¿Qué ha pasado con 'X-Men: Primera generación'?

Tras tanta expectación, la precuela mutante de Marvel no ha podido con 'Piratas del Caribe 4' en las taquillas internacionales. Nuestros expertos opinan: ¿fracaso comercial, o película de culto en ciernes? Por YAGO GARCÍA
¿Qué ha pasado con 'X-Men: Primera generación'?
¿Qué ha pasado con 'X-Men: Primera generación'?
¿Qué ha pasado con 'X-Men: Primera generación'?

Lo sentimos por Matthew Vaughn, pero parece que las predicciones de su colega y rival Brett Ratner se han cumplido. Tras el estreno de X-Men: Primera generación, el director de X-Men: La decisión final posteó diversos datos de taquilla en su twitter, dando a entender con ellos que la precuela mutante de Marvel y Fox no estaba funcionando tan bien como se esperaba. ¿Un golpe bajo? Sí. Y parece que una predicción, también.

Puede que Ratner publicase dichas cifras por despecho (los fans, en general, siguen considerando su película un fracaso creativo), por ganas de mojarle la oreja al británico (que fue uno de los directores considerados para La decisión final) o por meras ganas de alardear, pero los datos están ahí: el filme de Vaughn ‘sólo’ amasó 39 millones de euros en su primer fin de semana en EE UU, mientras que su recaudación internacional acumulada es (según datos de BoxOfficeMojo) de 168 millones de euros (3,96 millones en España, según BoxOffice.es). Cifras muy respetables, pero también lejanas de lo esperable en un blockbuster. Más aún considerando que, en sus primeros tres días, el filme de Ratner se llevó 72 millones de euros, y la tan denostada X-Men Orígenes: Lobezno, 85 millones.

Así las cosas, y sin ánimo de ser agoreros, podemos decir que Primera generación es candidata a sufrir lo que llamaríamos ‘síndrome de Scott Pilgrim contra el mundo: una película que parece proclive a encantar tanto al público especializado como al generalista y que, sin embargo, obtiene resultados taquilleros menos que tibios. Ni las curvas de January Jones ni el magnetismo de Michael Fassbender parecen atenuar esta tendencia. Al igual que con el filme de Edgar Wright (que también nos encantó), hemos consultado a nuestros expertos de referencia para desentrañar el enigma: ¿qué ha pasado con X-Men: Primera generación?

* ¿Será que estamos cansados de mutantes?

Seamos sinceros: la reputación en cine de los mutis está por los suelos. La apreciación de X-Men: La decisión final (más allá de los llantos por el abandono de Bryan Singer) queda al gusto de cada cual, pero no creemos sorprender a nadie si reconocemos que Lobezno era una mala película, pese a su recaudación, al carisma del personaje y a Hugh Jackman. Si la respuesta del público a Primera generación no ha sido entusiasta, puede deberse al miedo del público a pagar su entrada para luego encontrarse con un truño superpoderoso, ¿verdad?

El experto en taquillas y recaudaciones Pau Brunet piensa que sí: “En EEUU quienes no han respondido con interés son los menores de 25 años, ese objetivo que tanto interesa a las majors de cara a que sus blockbusters sean eso, bombas de taquilla”, nos explica. De hecho, prosigue el responsable de BoxOffice.es, la ausencia de ese público clave ha puesto Primera generación en manos de unos fans que, aunque numerosos, no bastan para lograr un superéxito de taquilla. Al resto de espectadores potenciales, señala, “la crítica y el prestigio de la nueva película no les ha llegado, sea por marketing, sea por los medios de comunicación que tampoco reflejan este interés en este tipo de cine”. ¿Por qué motivo? “La mala acogida de Lobezno”.

José Torralba, redactor de la web de cómics Zona negativa, está de acuerdo en este punto. Pese a haber disfrutado mucho de la película, este experto asegura que “el problema ya vino con La decisión final, en la que Brett Ratner dilapidó la credibilidad que aportó Bryan Singer en la primera y, especialmente, en la segunda parte de la franquicia. A eso se le sumó después el lamentable spin-off de Lobezno, versión de gran presupuesto de esas pésimas adaptaciones que la Fox perpetró en su momento (Daredevil, Elektra, Los Cuatro Fantásticos)”. Esos dos factores, unidos a lo que José llama “una campaña promocional francamente desorientada” habrían alienado al público.

