Atención, fans de Juego de tronos: ¿qué momento de la primera temporada nos avisó, según vosotros, de que el culebrón medieval-fantástico no se iba a andar con chiquitas? Podríamos decir que fue cierta decapitación, la boda entre Daenerys y Khal Drogo o aquel "Qué cosas hago por amor", ¿verdad? Pero, en nuestra opinión, donde el show de HBO sí que cruzó la línea fue cuando la pobre Sansa Stark perdió a su loba huargo Dama. En aquel episodio aprendimos que en las historias de George R. R. Martin los inocentes nunca están a salvo, y también que Joffrey es un mal bicho. Ahora bien, ¿nunca os habéis preguntado qué pasó con el cánido de marras -en realidad, una hembra de perro esquimal- tras su salida de la serie?
Pues muy sencillo: se la quedó la propia Sansa. Es decir, Sophie Turner: el diario británico The Coventry Telegraph ha publicado unas fotos de lo más entrañables en las que aparecen la actriz y Zunni, que así se llama su mascota. "Sabíamos que Dama iba a morir, y que iban a buscarle una familia, así que mi madre les persuadió [a los productores de la serie] de que nos dejaran adoptarla", explica Turner, que tenía 13 años cuando comenzó el rodaje de la serie. Aquí podéis verlas posar juntas en un par de fotos donde parecen llevarse a las mil maravillas. Nada raro para quienes saben que, a los Stark, los animales suelen dárseles mejor que bien...
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