'Cobra Kai' sigue golpeando con fuerza y sin piedad, pero parece haber olvidado todo lo demás: crítica de la quinta temporada

La serie regresa con más acción y varias apariciones especiales pero dando señas de un claro agotamiento y sin rumbo fijo.
Imagen de la quinta temporada de 'Cobra Kai'
Imagen de la quinta temporada de 'Cobra Kai'
Netflix
Imagen de la quinta temporada de 'Cobra Kai'

Una temporada que empieza en México, pasa brevemente por Japón y Corea y termina en la cárcel podría sonar a algo atrevido y muy cañero, dos de los aspectos con los que habíamos asociado hasta la fecha a Cobra Kai. Porque en la nueva entrega de Johnny Lawrence (William Zabka) y sus muchachos apenas se atisban los movimientos que nos habían hecho enamorarnos de la serie desde su primera patada.

A lo largo de sus cuatro temporadas, Cobra Kai había sido capaz de plantear un montón de cuestiones contemporáneas más que interesantes y desde ángulos distintos. En sus primeras temporadas había sentado sus bases en el contraste del mundo ochentero (representado por Johnny y, en menor medida, Daniel Larusso) con la cultura woke y la sociedad millenial. Había demostrado que la historia la escriben los vencedores, pero también esta dictamina quiénes son "los buenos de la historia", exponiendo una lectura muy distinta de todo un clásico de culto como Karate Kid. 

Pero, sobre todo, Cobra Kai era una aguda reflexión sobre cómo el bullying ha evolucionado y las tornas han cambiado, hasta el punto de que los matones pueden estar en cualquier parte, en un tatami o detrás de un ordenador. Un tema que había ido desarrollando en las últimas entregas e incluso trasladado a los padres más que a los hijos, poniendo el foco sobre cómo muchas de las dinámicas del instituto terminan reproduciéndose en la vida adulta. Todo ello siempre culminado con grandes combates de karate y música alucinante, porque si no no sería lo mismo. Todos esos grandes movimientos que esgrimía la serie parecen haberse esfumado en esta quinta temporada, aunque haya alguna que otra noticia positiva.

Johnny y su hijo Robby estrechan lazos en su viaje a México para encontrar a Miguel y llevarlo de vuelta al Valle
Johnny y su hijo Robby estrechan lazos en su viaje a México para encontrar a Miguel y llevarlo de vuelta al Valle
Netflix

México, una de las muchas ratoneras

La anterior temporada había concluido con una promesa de Miguel, la de encontrar a su padre biológico, que podía extenderse a la serie como una señal de que esta entrega ahondaría más en los personajes en vez de concentrar todas sus fuerzas en preparar el campeonato de karate. La nueva empieza efectivamente con Miguel adentrándose en México -donde le roban nada más llegar, se organizan peleas ilegales y se organizan concursos de chile, pero lo de la estereotipación lo dejamos para otro día- en busca de su progenitor, Héctor Salazar. Mientras tanto, Johnny y Robby -al que ha engañado con la excusa de un viaje padre-hijo- comienzan a entenderse después de la reconciliación en la pasada temporada.

Sin entrar en detalles de lo que ocurre allí, esta trama inicial sirve como ejemplo de uno de los grandes vicios de esta quinta temporada: bifurcar la historia para llevar a carreteras sin salida. Sucede con Miguel en México, pero también con la crisis matrimonial de Daniel (Ralph Macchio) y Amanda (Courtney Henggeler), la escapada de esta a su pueblo natal -con una improvisada y ridícula "pelea de gatas"- o el enfrentamiento entre Keene, el joven introducido en la anterior temporada que sufría bullying, y Robby, su antiguo mentor y amigo que ahora ve en él una nueva amenaza.

Pero si hay algo que dé más rabia que tramas que no lleven a ninguna parte, es una que realmente lleve a un sitio pero se quede sin resolver. Es el caso de Sam (Mary Mouser), quien comienza la temporada cansada de su familia, de su novio y, sobre todo, del karate. La idea de que una adolescente esté hasta las narices del todo no es nueva, pero que en una serie en la que todo va tan deprisa un personaje se plantee si necesita un descanso para curar sus heridas y recuperar algo de salud mental era una propuesta más que interesante y acorde al tono cada vez más moderno de la serie. 

