El caso del asesino de gatos de Internet llega a Netflix

‘Dont F**k with Cats. Hunting an Internet Killer’ narra la historia real de Luka Magnotta, que tras asesinar a varios animales terminó con la vida de otro joven.
El caso del asesino de gatos de Internet llega a Netflix
El caso del asesino de gatos de Internet llega a Netflix
El caso del asesino de gatos de Internet llega a Netflix

Hasta qué punto somos responsables de que los asesinos en serie perpetren sus delitos. Los usuarios de las redes sociales, los medios de comunicación, la gente de la calle… ¿en verdad somos culpables de dar fama a aquellos que buscan llamar la atención a toda costa? ¿El morbo de los casos para conocer todo hasta el milímetro aúpa a esta clase de individuos? ¿No es justo lo que ansían? Son algunas de las cuestiones que nos surgen con la historia del asesino de gatos de Internet.

Dont F**k with Cats. Hunting an Internet Killer (en España A los gatos, ni tocarlos: Un asesino en Internet) es la nueva docuserie de Netflix que viene para responder muchas dudas- y dejarnos con otras tantas incógnitas- sobre la verdad de cómo se crea un asesino en serie. La producción nos cuenta el caso real del canadiense Luka Rocco Magnotta, que en 2012 acabó con la vida del estudiante chino Jun Lin y público las imágenes en las redes. Unos hechos que vinieron precedidos por una serie de vídeos compartidos en Internet, donde asfixiaba, ahogaba y daba de comer a una pitón a varios mininos. Sin olvidar al cachorro que mató junto al joven asiático.

Desde luego, la plataforma quiere incidir en nuestra parte responsable como sociedad en la búsqueda del morbo, como ya sucedía hace tan solo unos meses con el documental de El caso Alcàsser. Una crítica que recuperan las más de tres horas, divididas en tres partes, y dirigidas por Mark Lewis.

A partir de aquí contamos cosas sobre el caso real que narra el documental, las cuales no pueden ser consideran spoilers si eres un adicto a las noticias que suceden en el mundo...

El origen de un monstruo

Cabe destacar, que hasta yo mismo como autor de este artículo me planteo si postergo el nombre de este individuo y acuso a la incoherencia del objetivo del documental. Sin embargo, la producción viene para demostrar la necesidad de visibilizar cómo se crea un monstruo de la nada, para poder ver los signos desde el comienzo. Merece la pena compartirlo.

El joven canadiense vivió una infancia disfuncional donde sufrió bullying por su presunta bisexualidad y su aspecto físico. Esto hizo que se protegiera acudiendo a su gusto por actores del cine clásico, como James Dean o Marlene Dietrich, como vía de escape. Su gusto por alcanzar la fama nacía de esta forma.

Con tan solo 16 años, el joven decidía probar suerte y mudarse de Montreal a Toronto para ser actor y modelo. Esto haría que durante años hiciera castings sin éxito. El germen de todo su plan ya se hacía fuerte. El estrellato jamás podría escaparse de sus manos…

Todo por la fama

¿Su fuente de inspiración? American Psycho, Atrápame si puedes, Instintos básico o Casablanca, cuatro películas con las que estaba obsesionado, entre otras. Sin embargo, aquí reaparece el mismo debate de siempre sobre la influencia del cine en las personas. Lógicamente, todo producto audiovisual es otro factor más que afecta a la construcción de nuestra personalidad, pero hasta qué punto incide como un mero factor más de esta o es pleno impulsor de los actos delictivos.

Desde luego, servidor a día de hoy después de ver Misión Imposible no tiene ganas de saltar de edificio en edificio. ¿Un cine basado en los mundos de Yupie de verdad iba a evitar estos actos? Acusamos una y otra vez a las películas porque es lo más fácil para dormir tranquilos y evitar la importancia de nuestros actos en las redes sociales. Los linchamientos, la búsqueda del morbo, la obsesión con que nuestras ideas son las únicas que valen... todo esto y más es recogido de manera magistral en el documental, con su propia dosis de crítica hacia sí mismo.

Los frikis de Internet

Todo se inicia y termina con una serie de personas obsesionadas por la vida digital (Deanna Thompson y John Green), que comienzan un grupo de Facebook sobre el asesino de gatos en Internet y hacen que la bola aumente cada vez más. Los propios miembros de esta comunidad se señalan como posibles responsables de un suicidio, de alguien que nada tenía que ver, y del aumento de la violencia de Magnotta, por prestarle demasiada atención. Sin embargo, Dont F**k with Cats. Hunting an Internet Killer también hace una un juicio hacia los policías de distintos países que no hacen caso a lo que sucede en la web, hasta que se encuentran restos humanos en maletas. Ver para creer.

Magnotta finalmente fue detenido en Berlín tras un periplo por Londres, Toronto, Montreal y París, y en la búsqueda en ese momento de una nueva víctima. Momento en el que en un giro de acontecimientos culpa a Many López como responsable de coacción de estos hechos. Un hombre que supuestamente había conocido en su época como scort en páginas gays. Y aunque el documental señala algunas pistas sobre un posible segundo interventor en los trágicos sucesos, y no termina de explicar ciertas pistas relacionadas, sí que confirma que la historia es inventada de principio a fin por un espeluznante, a la par que brillante, Magnotta. Un hombre que durante años planeó todo y dejó cerrados cabos para su posterior (y esperada) detención.

Un final agrio

No solo el documental deja con mal cuerpo y a la vez impresiona por la ferocidad de los hechos reales, que no evita actos tan horribles como el envío de miembros amputados del joven asesinado a los políticos canadienses, sino que también visibiliza cómo Magnotta consigue lo que se propone: ser reconocido en todo el mundo. A pesar de todo, evita hechos morbosos sobre el canibalismo y la necrofilia del homicida.

La historia feliz (que no recoge ya el documental) sería la de Magnotta en la cárcel jugando a videojuegos, viendo películas y casándose con otro recluso (curiosamente otro asesino, Anthony Jolín), como cuenta el libro My son, the killer, escrito por Brian Whitney con la ayuda de la madre del asesino.

No sabemos lo que tiene el mundo de los asesinos en serie que atrae a la sociedad y la repugna a la misma vez. Algunos de los últimos ejemplos claros son producciones de gran éxito como Érase una vez en Hollywood, La casa de Jack o Mindhunter. Desde luego la ficción es tan solo eso, pero lo que hacemos en las redes repercute mucho más de lo que creemos. El morbo nunca fue bueno.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento