'The Sparks Brothers': Edgar Wright retrata a la banda de culto de tus bandas de culto

Este documental es la mejor puerta de entrada en el peculiar universo conceptual y musical de Sparks.
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Lees que pronto se estrenará una película con Adam Driver y Marion Cotillard, y ya tienes ganas de verla. Te enteras de que es un musical y se acrecienta tu curiosidad, sobre todo si viste a Driver cantar en Historia de un matrimonio. Profundizas, y si conoces un poco el cine surrealista y visualmente deslumbrante de Leos Carax te intrigas aún más al saber que el francés es el director. 

Los que les amamos, sin embargo, sabemos que el auténtico aliciente de la película, por encima incluso de los nombres mencionados, es que tanto el libreto como la música de este cóctel desconcertante, que llevará por título Annette, tiene por autores a Ron y Russell Mael, aka Sparks.

¿Y quiénes son Sparks?, puede que te preguntes. Para saberlo, para iniciarte en el enigmático y cambiante mundo de los hermanos Ron y Russell Mael, nada mejor que otra película. El documental The Sparks Brothers, dirigido por Edgar Wright, fue estrenado en la versión online del Festival de Sundance, y es el resultado de muchos meses de entrevistas, recopilación y montaje de vídeos del dúo desde sus inicios a finales de los 60 a la actualidad, cuando la banda sigue gloriosamente en activo y facturando algunos de sus discos más originales.

¿Quiénes son Sparks?

Espera un momento, te dices. ¿No habías hablado de dos guionistas? ¿Cómo que “la banda”? ¿Hablamos de dos músicos o de dos escritores? Hablamos de dos hermanos californianos que fueron definidos, en la época de sus inicios glamrockeros, como “la mejor banda de pop británica que nunca salió de Estados Unidos”; hablamos de un fenómeno musical de culto que influyó en Queen, Faith No More, Pet Shop Boys o Franz Ferdinand; hablamos de dos tipos que inventaron el formato del dúo electrónico junto a Giorgio Moroder en 1979 pero después, renuentes siempre a encasillarse, cultivaron el soft rock, el chamber pop y el sonido Prodigy. 

Tras una personalísima carrera de más de cuatro décadas (recorrido heterogéneo al máximo, pero casi siempre reconocible por el falsetto de Russell y las refulgentes, siempre imaginativas, a veces descacharrantes letras de Ron), no hallarían paz los hermanos Mael hasta poder plasmar en un proyecto cinematográfico digno de su talento su proverbial amor por el séptimo arte. Ese proyecto es Annette, y su antesala es el documental de Wright sobre la carrera musical más ecléctica e infravalorada de todos los tiempos.

Edgar Wright y Sparks

Wright, fan de Sparks desde su infancia (la de Edgar, no la de más lejana en el tiempo de Ron y Russell) descubrió un día con incredulidad que sus ídolos le habían devuelto el follow tuitero. El director de Baby Driver o Zombies Party no podía creerlo. Les mandó un DM lleno de intriga y perplejidad. “Sí, somos nosotros, nos encantan tus películas”, respondió Russell con toda sencillez. 

La mutua admiración cristaliza ahora en este collage de filmaciones vintage y entrevistas exclusivas con algunos de los más ilustres sparkistas tanto de la escena musical (Flea de Red Hot Chilli Peppers, Joe Elliott de Def Leppard) como del mundo del (antaño) celuloide (Mike Myers o Jason Schwartzman son feroces devoradores de cuanto lleve el sello de los Mael).

Como curiosidad cabe citar que The Sparks Brothers era el nombre que su discográfica, allá por los primeros 70, había ideado para el grupo. “Nos parece una idea horrible hacer constar en el nombre que somos hermanos solo por el hecho de que lo seamos”, respondió Ron, “así que nos quedamos con lo de Sparks pero lo de Brothers os lo dejamos a vosotros”.

-¿Os parecería bien que el documental se llamara The Sparks Brothers?- les pregunta, medio siglo después, Edgar Wright en un momento del propio documental.

-Pues hombre, si no se te ocurre nada mejor...

Si aún no tenéis el gusto, preparaos para entrar en el peculiar universo conceptual y sonoro de un dúo que Irvine Welsh me definió una vez como “demasiado oscuro para el público mainstream, pero demasiado luminoso para las almas torturadas”...

... todo ello mientras esperamos la llegada de Annette.

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