Fútbol

La Liga española, las más 'estricta' de Europa: 52 expulsiones en 13 jornadas

Nabil Fekir, expulsado durante el Betis-Sevilla del pasado domingo.
Agencia EFE

Apenas llevamos recorrido un tercio de la presente temporada en la Liga Santander, 13 jornadas completas concretamente a falta de que jueguen Rayo Vallecano y Real Madrid este lunes, y la máxima categoría del fútbol español acumula ya la friolera de 52 expulsiones, entre dobles amarillas y rojas directas, lo que plantea varias cuestiones fundamentales sobre la aplicación del reglamento por parte de los árbitro en nuestro país: ¿Es excesivamente estricto el reglamento? ¿Falla el estilo de arbitraje de los colegiados españoles? 

El último precedente que llama la atención son las tres expulsiones del pasado domingo en el derbi sevillano entre Betis y Sevilla, una situación atípica incluso para una de las rivalidades más intensas del panorama futbolístico. No obstante, la verdadera anomalía reside en el resto de la jornada, ya que además de estos tres jugadores, fueron expulsados otros tres en el Getafe-Cádiz, otro del Espanyol ante el Atleti, y otro de la Real Sociedad frente al Valencia, hasta hacer un total de 8 expulsados en 9 partidos.

La propia jornada inaugural de la competición, sin ir más lejos, ya anticipó la que está siendo hasta el momento la tónica del campeonato en el aspecto disciplinar. Tres expulsados se produjeron tan sólo en los diez primeros partidos de Liga, hasta llegar al punto actual, en el que se han jugado 130 partidos y se han mostrado 52 tarjetas rojas, aumentando incluso ese promedio inicial, que ahora es de 4 tarjetas rojas o dobles amarillas cada 10 partidos, es decir, 4 expulsiones cada jornada, una media sin duda alarmante, cuando el año pasado se produjeron 88 expulsiones en 380 partidos, algo más de dos expulsiones por jornada.

El problema se hace más evidente al mirar al extranjero. La Premier League inglesa, principal rival de la Liga Santander a todos los niveles, registra con más partidos disputados a estas alturas únicamente 11 expulsiones entre tarjetas rojas directas y dobles amarillas. En la Serie A italiana, famosa por el ‘catenaccio’ y por la dureza defensiva de su juego, la cifra se divide a la mitad, con 26 expulsiones en las mismas 13 jornadas. Y en la Bundesliga alemana, con las mismas jornadas jugadas las expulsiones llegan solo a 22.

Antoine Griezmann ve la tarjeta roja directa en un partido de la Liga Santander 21/22.
EFE

La única liga europea de primer nivel que no solo iguala, sino que supera a la española en este sentido es la Ligue 1 francesa, que suma 55 expulsiones, aunque es cierto también que lleva completadas 14 jornadas, lo que implicaría, siguiendo la media de los campeonatos, que España estaría por encima incluso de Francia en el tema de las expulsiones.

¿Dónde reside el problema?

La normativa, el conocido como Reglamento de Juego, es actualizada cada año por la IFAB (International Football Association Board), que ofrece a organismos, federaciones, clubes y árbitros las referencias, reglas, directrices y documentos básicos para que los trencillas ejerzan el arbitraje de la mejor forma posible. 

El problema viene después, cuando empezando por FIFA y UEFA, y siguiendo con las federaciones nacionales (como la RFEF), las consignas acerca de los aspectos interpretables del devenir del juego quedan sujetas al criterio subjetivo de cada comité y del estamento arbitral, lo que genera confusión en todos los agentes implicados en la competición ya que temas como las manos o las jugadas de expulsión directa no siguen un criterio unificado y varían de país a país, de árbitro a árbitro, que además no deja de ser persona y puede cometer errores, más aún si añadimos el elemento VAR a la ecuación.

Hernández Hernández le enseña la tarjeta roja a Sergio Ramos en un Real Madrid - Barcelona.
EFE

Es difícil entender, siguiendo la tendencia que marca cualquier otra comparativa entre competiciones, que exista tanta diferencia entre las dos mejores ligas del mundo en este ámbito, solo porque existe una gran falta de unificación a nivel internacional de criterios arbitrales. Cada federación, incluyendo a la UEFA (que también da a sus árbitros sus propias directrices), da las consignas pertinentes a sus árbitros que luego, sin embargo, no parecen ponerse de acuerdo al analizar y juzgar muchas situaciones y lances del juego.

No se puede afirmar tampoco que la Liga española, o la francesa, sean más violentas que otras, pero sí es evidente que la falta de criterios unificados dentro del apartado disciplinario de las expulsiones, entre los propios árbitros nacionales e internacionales, está pasando factura a jugadores y clubes, confusos respecto a la aplicación del reglamento, y que además se encuentran con un estilo arbitral y unos juicios sobre el césped totalmente distintos cuando salen a competir a Europa, donde, como parece suceder en la Premier League, el arbitraje es más laxo.