Resines vs Rellán en el rodaje de 'Sentimos las molestias': "Debería haber más papeles para setentones"

Hablamos con Antonio Resines y Miguel Rellán, que se ponen a las órdenes de los creadores de 'Vergüenza' en la nueva producción de Movistar+.
Miguel Rellán y Antonio Resines en el rodaje de 'Sentimos las molestias'
Miguel Rellán y Antonio Resines en el rodaje de 'Sentimos las molestias'
Cinemanía
Miguel Rellán y Antonio Resines en el rodaje de 'Sentimos las molestias'

En Aravaca, a las afueras de Madrid, en una de esas parcelas fortificadas que esconden una casa de diseño en cuyo precio preferimos no pensar, se rueda Sentimos las molestias. 

Es el hogar de Rafael Müller, un director de orquesta septuagenario interpretado por Antonio Resines. El actor, caracterizado con barba blanca, se vanagloria de blandir la batuta “como Daniel Barenboim”. 

De su vida, de la vejez, y de su relación con Rafael Jiménez, viejo rockero que malvive en el igualmente exclusivo (pero menos verde) barrio de Malasaña, y que interpreta Miguel Rellán con una coletita a lo Francis Rossi de Status Quo, va la nueva serie de Álvaro Fernández Armero y Juan Cavestany tras Vergüenza.

Una serie para mayores

“Nace de la observación de casos cercanos y de darnos cuenta de que hay una tercera edad con una salud mental y física increíble. Las personas que llegan a la tercera edad con tatuajes, si me permites el símil. Nos preguntamos si la sociedad le ha hecho un hueco a esta generación” nos cuenta Álvaro. 

Una tendencia en auge en el cine (El éxótico Hotel Marigold) y en la televisión, con la exitosa El método Kominsky. “La verdad es que esta serie de Netflix ha sido una bendición para nosotros”, afirma Cavestany. “Era la demostración que a la audiencia no solo le interesan las historias de treintañeros”. 

La serie protagonizada por Michael Douglas y Alan Arkin era una referencia, pero también lo han sido los duelos interpretativos de Jack Lemmon y Walter Matthau, La extraña pareja (de hecho) y, como cinéfilos empedernidos crecidos a final de siglo: “las comedias de Woody Allen”, apunta Fernández Armero.

¿Y qué mejor que dos leyendas del cine español como Resines y Rellán? Es algo así como ver juntos a Pacino y De Niro: “Escribimos los guiones pensando en ellos”, prosigue el cocreador y codirector. “Incluso nos cenamos con ellos para contarles el proyecto y nos contaran sus experiencias para incluirlas en el guion”.

Anécdotas y momentos compartidos que se acercan al infinito: “Yo no sé las películas que hemos hecho juntos, porque cada día nos sale una nueva. Creo que vamos por 14”, nos cuenta Rellán.

El método alterado

En el proceso, sin embargo, las cosas cambiaron. Rellán iba a interpretar a Müller, pero decidieron invertir los roles. Una faena para el actor, melómano empedernido: “Me di cuenta tarde que me habían engañado. Yo siempre he querido interpretar a un director de orquesta, lo he intentado con Garci, con Cuerda… y ahora que parecía que lo iba a hacer, pues tampoco”. 

Resines también cayó en la trampa: “A mí también me engañaron: porque yo creía que iba a ser de músicos, no de viejos. Pero bueno, como yo soy mucho más joven que Rellán, lo entendí como un homenaje a mis padres. En fin, supongo que me han visto algo deteriorado”.

Más allá de la socarronería de Resines, rompen una lanza por los protagonistas septuagenarios: “Debería haber más papeles para setentones, igual que debería haber más papeles para mujeres de 40 años. Para ser soldador es jodido tener 77, pero para otros oficios el aprendizaje es un plus. Yo soy mejor actor que hace unos años”. 

Rellán tira de repertorio, imposta la voz y apostilla: “El maestro Fernán Gómez decía: ‘yo veo películas en las que a los protagonistas les pasan un montón de cosas que justifican que sean cirujanos o paracaidista. Lo que no entiendo es por qué tienen que ser jóvenes y guapos”.

Dos ruedan juntos

Si interpretar a cuatro manos entra dentro de lo asumible, el convertirse en pareja artística detrás de las cámaras ya es más peliagudo. ¿Cómo se organiza un rodaje con dos creadores y directores? Miel sobre hojuelas, según sus responsables. 

O, por ponerlo en palabras de Álvaro: “En la primera temporada de Vergüenza nos dimos cuenta que no podíamos estar los dos en set, porque el equipo no nos soportaba. Vimos que hay que dejar espacio. Así que cada uno dirige un capítulo. Y el resultado es fantástico”. La demostración, en Movistar+ en 2022.

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