Muere el cómico británico Rik Mayall ('The Young Ones', 'La pareja basura')

Puede que Rik Mayall no sea muy conocido en España, pero habrá al menos un par de generaciones de televidentes que tengan grabados a fuego sus ataques de histerismo como Rick, el estudiante de Sociología fan de Cliff Richards y propenso a los ataques de histerismo que compartía piso en The Young Ones (emitida en nuestro país como Los jóvenes y, principalmente, en TV3 como Els joves). Estrenada en 1982 por la BBC, The Young Ones era una sitcom de compañeros de piso que rompía todos los esquemas del humor convencional, atravesando el camino absurdo e inteligentemente descerebrado abierto por los Monty Python con la rabia salvaje de una banda de punk juvenil.

Antes, Mayall ya había ganado fama por sus personajes cómicos en clubs londinenses y sketches de televisión. El poeta anarquista Kevin Turvey fue su personaje recurrente más popular, propiciando incluso un falso documental sobre su carrera emitido en 1982. El cómico entabló una fuerte relación creativa con Adrian Edmondson, con quien junto a otros humoristas montó el show de sketches The Comic Strip Presents... Edmonson y él, junto a los también amigos Ben Elton y Lise Mayer, crearon The Young Ones para la BBC, donde el primero interpretaba al hiperviolento Vyvyan con perenne cresta punk.

Además de ser una presencia asegurada en la televisión británica durante el resto de la década con papeles en La víbora negra (¡el inolvidable Lord Flashheart!), Filthy Rich & Catflap o Un diputado fantástico, el segundo gran éxito de Mayall y Edmondson fue La pareja basura, en emisión de 1991 a 1995. Esta reformulación enferma de Esperando a Godot con aspecto de telecomedia marciana aumentó el culto hacia la pareja de humoristas, con exitosos tours de representaciones en teatros. He aquí una muestra:

Las incursiones puntuales de Mayall en el cine fueron menos populares —La loca guerra de la Gran Bretaña (1988), La loca pandilla de Chris Columbus (1992), la reivindicable Hotel Paraíso (1999)— y, a veces, invisibles, como su intervención en Harry Potter y la piedra filosofal (2001) como Peeves, que se quedó en la sala de montaje.

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