Al igual que José, Nacho López también figura en el equipo de una página especializada en superhéroes, Espacio Marvelita. Pero a diferencia de José Torralba y de Pau Brunet, él no las tiene todas consigo con Primera generación. Según nos comenta, el resultado taquillero de la película es una consecuencia del puro agotamiento: “Está claro que a la gallina antes o después se le van a terminar los huevos de oro”, afirma refiriéndose a la franquicia mutante, para después apuntar al marketing. “Al maquillar el producto sin un numero detrás (para que no pareciera ser otra peli más de la saga) puede haber despistado a alguno ajeno al mundillo”, apunta, para después remitirse a una experiencia doméstica: “Cuando mi mujer vio el anuncio, le llamó la atención, aunque con la coletilla de ‘¿otra más?”.

* ¿Será que estamos cansados de superhéroes?

En España, tras lidiar con Piratas del Caribe: En mareas misteriosas, Primera generación se topó en su segundo fin de semana con Insidious, una producción de terror relativamente modesta, que según Pau Brunet, “funciona en un sector de edades muy similar al de X-Men y le ha ganado la partida”. En EE UU, pese a encabezar los rankings durante su primera semana, el filme de Matthew Vaughn ha chocado nada menos que con Super 8 y su monstruo gigante, que la han desbancado del primer puesto. Pese a haber disfrutado mucho de Primera generación (“La única película de superhéroes que abraza la cultura popular y la profundidad sin contradicciones”), el blogger y crítico Pablo Muñoz considera que el proyecto conjunto de J. J. Abrams y Steven Spielberg es “la verdadera bomba de relojería de este verano” y el más directo rival de X-Men: “un proyecto valiente pues no tiene franquicia, juguete o tebeo derivado: es absolutamente original”.

A raíz de lo que nos cuenta Pablo, es bueno recordar que Thor (otra producción con el sello Marvel a la que también se daba por reina de la recaudación) se encontró con una respuesta media, tairando a baja, por parte del público. ¿Está empezando a declinar la moda de las películas de superhéroes? Según Pau Brunet, sí, y eso ya ha empezado a notarse: “Pocas productoras van a estar en la ComicCon de este año, y sólo de cara a estrenos inmediatos”, advierte el analista. Sin embargo, precisa, no conviene echarse las manos a la cabeza: “Más que desconfianza yo creo que hay reflexión”, indica. Y prosigue: “El cine de superhéroes es comercial porque va más allá de los cines, produce juegos y todo tipo de licensing. Pero está claro que hay que valorar si es necesario gastar 150 millones de dólares por película más otros 100 millones en marketing”.

Eso sí, en el caso español, “el cine de superhéroes tradicionalmente no funciona”, apunta Brunet, antes de recordar que “ni siquiera las películas de Batman de Christopher Nolan han funcionado particularmente bien, en relación a otros títulos o países”.

Pablo Muñoz, por su parte, considera que no se trata tanto de los superhéroes, en general como de algunos superhéroes en concreto. Vamos, que no es lo mismo un Batman que un Magneto: “Batman y Spiderman son (y serán) superhéroes muy atractivos para el gran público”, señala. El crítico nos recuerda también que la edad de oro del cine de superhéroes comienza con Iron Man (“Un blockbuster basado en un personaje que nadie conoce”), algo en lo que coincide con José Torralba. Sin embargo, para este último no se trata tanto de la entidad del personaje como de la calidad de la película: “El público no es tonto y el 'boca-oreja', en la era de internet, funciona a velocidad de vértigo”. Nacho López no lo tiene tan claro: “Igual hay que pensar en dejar descansar los comics en el cine durante una temporada”, alega.

Eso sí: los expertos están de acuerdo en que este hartazgo, caso de haberlo, no perjudicará tanto a los X-Men como al siguiente filme Marvel del verano: Capitán América. “Está demasiado ligado a la cultura estadounidense”, dice José Torralba. Y Nacho López prosigue: “Por estos lares estamos cargados de prejuicios, y lo identificamos con la propaganda”. Más vale que Chris Evans haya aprendido a manejar bien el escudo…

* ¿Será por un exceso de promoción?

Durante el medio año anterior al estreno de Primera generación, los medios se han visto inundados por una avalancha de materiales (entre pósters, tráilers, vídeos y otros productos asociados) que proliferaban más que los cuerpos del Hombre Múltiple. ¿Una buena estrategia de marketing? Según Pau Brunet, no: “esto demuestra que el bombardeo promocional no siempre es efectivo”, y menos aún, aduce nuestro experto en taquilla, cuando en él se utilizan argumentos equivocados. “En este caso se buscó querer ser un producto juvenil, descartando otros valores y perdiéndose en un mar de ruido ensordecedor. Incluso con elementos casi ridículos”. Brunet señala la presencia de Álex González, promocionada hasta la nausea en España, como un ejemplo de esto: “Es para felicitar al actor la oportunidad que ha tenido, pero de aquí a que con ese papel se le de tanto relieve, es exagerado”.

