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La selección de Catar de balonmano "ficha" al portero de Barça Saric

El portero del Barça, Saric, celebra el triunfo en la Liga Asobal.
EFE

El portero bosnio del Barcelona, Danijel Saric, jugará finalmente con la selección de Catar de balonmano, tras el acuerdo alcanzado este martes entre el guardameta, que se desplazó el lunes a Doha, y la Federación de ese país, según informaron a EFE fuentes cercanas al jugador. Saric, de 37 años, se convertirá, de este modo, en el "fichaje" estrella del conjunto catarí, que dirige el español Valero Rivera, para la disputa del Mundial que se celebrará el próximo mes de enero en el emirato.

El guardameta bosnio no será el único jugador nacionalizado con el que Catar afrontará la cita mundialista, ya que además de Saric figuran en la nómina del equipo árabe el también portero Goran Stojanovic, de origen montenegrino, el lateral francés Bertrand Roiné y el cubano Rafael Capote, así como el pivote español Borja Fernández.

Refuerzos que, junto a la llegada al banquillo de Valero Rivera, han convertido a la selección catarí en la primera potencia continental, como demuestran sus triunfos en el pasado Campeonato de Asia o más recientemente en los Juegos Asiáticos, tras vencer en la final a Corea del Sur, otrora gran dominadora del balonmano asiático.

Una progresión que vivirá un nuevo empuje con la llegada de Danijel Saric, considerado como uno de los mejores porteros del mundo, que además del próximo Mundial disputará con el conjunto árabe los torneos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Río 2016, el otro gran objetivo del balonmano catarí.

Saric regresará el próximo jueves a Barcelona donde se someterá a un control médico junto con sus ya nuevos compañeros de selección, la tercera para el balcánico, tras vestir con anterioridad la camiseta de Serbia y Montenegro, con quien jugó el Europeo de Suiza 2006, y de Bosnia, con quien apenas disputó unos cuantos partidos, el último en marzo del año 2011.

Circunstancia que permite al portero barcelonista cumplir con la normativa de la Federación Internacional de Balonmano (IHF), que exige a los jugadores nacionalizados una período mínimo de tres años sin jugar ningún compromiso internacional antes de poder debutar con su nuevo país.