El origen de Star Wars Rebels es inseparable de la compra de Lucasfilm por Disney en 2012. La Casa del Ratón no quería preocuparse de controlar lo que cientos de juegos, novelas y cómics habían construido hasta entonces como Universo Expandido, así que optó por sacarlo todo del canon y meterlo en un cajón de sastre perezosamente llamado Star Wars Legends.
Lo que Dave Filoni había narrado hasta ahora en The Clone Wars podía valer, pero igualmente Disney puso la serie en suspenso y prefirió darle al creador de Ahsoka Tano un proyecto que encajara mejor con la identidad a la que querían plegarse de cara a las inminentes secuelas para cine. Rebels debía ser una serie más familiar, con una animación que bebía de los viejos bocetos de Ralph McQuarrie pero que igualmente parecía infantil y encajaba con un tono más tendente a la aventura de la trilogía original que a las intrigas políticas de las precuelas.
Al principio, esto desató las suspicacias de los fans, pero Rebels fue encontrando su propio rumbo. Uno marcado por el ímpetu creativo de Filoni, que en cuanto pudo conectó la serie con The Clone Wars a través de personajes como Darth Maul, Rex o, por supuesto, Ahsoka.
Además, Star Wars Rebels experimentó en tiempo real la rectificación de Disney con respecto al Universo Expandido; según la compañía empezaba a ser consciente de las posibilidades que latían bajo esas toneladas de descartes. Fue así como el Gran Almirante Thrawn (creado por Timothy Zahn para unas novelas de los años 90 hoy consideradas fuera de canon) reapareció y se convirtió en el gran villano de la serie.
A bordo del Fantasma
Lars Mikkelsen puso voz a este temible personaje que el Imperio enviaba con su Séptima Flota para contener el estallido rebelde de Lothal: el planeta que focaliza la trama de Rebels previo a lo narrado por la trilogía original de Star Wars.
Mikkelsen pasa a interpretar a un Thrawn de carne y hueso en Ahsoka, prosiguiendo su enfrentamiento con la Jedi renegada que Rosario Dawson empezara a encarnar para The Mandalorian, y fortaleciendo la peculiar tesitura en la que nace el nuevo show: la secuela en acción real de una serie de animación. No obstante, la enemistad de Ahsoka y Thrawn nunca fue el centro de Rebels. De hecho, Ahsoka ni siquiera llegó a ser protagonista, sino una aliada recurrente.
Los personajes principales de Rebels son los que forman la tripulación de la nave Fantasma. Originalmente teníamos a la capitana Hera Syndulla (a quien Mary Elizabeth Winstead interpreta en Ahsoka), a la mandaloriana Sabine Wren (Natasha Liu Bordizzo), al carismático astrodroide Chopper, a Zeb Orrelios (que hizo un cameo en la tercera temporada de The Mandalorian), al maestro Jedi Kanan Jarrus (secretamente enamorado de Hera) y a su aprendiz, Ezra Bridger.
Ezra es lo más parecido a un protagonista de Rebels, pues su formación como Jedi canaliza gran parte de los conflictos. Incluido un coqueteo con el Lado Oscuro representado por el traicionero Darth Maul, que sigue su propio camino en el marco de las primeras luchas del Imperio contra las tropas insurrectas.
La historia de Ezra se supedita a la consolidación de la Alianza Rebelde —enlazando con Rogue One a través de Mon Mothma, Bail Organa y por supuesto la princesa Leia— y da pie a acontecimientos de alcance histórico. Tales como el enfrentamiento final de Maul y su odiado Obi-Wan Kenobi durante el retiro de este en Tatooine, o el inevitable reencuentro de Ahsoka —ahora una líder rebelde con el nombre en clave Fulcrum— y Darth Vader, antes conocido como Anakin Skywalker, su maestro.
El duelo entre ambos es clave para la historia principal de Star Wars, no tanto por el dramatismo o porque inicialmente Ahsoka parezca morir durante el combate como porque a partir de él descubrimos que los viajes en el tiempo existen en la galaxia. Más o menos.
El Mundo entre Mundos es un plano místico entre el espacio y el tiempo al que se puede acceder mediante la Fuerza. Se trata de un hallazgo tan revolucionario como para que el emperador Palpatine quiera planear una futurible resurrección a través de él, pero Ezra logra impedirlo —con lo que Palpatine tendrá que buscarse un plan B cuya culminación veremos en El ascenso de Skywalker— a la vez que utiliza el Mundo entre Mundos para evitar la muerte de la antigua padawan de Skywalker. De modo que Tano queda en deuda con él, y esta deuda es fundamental hacia el final de Rebels. También es el desencadenante de Ahsoka.
La conexión de 'Rebels' y 'Ahsoka': la búsqueda de Ezra
En el último capítulo de Star Wars Rebels, Bridger derrotaba a Thrawn utilizando su vínculo con los purrgil —unas ballenas alienígenas cuyos poderes afectan al hiperespacio—, de forma que enviaba al Almirante y su nave a confines remotos de la galaxia. El problema es que el joven Jedi también iba en esa nave, y el epílogo de Rebels mostraba que hacia el término de la guerra, luego de El retorno del Jedi, Ezra seguía en paradero desconocido.
Entonces su maestro Jarrus había muerto —no sin antes tener un hijo con Hera, Jacen Syndulla—, y se insistía en que la desaparición de Thrawn había sido determinante para que los rebeldes pudieran ganar la guerra. Con lo que Ezra Bridger se había convertido en un héroe legendario, pasando a los anales de la historia, y Ahsoka se proponía encontrarlo por fin en compañía de Sabine Wren.
The Mandalorian la mostró en plena investigación mientras los supervivientes del Imperio se preparan para el supuesto regreso triunfal de Thrawn, y Ahsoka se dispone a continuar la historia. Por fin, con la creación más querida de Dave Filoni como protagonista absoluta.
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