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La emoción del hermano de Lucas Eguibar, afectado con una lesión cerebral, narrando su título mundial

Lucas Eguibar, durante el Mundial de snowboard cross
EFE

El snowboard está muy presente en la familia Eguibar desde hace muchos años, pero no siempre ha sido por motivos alegres como el campeonato del mundo recién conquistado por Lucas.

Nico Eguibar, el hermano mayor, vio cómo su prometedora carrera en el deporte y su vida en general se partía por la mitad en un grave accidente cuando estaba preparándose para los Juegos Olímpicos de Sochi 2014. Las secuelas del golpe le dejaron una lesión cerebral permanente, por la que tiene dificultades para hablar, para moverse y para hacer, en definitiva, una calidad de vida plena.

Eso no le ha hecho perder el cariño y admiración por su hermano, sino todo lo contrario. Lucas Eguibar ha confesado muchas veces que Nico es una inspiración y toda una motivación para conseguir más éxitos, y este vibra como el que más con las competiciones de su hermano pequeño.

La última prueba es la emoción con la que vivió la carrera en la que se proclamó campeón del mundo. Nico la narra como si estuviera delante, con la voz temblorosa y las dificultades que padece, pero eso no le impide transmitir lo que estaba sintiendo en ese momento. "Vamos, vamos, vamos", va contando, mientras explica incluso las tácticas estratégicas de Lucas conforme avanzan los metros del circuito. 

Cuando el campeón del mundo cruzó la meta tras la recta final, Nico se pone a gritar de alegría al igual que sus familiares, exultantes de alegría por el título de campeón del mundo. "¡Por fin, por fin! Tarde, pero llega!", acaba rematando, en una de las narraciones posiblemente más sinceras y emotivas de la historia reciente del deporte.