Champions League

El Atlético pasa de ronda con trabajo y lucha sobre un Salzburgo que tuvo más peligro que ocasiones

Felipe lucha por un balón en el Salzburgo - Atlético
EFE

El líder de LaLiga estará en la fase de octavos de final de la Champions, tras ganar por 0-2 a un Salzburgo que se tendrá que conformar con jugar la Europa League este año.

Los austriacos fueron superiores al Atlético, pero las ocasiones no fueron tan críticas como las de un Atlético que demostró las grandes virtudes de la filosofía de Diego Pablo Simeone

Con ambos equipos muy enchufados desde el primer minuto, fue el Salzburgo quien puso los pelos de punta a los rojiblancos, con un disparo de Berisha que dio en el palo cuando sólo se habían disputado 3 minutos. El acoso del conjunto alemán obligó a Oblak a lucirse, especialmente cuando Szoboszlai lo intentó desde lejos.

No fue hasta mediada la primera mitad cuando Llorente se echó el equipo a la espalda y llegó la primera ocasión para los madrileños, aunque sufrida. Los metros que fue ganando el Salzburgo los neutralizó un clásico de este equipo: el Atlético Aviación.

Carrasco puso un gran balón en el área y Mario Hermoso, con la coronilla, cabeceó el 1-0 y con él se estrenó esta temporada como goleador. Pero el Atlético, ni mucho menos, ganó tranquilidad en el campo. De hecho, de no ser por el VAR, habrían visto cómo les pitaban un penalti por una patada de Hermoso a Koita.

Con el resultado corto a favor, el Atlético se dedicó a hacer algo que ya suena a tópico: sufrir. El Salzburgo llevó el balón por donde quiso, si bien no tuvieron ocasiones claras. De hecho, en los primeros minutos de la segunda mitad, sólo dos disparos de Joao Félix pusieron en alerta a Stankovic, uno al principio y otro al final de la segunda mitad.

El control del resultado sobrepasó las intenciones de marcar, lo que propició unos minutos muy tensos para ambos equipos: uno buscando un empate (que no le era suficiente) y el otro un gol que diera la tranquilidad del pase a octavos.

Y este llegó en la recta final. Una gran jugada colectiva acabó en Correa, que centró para Carrasco y este, según venía, puso el definitivo 0-2 en el marcador.