Speedy Gonzales: de estereotipo racista a héroe latino

La polémica de Apu en 'Los Simpson' nos recuerda el caso del ratón más rápido de México: un personaje creado como caricatura racista que fue adoptado por el público hispano.
Speedy Gonzales: de estereotipo racista a héroe latino
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Speedy Gonzales: de estereotipo racista a héroe latino

Ahora que la polémica a cuenta de Apu en Los Simpson ha convertido los estereotipos raciales en tema de conversación, debemos recordar que este problema ha estado presente en el audiovisual desde su nacimiento. Y si eso es una verdad incómoda en el cine y la TV de acción real, en el campo de la animación (siempre proclive a caricaturizar todo lo que se le pone por delante) ya se sale de los esquemas. Sin ir más lejos, una institución de los dibus como el universo Looney Tunes ha presentado muchos aspectos problemáticos… y también un caso peculiar: el de un personaje a priori 'incorrecto' que fue adoptado por la comunidad de la que pretendía burlarse. ¿De quién hablamos? Pues del ratón más rápido de México: el fabuloso Speedy Gonzales.

Decir que Speedy fue creado a mala fe es, todo sea dicho, inexacto: en 1955, cuando el gran Fritz Freleng presentó la versión definitiva del personaje con un corto homónimo (el cual ganó el Oscar, por cierto), reflejar los lugares comunes asociados a los latinos en EE UU no se consideraba algo especialmente cruel u ofensivo. Aunque las condiciones de vida de esta comunidad fueran infrahumanas en muchos casos, y aunque Los Ángeles hubiera sido escenario de un tremendo conflicto racial (las llamadas 'Zoot Suit Riots') en 1943,  jugar con el estereotipo según el cual los mexicanos eran todos unos vagos y unos inútiles era visto como una broma inocente por la que nadie se podría enfadar. Sobre todo porque los estadounidenses de origen mexicano carecían de los recursos y la influencia para emitir una protesta a gran escala.

Así pues, Speedy protagonizó una larga serie de cortos entre 1957 y 1968, en los que les hacía la vida imposible a Silvestre y al pato Lucas a base de velocidad supersónica y gritos capaces de mandar a una legión de felinos al psiquiátrico. Algunos de esos cortos, de hecho, le pintan cruzando la frontera sin descanso (para desesperación de Silvestre, "el gringo pussygato" que vigila la línea divisoria) a fin de saquear una fábrica de queso o rescatar a sus compatriotas retenidos por la empresa ACME (no podía ser otra). Llegada la década de 1970, la industria de la animación entró en una crisis que duraría hasta los 90 y que arrastró al ratón rumbo al olvido junto a otra gran cantidad de personajes. La carrera de Speedy parecía haberse detenido para siempre… hasta 2002, cuando se convirtió en eje de una controversia inesperada.

Aquel año, una portavoz de Cartoon Network admitió el motivo por el que su cadena rehusaba emitir los cortos de Speedy Gonzales: porque los veían muy cargados de estereotipos racistas y querían ahorrarse polémicas. Irónicamente, quienes protestaron por esta decisión no fueron señores blancos, anglosajones y protestantes clamando contra lo políticamente correcto, sino organizaciones latinas como la veterana League of United Latin American Citizens. Según señaló en su momento el New York Times, los espectadores hispanos se preguntaban, para empezar, por qué Cartoon Network seguía emitiendo los dibujos de Speedy en los países hispanoparlantes si los consideraba tan ofensivos ("Parece que lo que les preocupa es lo que puedan pensar los no latinos", señalaba la periodista Virginia Cueto). Y, para seguir, qué derecho tenían los ejecutivos de la emisora a privarles de un personaje al que habían adoptado como a un icono.

Speedy Gonzales: de estereotipo racista a héroe latino

"Si me preguntaran a mí", comentaba entonces un usuario del foro HispanicOnline, "diría que los dibujos ponen a los gringos como una especie codiciosa y no muy lista que explota a todo aquel que se le pone a mano. Los ratones mexicanos están felices en su pueblo [en español en el original], yendo a lo suyo, cuando llegan los gringos al territorio mexicano para interferir en favor de sus propios intereses. ¡Y Speedy siempre gana! Así pues, ¿quién está siendo reflejado negativamente aquí?". Ante opiniones como esta, y ante la amenaza de un inesperado boicot, Cartoon Network no tuvo más remedio que cambiar su política y emitir de nuevo las aventuras del ratón mexicano y supersónico. Aun así, el personaje sigue viéndose como un resto incómodo del pasado y nunca ha gozado del protagonismo que Warner le da a Bugs Bunny, Piolín y otros compañeros de escudería.

Pese a todo, Speedy Gonzales sigue siendo un personaje muy querido por el público hispanoparlante de EE UU: lo más parecido a una medida censora que se ha tomado contra él han sido las cartelas que preceden a algunos de sus cortos editados en dvd (al igual que a los de otros personajes de Looney Tunes) y en las que se advierte de la presencia de estereotipos posiblemente ofensivos. ¿Qué moraleja extraemos nosotros de su historia? Pues, sin ánimo de meternos en camisa de once varas, que ciertos chistes posiblemente ofensivos pueden ser aceptables pese a todo… siempre que sean ingeniosos y tengan gracia. Además de poner a un personaje mexicano en el rol de héroe astuto y triunfador, los cortometrajes de Speedy son pequeñas obras maestras del humor frenético capaces de hacer reír a cualquiera. Por el contrario, Los Simpson han caído desde hace demasiado tiempo en un humor trillado que recurre cada vez más a los chistes coyunturales y, sí, a los estereotipos.

Así pues, el futuro de Apu es algo que Matt Groening, el productor Al Jean y otros responsables de la ciudadanía de Springfield tendrán que decidir por su cuenta, preferiblemente tras haberlo consultado con activistas y representantes de la minoría indio-estadounidense. Así, en el mejor de los casos, podrían aprender a darle la vuelta al lado ofensivo del personaje, e incluso conseguir que la comunidad que ahora se ofende con él aprenda a tenerle cariño. En cuanto a Speedy González, nosotros solo podemos decir una cosa: "¡Ándale, ándale, arriba arriba! ¡Yiiiija!". 

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