En El despertar de la Fuerza conocimos a Rey, una chatarrera de Jakku que en su vida había tocado un sable láser, pero que al poco de cogerlo demostraba manejarlo con una soltura capaz de rivalizar con Kylo Ren, mucho más entrenado que ella. Por no hablar de su sensibilidad a la Fuerza, muy considerable pese a que aún no había recibido entrenamiento alguno. Muchos fans creyeron que esta precocidad quedaría explicada en cuanto resolviéramos la incógnita de quiénes eran sus padres, pero Los últimos Jedi lo hizo... y nos quedamos un poco igual.
Los padres de Rey sólo eran unos chatarreros, y no había explicación para el hecho de que el personaje de Daisy Ridley desarrollara sus poderes a mucha mayor velocidad de lo que en su día hicieron Anakin y Luke Skywalker. Tras dirigir el Episodio VII (e inaugurar el enigma), J.J. Abrams vuelve como realizador en El ascenso de Skywalker, y durante la misma entrevista con Rolling Stone en la que aceptó las críticas de George Lucas hacia la primera entrega de la nueva trilogía, se ha referido brevemente a este enigma.
"Sí, da miedo, ¿verdad?", contestó sonriendo ante la pregunta de cómo era posible que Rey aprendiera tan rápido. "No es accidental", añadió. Algo que se puede interpretar como que hay una razón específica por la cual Rey fue capaz de derrotar a Kylo Ren durante su primer combate, y que esta la descubriremos según El ascenso de Skywalker, que culminará la saga principal de Star Wars, se estrene este 19 de diciembre.
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