La clave de 'Bruja Escarlata y Visión' está en este libro de Philip K. Dick

¿Ha sido 'Ubik' la inspiración para la serie más rompedora de Marvel? Indagamos en ello sin exceder la dosis recomendada. 
'Bruja Escarlata y Visión' y la novela 'Ubik' de Philip K. Dick
'Bruja Escarlata y Visión' y la novela 'Ubik' de Philip K. Dick
Cinemanía
'Bruja Escarlata y Visión' y la novela 'Ubik' de Philip K. Dick

Capítulo a capítulo, Bruja Escarlata y Visión se ha revelado como mucho más que ese amable homenaje a las sitcoms clásicas del que nos habló Marvel. Tras su cuarto episodio, de hecho, la serie protagonizada por Paul Bettany y Elizabeth Olsen parece encaminada a una conclusión de traca, dispuesta a romper los límites del MCU tal y como los conocíamos ahora. 

Asimismo, parece que la showrunner Jac Schaeffer se mordió la lengua al hablar de sus fuentes de inspiración. Porque, o la memoria nos engaña mucho, o estas tramas de realidades construidas y mundos en metamorfosis no se encontraban ni en Embrujada, ni en Te quiero, Lucy, ni en La tribu de los Brady. ¿Hay algún lugar en el que podamos hallar argumentos parecidos? Pues parece que sí…

Y si decimos "parece" no es porque no lo tengamos claro, sino porque, con Philip K. Dick, uno nunca puede estar seguro de nada. El transcurrir de Bruja Escarlata y Visión hasta ahora nos trae muchos ecos de Ubik, novela publicada en 1969 por el autor literario de Blade Runner y que ha quedado como una de sus obras maestras. 

Portadas de 'Ubik', de Philip K. Dick.
Portadas de 'Ubik', de Philip K. Dick.
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No haría falta esta referencia directa para decir que Bruja Escarlata y Visión es una ficción muy dickiana. Además de las adaptaciones explícitas (Desafío total y la citada Blade Runner son las más notables), la obra del escritor ha inspirado películas que, como Matrix o Cypher, parten de su premisa habitual: la realidad no es lo que parece, y las barreras entre lo tangible y lo subjetivo son más frágiles de lo que pensamos. Una máxima del todo aplicable a lo que ocurre en Westview, desde luego.

Sin embargo, la serie que nos ocupa se ha fijado en Ubik especialmente, cosa que tiene su mérito. Porque, desde la aparición de la novela, muchos directores han intentado adaptarla sin conseguirlo: Jean-Pierre Gorin (con un guion escrito por el propio Dick) y Michel Gondry son algunos de los cineastas que se han estrellado tratando de llevar al cine su locura metafísica y su sentido del humor. 

Elizabeth Olsen en 'Bruja Escarlata y Visión'.
Elizabeth Olsen en 'Bruja Escarlata y Visión'.
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Así pues, que lo más similar a una adaptación de Ubik (si bien indirecta y referencial) venga del mundo marvelita supone una paradoja que hasta el propio Philip K. Dick hubiese encontrado la mar de divertida. 

Pero dejémonos de divagaciones y vayamos al meollo. Y, al comienzo de ese meollo, hallamos el hecho de que Ubik comienza siendo muy similar a una historia de superhéroes. O, más bien, a un thriller futurista de espías. Sus protagonistas son un comando de mercenarios dotados de poderes psíquicos, en ruta hacia la luna para enfrentarse a otra agrupación similar. 

De camino hacia nuestro satélite, los protagonistas sufren un atentado a resultas del cual muere Glenn Runciter, su jefe. Pero eso es solo lo que el autor espera que pensemos: de vuelta a la Tierra tras el fracaso de la misión, uno de los supervivientes (Joe Chip) empieza a encontrar pruebas de que los hechos fueron, en realidad, muy diferentes…

Por el bien de quienes aún no hayan leído Ubik (por favor, hacedlo cuanto antes), omitiremos detalles clave sobre el argumento de la novela: para hablar de sus conexiones con Bruja Escarlata y Visión, no los necesitamos (aún). Baste decir que, en ambas obras, es capital la idea de que el tiempo se desplaza de una forma contraria a nuestras expectativas. 

Por un lado, la cronología de Bruja Escarlata y Visión avanza a saltos por varias décadas, siguiendo la evolución de la comedia en TV. Recordemos la intro del segundo capítulo, donde los protagonistas pasan de dormir en camas separadas (como dictaban la moral y las buenas costumbres en los años 50) a compartir lecho… y a usar dicho tálamo para hacer bebés. Gemelos, para colmo. 

