[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE RIVALES]
Tras estrenar Dune: Parte Dos hace tan solo un par de meses, Zendaya regresa a la gran pantalla con un proyecto muy personal, Rivales, la nueva película de Luca Guadagnino (Call Me by Your Name) que, además de protagonizar, también produce.
La californiana se mete en la piel de Tashi Duncan, una extenista profesional reconvertida en entrenadora, que inscribe a su marido, Art Donaldson (Mike Faist), campeón de Grand Slam, en el ATP Challenger Tour de New Rochelle. En este torneo, se reencuentran con Patrick Zweig (Josh O'Connor), otro atleta, exnovio de Tashi y ex-mejor amigo de Art.
La pista pronto se transforma en el escenario donde se desatan los sentimientos, las pasiones y los deseos de sus protagonistas mientras saltamos del presente al pasado para que la película nos cuente la historia del trío.
La destreza personal, la competitividad en un deporte de élite y los celos se entremezclan con dinámicas amorosas y sexuales entre los personajes principales, que viven así un apasionado romance a tres bandas desde su juventud hasta el partido final en el que se disputa mucho más que un título. Analizamos el impetuoso desenlace de Rivales.
'Rivales': el tie break, explicado
Rivales arranca y finaliza con la final del torneo Challenger entre Art y Patrick, en un último set agónico, sudoroso y cargado de tensión. Hay muchas cosas en juego: la victoria, pero también una carrera deportiva, una amistad y hasta un matrimonio.
Art arranca como favorito en un partido que se decide al mejor de tres sets. Su carrera profesional lo avala, pero jamás ha conseguido vencer a Patrick. Recordemos que Patrick se ganó su primera cita con Tashi tras imponerse a su amigo en la final del Abierto de EE UU júnior.
Art y Patrick se reparten los dos primeros sets mientras el filme nos explica que Art quiere retirarse y que esta final podría costarle su matrimonio. Para cuando llegamos al tercer set, el marcador no podría estar más igualado, llegando al 5-6. Patrick tiene que mantener su servicio y ganar el juego si no quiere perder el encuentro.
Llegados a este punto, también sabemos que Tashi y Patrick se han acostado la noche anterior. La protagonista se reúne con su ex para pedirle que se deje ganar en la final y así salvar la carrera de Art y, de paso, su matrimonio. Todo indica que Patrick va a obedecer a Tashi y ceder ese juego, pero, justo cuando está por hacerlo, con el marcado a 30-40, abandona su característico saque con la raqueta rozando su espalda y, en su lugar, coloca la pelota en la garganta de la raqueta.
Este saque tradicional tiene un significado para ambos amigos: al comienzo de la película, cuando Patrick y Art son adolescentes y el primero acaba de tener su primera cita con Tashi, Art le pregunta si se han acostado; no necesita pronunciarlo, solo tiene que confirmarlo poniendo la pelota en la garganta de la raqueta al sacar. Al volver a usar este saque en la final del Challenger, Patrick desvela a Art que se ha acostado con su mujer.
Art, visiblemente cabreado, regala el juego a Patrick con un "Que te jodan" que le vale un punto de penalización. Llegamos al tie break, con Art, aparentemente hastiado y enfadado, lanzando un saque que va directo a la cabeza de Patrick. Sin embargo, en su segundo saque, el rubio se abandona a la competitividad descontrolada que Tashi siempre quiso ver en él.
Él y Patrick se enzarzan en un punto largo, agotador y violento, que finaliza con Art saltando para hacer un smash a su examigo. Debido a la fuerza del impulso, el tenista se precipita por encima de la red y cae sobre Patrick. El punto finaliza con ambos sobre la pista, abrazados y sudorosos, mientras Tashi, de pie en la grada, grita: "¡Vamos!".
Lo siguiente que vemos son los créditos finales de Rivales. No sabemos quién gana el partido. No sabemos a quién elige Tashi, si es que lo hace. Pero todo eso importa poco: Art ha recuperado su confianza, Patrick ha vuelto a jugar contra su mejor amigo y Tashi ha conseguido que 'sus chicos' exploten su potencial y ha revivido con ellos sus años dorados como prodigio del tenis. Los tres se han reencontrado.
Al comienzo del filme, Tashi explicaba a los protagonistas que la forma más pura de tenis son dos personas en la pista compartiendo un momento de excelencia física sublime. No están compitiendo, están contando una historia. Este final orgásmico es justamente eso: un partido a tres cargado de sudor, agotamiento, deseo y reencuentro.
'Rivales': significado del final
En declaraciones a EW, O'Connor se ha referido al desenlace del filme. "Al final de la película, se han reencontrado", ha contado: "Han estado buscando un camino, y lo han hecho terriblemente mal, para satisfacer la necesidad, el hambre que sienten por los otros. E intentan encontrar el camino de formas diferentes".
"Para Art, tal vez sea dejando el tenis y estando con su familia, reconectando con su mujer", ha continuado el actor: "Para Tashi, es encontrar la satisfacción en el tenis que perdió al ver que su carrera se paralizaba. Para Patrick, también es encontrar esa sensación de fluidez que tenía cuando jugaba a tenis con Art de joven, o cuando veía jugar a Tashi al tenis de joven".
Para O'Connor, el instante en el que Patrick revela a Art que su mujer lo ha engañado es cuando por fin todos se vuelven a encontrar: "Al final, pese a la forma loca de comportarse, Patrick se da cuenta de que tiene a los dos ahí, se olvida de todo el mundo y piensa: 'Sé cómo llevarlo a un lugar que me satisfaga a mí, a él y a ella, vamos a tener eso".
"Es ese 'Mierda', pero después la felicidad", ha añadido O'Connor, antes de desvelar que uno de sus momentos favoritos en Rivales es la sonrisa burlona de su personaje tras el revelador saque: "Pensé: 'Por favor, usad la toma en la que Mike sonríe de vuelta porque si soy solo yo, parezco un psicópata'. Así que sonrío y Art se da cuenta, en plan: 'Estoy furioso, pero, oh, sí".
Guadagnino también se ha referido a esta escena final, afirmando que cierra el círculo tras la secuencia íntima en la que los protagonistas se besan en un hotel. "Están representando durante 13 años la posibilidad de regresar a esa habitación de hotel para volver a encontrar ese momento precioso de deseos crecientes e inocencia", afirma el director: "Y, a la vez, de sentirse cómodos entre ellos como cuando estaban ahí. A lo largo de todo el arco, es lo que intentan conseguir. Y, al final, con la rivalidad en el nivel más alto, el triángulo por fin se sienta en el mismo lugar, pero ahora en la pista".
De ahí que Rivales no desvele quién gana el partido o logra el corazón de Tashi. "Necesitaba levantar este momento visualmente y hacerlo muy inmersivo para que la audiencia entendiera cuánto significa para ellos no ganar al otro, sino reunirse, para todos ellos", explica Guadagnino.
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