'Las escalofriantes aventuras de Sabrina' enfada a los satánicos

Los usuarios de Netflix se han rendido ante Las escalofriantes aventuras de Sabrina y su vuelta de tuerca terrorífica al personaje que muchos conocimos a través de la sitcom de los 90. Sin embargo, la brujita adolescente de Kiernan Shipka está lejos de la de Melissa Joan Hart. Esta vez, conocemos a la joven Spellman a punto de cumplir 16 años, momento en el que debe elegir entre su vida como humana (con su novio y sus amigos en Greendale) y su vida como medio bruja dentro de la llamada Iglesia de la Noche, una especie de culto satánico comandado por el Señor Oscuro.

Lo más surrealista, sin embargo, ha pasado fuera de pantalla. El Templo Satánico, organización fundada por Malcolm Jarry y Lucien Greaves, la ha tomado ahora contra la serie por violar su propiedad intelectual. Graves ha sido precisamente el que ha tuiteado que la organización tomará "acciones legales" contra la serie de Netflix por "apropiarse del diseño de nuestro monumento con copyright para promover su estúpida ficción de pánico satánico". 

Además del tuit, Greaves ha enviado un comunicado por email (vía Broadly), en el que asegura que "una de las misiones centrales del Templo Satánico ha sido luchar contra la caza de brujas y el pánico irracional de las masas", añadiendo que existen "señales del resurgimiento del Pánico Satánico hoy en día, y como satanistas tenemos que hacer todo lo que podamos para luchar contra las representaciones descuidadas y dañinas".

Jarry, el otro fundador de esta organización, también ha enviado un comunicado en el que asegura que "si la resolución no funciona, tomaremos acciones agresivas para proteger nuestra propiedad intelectual". "Tenemos un copyright que se presentó en la Biblioteca del Congreso. Las estatuas y sus otras representaciones están protegidas", asegura Jarry, citando como ejemplo el hecho de que el servicio postal de EE UU tuvo que pagar una multa por usar sin autorización la imagen de la estatua de la Libertad.

El Templo Satánico es una organización religiosa que ejerce de defensor legal contra la colocación de estatuas religiosas en propiedades públicas, así como en todo lo relacionado con la inviolabilidad corporal. Así, en 2012, cuando se instaló en Oklahoma una estatua de los Diez mandamientos, el Templo respondió asegurando que tenían planes de construir al lado un monumento glorificando al Señor Oscuro, llamado Baphomet, y finalmente ganó el pleito.

Esa figura, Baphomet, vuelve a ser el gran motivo de la discordia en este caso. En Las escalofriantes aventuras de Sabrina, esta figura representa a Satán, el villano de la historia al que la joven bruja debe enfrentar a lo largo de la serie. En la academia de magia a la que acude, hay una gran estatua de Baphomet (en la imagen de abajo, a la izquierda) que se parece mucho a la creada por el Templo (derecha). Esta estatua, como la de la organización, muestra al personaje (con el rostro de una cabra) sentado, con dos niños que parecen adorarlo.

Lisa Soper, la diseñadora de producción de la serie, ya explicó anteriormente que la estatua que vemos en la ficción no se creó a partir de la del Templo: "Es una coincidencia". Cabe recordar que la figura de Baphomet ha sido representada durante más de un siglo, pero Jarry insiste en que la representación del Templo es "distinta y original" y tiene "numerosas características que no existen en las anteriores representaciones". 

De momento, los abogados de los fundadores han enviado una carta informando a la serie de que han violado su copyright al usar "nuestra imagen central como un icono para más sectas malvadas y canibalísticas". Jarry asegura que Netflix nunca se puso en contacto con ellos en lo referente a la estatua, aunque reconoce que, de haber sido así "la respuesta, por cómo se lo representa en la serie, habría sido 'no".