Betis y Sevilla firman las tablas en un derbi 'loco' con tres expulsiones

El delantero del Betis Borja Iglesias (d) pelea un balón con Joan Jordán (i), centrocampista del Sevilla.
El delantero del Betis Borja Iglesias (d) pelea un balón con Joan Jordán (i), centrocampista del Sevilla.
EFE
El delantero del Betis Borja Iglesias (d) pelea un balón con Joan Jordán (i), centrocampista del Sevilla.

El Gran Derbi de Sevilla terminó en la noche de este domingo con una tregua, un empate a uno en el que ninguno de los protagonistas se reservó un esfuerzo. Eso sí, los protagonistas no fueron ni los verdiblancos ni los sevillistas, por encima de ambos estuvo Sánchez Martínez, que mostró tres tarjetas rojas. Al final, un resultado corto para lo visto en el césped del Villamarín, y un punto insuficiente para ambos.

Rápido y repleto de ocasiones, así empezó El Gran Derbi número 138, en el que el primero en mostrar sus intenciones fue el conjunto local. Había avisado Guido con un disparo con poca mordiente, pero la más peligrosa fue un centro de Fekir que acabó estrellándose en el palo tras un mal despeje de Rafa Mir.

El calor de la grada se trasladó al campo, el Betis dominaba, y los lances terminaban, casi siempre, con algún hombre en el suelo. Con los minutos los sevillistas se recomponían, pero las ocasiones solo llegaban para los de Pellegrini. La más clara, una jugada combinativa nacida en un taconazo de Canales que dejó a Ruibal solo ante Bono. Disparó inexplicablemente por arriba del largero perdonando a los de Sampaoli (22’).

Hasta el minuto 30 no se registró ocasión clara de gol para el Sevilla, pero terminó llegando para Gudelj, quien recibió un escurridizo balón bombeado en el área pequeña que no pudo embocar.

No le faltaba nada al derbi, pero todavía se puso más emocionante en el último cuarto de hora previo al descanso. Una dura entrada a la altura de la rodilla de Montiel sobre Álex Moreno dejó al Sevilla con diez, y Sampaoli apostó por aferrarse a un sistema de contras cambiando a Mir por Navas, protagonista del primer tanto.

Este llegó en una inverosímil jugada, un despeje de Gudelj que impactó en el defensa, provocando que el balón se colara en propia meta, pudo hacer más Bono. Todo se ponía cuesta arriba para los de Sampaoli, pero ya en el descuento, un manotazo de Fekir al Papu Gómez, rigurosamente arbitrado, terminó con el francés expulsado.

La reanudación empezó como el final de la primera mitad, con un mano a mano salvado por Bono (Álex Moreno), y con otra expulsión, esta vez clara a Borja Iglesias por un pisotón a Jordan en el tendón de Aquiles.

El cambio de tornas ponía todo de cara al Sevilla, y Lamela asumió los galones en ataque buscando el gol en dos ocasiones seguidas. En la primera estuvo providencial Édgar, bloqueando el remate del argentino desde dentro del área, en la segunda estuvo errático el delantero, pues no imprimió la rosca suficiente a un balón cruzado inalcanzable para Bravo.

El paso de los minutos era agónico para ambos, para el Betis por el ejercicio de resistencia, y para el Sevilla por la imposibilidad de lograr la igualada en superioridad. Un empate que llegó, tras muchos minutos en campo rival sin lograr demasiadas internadas claras, en cañonazo del Gudelj desde la frontal imparable para Bravo (80’).

Lo intentó con todo el Sevilla, pero el poste y Bravo evitaron otros dos golazos de Gudelj. Se agotó el tiempo, y de este 'loco' encuentro solo pudieron sacar ambos contendientes un punto. Insuficiente para los locales, que buscaban la tercera plaza, y también para los visitantes, que necesitaban tres para escapar del descenso.

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