Samantha Larusso, el único personaje que empieza ser consciente de que el sueño del karate produce monstruos
Samantha Larusso, el único personaje que empieza ser consciente de que el sueño del karate produce monstruos
Netflix

Sin embargo, Sam se vuelve a ver enfrascada de nuevo en la gran trama karateka y no se vuelve a saber nada de sus duelos y dudas internos que tanto prometían. Como exterioriza en un momento dado uno de los nuevos personajes, hay quien está tan concentrado en sus batallitas personales que se olvida de lo realmente importante.

Los regresos no siempre son como uno espera

Hablando de nuevos personajes, merece la pena hacer un inciso para hablar de otro vicio no ya de la temporada sino de la serie en general -y casi de cualquier otro spin-off o continuación ochentera- como es el de rescatar personajes del pasado. En esta nueva temporada tenemos hasta 3 personajes nuevos de gran relevancia, dos viejos conocidos de la saga Karate Kid y un tercero ficcionado Kim Da-Eun (Alicia Hannah-Kim), la hija del maestro surcoreano que instruyó en su día a Terry Silver en el camino del puño. 

Silver fue precisamente la gran baza, de entrada por rescatar los flashbacks de Vietnam de Kreese y en última instancia por ocupar su puesto como el malo malísimo de la serie. Aunque carece del carisma natural de Kove, Thomas Ian Griffith encarnaba otro tipo de mal, mucho más manipulador y centrado en la corrupción más allá de la violencia que  justificaba en gran medida su apuesta. Sin embargo, que te salga una o dos veces bien traer de nuevo a un actor desaparecido no significa que te vaya a salir bien todas.

Sean Kanan como Mike Barnes, un viejo conocido de 'Karate Kid' que regresa en esta quinta entrega
Sean Kanan como Mike Barnes, un viejo conocido de 'Karate Kid' que regresa en esta quinta entrega
Netflix

Y es que en esta nueva temporada nos encontramos con Mike Barnes (Sean Kanan), otrora la peor pesadilla de Daniel-san y ahora convertido en un honrado vendedor de muebles que intenta llevar una vida tranquila alejada del karate. Su aparición vale más por el cameo en sí que porque aporte realmente algo a la serie, evidenciando que lo que antes la serie usaba como un arma se ha convertido ahora poco menos que en una réplica de Marvel y sus inútiles guiños. 

Algo parecido sucede con el personaje de Chozen (Yuji Okumoto), quien aparece primero como sicario, después como espía, más tarde como mentor y no termina de cuajar en ninguno de estos roles, más allá de servir como una muy lejana réplica de la alargada sombra de Miyagi. Aparece hasta Robyn Lively recuperando su papel de Jessica Andrews, interés amoroso de Daniel en la tercera entrega de Karate Kid y ahora una prima de Amanda que se revela como la celestina que los juntó. Solo falta que llamen a Hilary Swank aunque la actriz ya no sepa ni de qué va la vaina.

Larga vida a John Kreese

Pero no todo iban a ser malas noticias en esta quinta entrega. Las coreografías karatekas siguen siendo uno de sus fuertes, pervive algún que otro momento musical ochentero (mención aparte para Johnny, Daniel y Chozen cantando Eye of the Tiger en una limusina) e incluso hay regresos que funcionan mejor que los mencionados como el de Paul Walter Hauser (Richard Jewell) como Raymond 'Raya Látigo' o, sobre todo, el de Martin Kove como John Kreese, ahora encerrado en la cárcel después de que Silver se la jugara para quedarse su puesto al mando de Cobra Kai.

Martin Kove como John Kreese, antiguo líder de Cobra Kai y convicto reformado en esta quinta temporada
Martin Kove como John Kreese, antiguo líder de Cobra Kai y convicto reformado en esta quinta temporada
Netflix

El "menos es más" que debería haberse aplicado la serie en cuanto a su incorporación de personajes no aplica aquí, pues la trama de Kreese se sostiene por la carismática interpretación de Kove, aquí en una película carcelaria única. El actor es el protagonista del prólogo y del epílogo, probablemente dos de los mejores momentos de esta quinta temporada, y no deja de ser irónico que ambos sean con el My Way  de Sinatra de fondo. Porque Cobra Kai necesita replantearse muchas cosas o bien tomarse un merecido descanso como el que pedía Sam para volver con más energías y mayor inspiración. Sigue golpeando con fuerza, sin piedad y cada vez con más efectivos, pero parece haberse olvidado de todo lo demás que la hizo tan grande.

¿Quieres recibir todos los viernes en tu correo las mejores recomendaciones de cine y series? Apúntate a nuestra Newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento