Mike Senna no era ningún novato en la construcción de robots fílmicos cuando, hace dos años, decidió crear un Wall·E real completamente idéntico al de la película de Pixar. En 2003 ya empezó a construir un R2-D2 auténtico, cuyo resultado fue un éxito que lleva a fiestas infantiles y a visitar a niños enfermos en hospitales. Sin embargo, el desafío de un Wall·E de tamaño real y plenamente operativo era mayor. Después de ver un incontable número de veces el filme de animación, con mucha dedicación y esfuerzo (25 horas de trabajo a la semana), sin más planos que, bueno, los de la película, ha conseguido completar su obra. Como puedes comprobar en el siguiente vídeo, el resultado es asombroso, con el enternecedor robot moviéndose, saludando y haciendo su sonido característico. Sí, ya sabemos que quizás el tamaño final del robot sea demasiado grande, pero... ¿realmente le vas a poner pegas así a un hombre que ha construido un Wall·E de verdad?
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