Por qué 'Valor de ley' no debería ganar el Oscar

Ya lo hemos dicho dos veces, y lo repetiremos muchas más: los Oscar no llueven a gusto de todos. Por ello, y sin ánimo de hacer sangre, en CINEMANÍA dedicamos los días que faltan hasta la gala del 27 de febrero recordando los aspectos 'no tan buenos' de los diez filmes que aspiran a Mejor Película. Habiendo destronado a El discurso del rey, y tras subir al ring para hacer frente a The Fighter y sus rasgos más cuestionables, hoy empuñamos nuestros rifles Winchester y nos calzamos sombreros de ala ancha para darle su merecido a Valor de ley.

La persecución será dura y difícil: al mando de este filme se encuentran los legendarios bandidos Joel y Ethan Coen, el forajido de leyenda Jeff Bridges, un Matt Damon más peligroso que nunca y la joven pistolera Haylee Steinfield. Pero un buen cazador de recompensas no conoce la piedad, así que nos lanzamos a por ellos. Y recuerda, si Valor de ley te entusiasma y crees que nuestros denuestos no tienen razón, tranquilo: aquí va a haber plomo para todos...

1 .- "¡Estos no son mis Coen, que me los han cambiao!"

Durante muchos años (desde 1984, fecha de su debut Sangre fácil), Joel y Ethan fueron modelos de independencia y buen hacer al margen de la industria: apenas trabajaban con estrellas, aupaban a sus actores (como Frances McDormand) a la fama internacional, hacían cameos en la serie Doctor en Alaska y se movían con presupuestos ínfimos. Pero su colaboración con George Clooney en O Brother! les ha abierto las puertas de los grandes estudios, limando de paso algunos de sus rasgos más afilados. Si vas a ver Valor de ley buscando su legendaria crueldad, su fijación por la estupidez humana y su humor grotesco, puede que te topes con una versión descafeinada de tus antiguos héroes.

2 .- Muchas estrellas para tan poco cielo

Vale, estamos de acuerdo en que Jeff Bridges y los Coen se debían otra juerga juntos tras habernos hecho reír con El gran Lebowski. Así mismo, Josh Brolin es un viejo conocido de los genios de Minessota (No es país para viejos) y Matt Damon llega a la fiesta sobrado de credibilidad indie tras trabajar con Steven Soderbergh. Pero... ¿No te huele a chamusquina tanto nombre conocido en una película de los hermanos? ¿No será Valor de ley un caramelito pensado para atraer a la Academia a fuerza de presentar rostros famosos? Parece que estos forajidos nos la quieren dar con queso, así que sugerimos a la Academia que les deje con un palmo de narices.

3 .- John Wayne exige respeto

Un poco de historia: Valor de ley está basada en una novela de Charles Portis, autor del que los Coen se consideran fanfatales... Pero ellos no son los primeros en abordar esta historia: Henry Hathaway, ilustre artesano, filmó una versión del libro en 1969 gracias a la cual John Wayne obtuvo su único Oscar al Mejor Actor. ¿Han reconocido Joel y Ethan su deuda con esta predecesora? Todo lo contrario: los hermanos afirman que su película no es un remake, sino una versión directa del original, que el filme de Hathaway no les gusta un pimiento y que no se sienten para nada influídos por el western clásico. Dado que es poco probable que el espectro de 'El Duque' les dé su merecido, pensamos que la Academia haría bien dándoles una cura de humildad en forma de ausencia en el palmarés.

4 .- Un poco de seriedad, por favor

Aunque sus detractores son legión, Un tipo serio (2009) ha quedado entre los fans de los Coen como un hito en su carrera, por maligna, por certera y por judía. ¿Cuántas nominaciones obtuvo esta pequeña obra maestra? Sólo dos: Mejor Película y Mejor Director. ¿Cuántas estatuillas se llevó? Cero patatero. Así las cosas, un filme como Valor de ley (divertido, sí, pero a años luz de aquel trabajo) debería ser medido por el mismo rasero. Y si eso incluye el dejarle sin Oscar, pues qué se le va a hacer...

5 .- Jeff se repite (como el ajo)

Sí, es cierto: ver a 'El Nota' (o 'El Notarino', o 'Su Notísima', o...) vestido de marshall con parche en el ojo, jurando en arameo con una voz más ronca que Paco Rabal, emociona. Pero olvidemos las glorias del pasado y asumamos los hechos: aunque persiga a los bandidos como si se hubiesen hecho pis en su alfombra, Bridges ganó un Oscar en 2010 gracias a un papel que no era para tanto (Un corazón rebelde), y este nuevo trabajo parece un intento de arañar galardones a costa de repetir el mismo registro de anciano bolingas pero simpático. Dado que Colin Firth, quien a decir de muchos se merecía un trofeo por Un hombre soltero, figura también entre los candidatos de este año, creemos que la balanza debería inclinarse a favor de El discurso del rey. Si, El discurso del rey. ¿Pasa algo, forasteros?