“Hace falta más secretismo en el cine de hoy en día”, comenta José Torralba, poniendo como ejemplo a J. J. Abrams y sus herméticos rodajes. Si su colega Nacho López afirma que “al principio tenía curiosidad, luego cansinamiento y, finalmente, lo dejé pasar”, este experto en cómics señala tres puntos débiles en la estrategia promocional de Primera generación. El primero, los tráilers exageradamente largos y detallados (“Parece que llegas a la sala con la película ya vista”). El segundo, el exceso de hincapié en las escenas más espectaculares. Y, finalmente (“para rematar la jugada”, dice José), “el hecho de que estamos ante una precuela y uno sabe exactamente cómo tienen que acabar las cosas”. De esta manera, resume el crítico de cómics, “no hay lugar para la sorpresa”.

* ¿Será que hay muchos guiños? ¿O que hay demasiado pocos?

En su crítica de Primera generación para Espacio marvelita, Nacho López jugó a ponerse en la piel de un “friki comiquero intransigente” para analizar el filme. Huelga decir que, desde este punto de vista, la película no salía precisamente bien parada. Porque, bien por las limitaciones del formato, bien en pro del atractivo comercial, Matthew Vaughn ha jugado más que ningún otro director con la historia en viñetas de los X-Men, desplazando personajes en el tiempo y jugando con los hechos registrados desde que Stan Lee y Jack Kirby crearon a los personajes en 1963. ¿Puede haber creado esto un ‘boca oreja’ negativo entre los Marvel zombies más radicales?

El propio Nacho, reconociendo que su punto de vista en la crítica fue jocoso, afirma que “eso es algo muy normal en los lectores de tebeyos, que nunca están satisfechos con lo que ven en la gran pantalla”. José Torralba es más duro en su argumentación: “Como diría Eli Wallach en El bueno, el feo y el malo, en este mundo hay dos clases de fandom: el que cree que una buena adaptación consiste en una mera fotocopia y el que cree que consiste en una buena película”. Pero esto crea otro punto de debate: ¿habrá dejado fuera de juego Primera generación a aquellos lectores que sólo conocen a sus personajes –y no a la mayoría- a través de las películas, y no de las viñetas?

Según José, rotundamente no: “He visto la película dos veces ya: una acompañado de connoisseurs y otra acompañado por amigos neófitos atraídos por las buenas referencias”, explica, “y en ambos casos la película les ha encantado”. Según comenta el redactor de Zona negativa, la ventaja temática de Primera generación consiste en algo que, anteriormente, hemos considerado como un talón de Aquiles: su cariz mutante. “La gran ventaja de los mutantes es que hablan de temas universales: racismo, apartheid, conflictividad social”, señala. Y aduce una razón diferente para un posible problema: la falta de conocimientos históricos de su público más joven. “Sinceramente, y viendo el nivel de la muchachada de hoy en día, me preocupa más que se pierdan con los guiños a [el ‘cazador de nazis’ Simon] Wiesenthal, el espíritu Bond o el contexto de la Guerra Fría que con los guiños que puedan hacerse a los cómics”, remacha.

¿Será que es una película de culto?

No nos llamemos a engaño: todos nuestros consultados coinciden en que Primera generación es una buena película. Desde Pau Brunet, que la considera “el filme de superhéroes más filogay de la historia”, hasta un Pablo Muñoz que alaba “las magnéticas interpretaciones de James McAvoy y Michael Fassbender”, pasando por un José Torralba que confiesa contar con un banderín de enganche en su estética sixties, como fan de James Bond que es, los expertos de CINEMANÍA sentencian que la película de Matthew Vaughn merece la pena. El problema, apuntan, es buscar en ella resultados inmediatos sin esperar a lo que se anuncia como una carrera de largo recorrido.

“A la gente le ha gustado, su mantenimiento es solido y es más que probable que en dvd, Internet y TV, recupere un público que se sorprenderá”, señala Pau Brunet. El responsable de BoxOffice.es nos sorprende a nosotros apuntando un paralelismo con la saga Fast and Furious: “La tercera fue un desastre, la cuarta remontó y la quinta ha sido un boom impresionante”.Tras descubrir que Vin Diesel y el Profesor-X tienen más puntos en común que la calvicie, José Torralba nos recuerda que estamos hablando de un “patinazo relativo”, en términos financieros: “quiero creer que el ‘boca oreja’ acabará haciéndola rentable”, concluye.

Finalmente, Pablo Muñoz aporta el elemento que faltaba: la capacidad para atraer a múltiples tipos de público. “El hecho de que sea un blockbuster influenciado por los cómics clásicos de la saga, el cine de espías, el relanzamiento abramsiano de Star Trek y Mad Men a la vez le aseguran un futuro entre los seguidores más heterodoxos”, señala. Y apunta: “Será un clásico de culto, seguramente”.

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