El transcurso del tiempo en Ubik sigue una regla similar, solo que al revés. Porque, en la novela de Dick, todo va marcha atrás: durante el desarrollo de la trama, los personajes pasan de encontrarse en su propio futuro chiflado a vivir en los años 60, cuando Dick escribía el libro, para acto seguido habitar en los comienzos del siglo XX. Y aún más lejos, de hecho. 

Muy cuco él, Dick tuvo en cuenta esta involución a la hora de llevar su libro a la pantalla: según ese guion que nunca llegó a rodarse, la cinta debía comenzar en color y en CinemaScope para después ir retrocediendo al blanco y negro y al formato 4:3… y de ahí, al cine mudo. De hecho, uno de los momentos del filme debía simular cómo la propia película se descomponía, dejando la pantalla en blanco. ¿Una inspiración para Joe Dante en Gremlins 2? Ojalá…

Imagen de 'Bruja Escarlata y Visión'.
Imagen de 'Bruja Escarlata y Visión'.
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Pero esto podría ser marginal si no tuviéramos en cuenta otra constante compartida por Ubik y por la serie de Marvel. Hablamos de esos anuncios que tanta gracia nos hacían al principio en la serie. Y que (¡sorpresa!) también son una parte integral de la novela. 

Porque, si Bruja Escarlata y Visión da una dosis publicitaria en cada episodio (¿tú también quieres un reloj del Barón Strucker?), los personajes del libro sufren su propio bombardeo de anuncios. Y no solo ellos: antes de cada capítulo, los lectores nos encontramos con mensajes que promocionan desde café a aspiradoras, pasando por un champú. La marca de estos productos siempre es "Ubik". Y su publicidad siempre acaba con un enigmático "Inofensivo si se siguen las instrucciones". 

Si estas similtudes ya empiezan a escamarte, dejemos claro que no acaban aquí. Porque, tanto en Ubik como en Bruja Escarlata y Visión, los intentos de comunicarse entre los habitantes de dos realidades paralelas son cruciales. Como también es crucial el hecho de que esos intentos siempre acaban de aquella manera. 

De la misma manera que un dron de S.W.O.R.D. se transforma en helicóptero de juguete, o que un comando en traje de aislamiento emerge en Westview convertido en un apicultor (con abejitas y todo), la fractura entre los dos mundos de Ubik también altera la información que pasa entre ellos. Y cuando un mensaje crucial para el futuro del universo acaba convertido en una pintada en un urinario público (con el esperable vocabulario), queda claro que este Apocalipsis ha sido tramado por un cachondo mental. 

Elizabeth Olsen en 'Bruja Escarlata y Visión'.
Elizabeth Olsen en 'Bruja Escarlata y Visión'.
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Las similitudes entre Ubik y Bruja Escarlata y Visión podrían no quedarse aquí, pero eludiremos seguir adelante para evitar las especulaciones y los spoilers (del libro, y quién sabe si también de la serie). Baste decir que tanto esta desconfianza hacia la realidad tangible como este sentido del humor son constantes en la producción dickiana, y que pueden encontrarse en otros libros del autor como Ojo en el cielo y Tiempo desarticulado. Fuentes de las que la serie también parece haber bebido. 

Asimismo, la creatividad de Jac Schaeffer y su equipo para llevarse estas referencias a un contexto marvelita es innegable. Y también lo es el hecho de que la autora (que admite no estar muy puesta en las películas, y menos aún en las viñetas) ha vibrado en la misma longitud de onda que otros trabajos tan interesantes. Por ejemplo, los cómics de Visión escritos por Tom King entre 2015 y 2016. Si los ha leído o no, es lo que menos debería importarnos. 

En realidad, para encontrar las respuestas a estos posibles préstamos e inspiraciones tendríamos que hacerle el test de Voight-Kampff tanto a Schaeffer como a Kevin Feige. Y miedo nos dan los resultados que podríamos obtener. Pero hay un último detalle sobre el que sí estaría bien hacer hincapié. 

Porque en Ubik, como en muchos otros libros de Philip K. Dick, todo es confuso salvo una última moraleja: la salvación es un concepto relativo, y todos podemos encontrarnos en situación tanto de necesitarla como de brindársela a otros. Aunque a la serie le quede aún bastante camino por recorrer antes de su colofón, esperemos que los autores se hayan contagiado del humanismo de Dick y de su confianza en lo mejor del espíritu humano. Sobre todo, por el bien de Wanda. 

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