (presión dentro y fuera de la cancha) al cruyffismo ("salgan ahí a divertirse"), con un equipo que acaba jugando por el placer de hacerlo, esta película de voleibol se convierte en un simple, piadoso y gregario canto a la vida.

Valoración:

FICHA TÉCNICA

  • Director:

    Sean McNamara

  • Género:

    Drama

  • País:

    EE UU

  • Sinopsis:

    Las jugadoras del equipo de voleibol femenino de un instituto de Iowa tratan de recomponerse tras la trágica muerte de su jugadora estrella. Con la ayuda de su entrenadora, las muchachas deciden que vencer por segunda vez consecutiva el campeonato estatal será el mejor homenaje que pueden hacerle.

  • GUIÓN: Elissa Matsueda, David Aaron Cohen

  • DURACIÓN: 99 min.

  • DISTRIBUIDORA: European Dreams Factory

  • ESTRENO: 19/10/2018

  • imdb: https://www.imdb.com/title/tt5427194

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