Por qué 'Inside Out (Divertida-mente)' es lo más apetecible de Pixar en años

2014 es la primera vez en los últimos ocho años sin una película nueva de Pixar en cartel. Retrasos en la producción de The Good Dinosaur nos han dejado sin catar ese curioso cuento jurásico hasta finales del año que viene, lo que ha movido la intrigante Inside Out, prevista para verano de 2015, al puesto de próximo estreno Pixar. Y no podría haber mejor noticia, pues son varios los motivos para pensar que Inside Out —por favor, que alguien me diga que lo de titularla en España Divertida-mente es mentira— puede ser lo mejor que el estudio de Toy Story y Up nos ha ofrecido en el último lustro. ¿Cuáles, si salvo la imagen de arriba apenas sabemos nada más sobre el filme? Pues los siguientes.

La idea argumental

Si algo nos gustaba de Pixar era su capacidad por devolver al cine de animación familiar una facilidad para la sorpresa con historias imaginativas y alta capacidad de asombro. ¿Qué pasaría si los juguetes cobraran vida cuando nadie los ve? ¿Tienen los monstruos del armario de los niños toda una estructura social e industrial detrás? ¿Puede una rata convertirse en el mejor chef del mundo? ¿Y si el planeta estuviera habitado por coches y medios de locomoción con ojos y boc...? Ehem. Creo que queda claro. Pues Inside Out recupera ese espíritu desde su idea de partida: una película protagonizada por las emociones de una niña de 11 años llamada Riley. Esta es la sinopsis que acaba de hacerse pública:

Crecer puede ser un camino difícil y no es diferente para Riley, quien siente arrebatada su vida anterior cuando su padre comienza un nuevo trabajo en San Francisco. Como todos nosotros, Riley se guía por sus emociones: Alegría, Miedo, Ira, Enfado y Tristeza. Las emociones viven en el Cuartel General, el centro de control de la mente de Riley, donde ayudan a asesorarla a lo largo de su vida cotidiana. Con Riley y sus emociones esforzándose por adaptarse a una nueva vida en San Francisco, la confusión crece en el Cuartel General. Aunque Alegría, la emoción principal y más importante de Riley, intenta mantener una actitud positiva, las emociones chocan al decidir la mejor manera de desenvolverse en una nueva ciudad, casa y escuela.

La creación de un universo nuevo

Como ocurriera con Toy Story y Monstruos S.A., lo primero que implica el argumento de Inside Out es el diseño y desarrollo de un universo completo y novedoso donde encuadrar las aventuras de los personajes. Y se trata nada menos que del cerebro humano, con unos protagonistas tan conceptuales e inasibles como las propias emociones. Si el grado de abstracción conseguido durante la primera parte de Wall·E ya fue digno de elogio en su día, nos gustaría pensar que aquí podemos estar ante un acontecimiento de mayor importancia y riesgo todavía. Sea cual sea el resultado, lo sugerente que resulta el reto creativo ya es enorme.

Dirige Pete Docter

No es una figura tan reconocible como John Lasseter, no es tuitero como Lee Unkrich ni tiene detrás un fandom tan entregado como Brad Bird, pero Docter es decididamente mi cineasta favorito de los Pixar Boys. En el núcleo duro desde el principio, guionista de Toy Story y Wall·E, sólo hay que mirar sus anteriores créditos en la dirección para convencernos de que es el mejor narrador de la casa: Monstruos S.A. y Up. Una buddy movie y comedia laboral sobre la cooperación entre seres inéditos y la mayor catarata de emociones del cine animado occidental reciente en un cortometraje-dentro-de-la-película que sigue humedeciendo lagrimales en cada revisión. Con esos antecedentes tenemos todo lo necesario para hacer de Inside Out algo memorable. 

El reparto es maravilloso

En versión original, claro está. Donde cada emoción de Riley está interpretada —y moldeada— por grandísimas figuras de la comedia actual. Amy Poehler es Alegría, Bill Hader es Miedo, Lewis Black es Ira, Mindy Kaling es Enfado y Phyllis Smith es Tristeza. Un simple show de stand-up comedy con este repartazo ya sería un acontecimiento apasionante, así que ver cómo dotan de personalidad a unos seres que simbolizan las emociones es un lienzo en blanco que puede dar mucho de sí.

No es secuela, precuela ni reutilización

Brave ha sido el único oasis de originalidad en los últimos cinco años del estudio, dominados por el recurso desesperado a materiales de éxito pasado: Toy Story 3, Cars 2, Monstruos University... Hay ganas de volver a pisar terreno desconocido antes de la avalancha de futuras secuelas que se han anunciado. Quién sabe. Si Inside Out se convierte en un éxito de taquilla, puede que en Pixar se den cuenta de que el riesgo y la originalidad también tienen recompensa. O quizás pongan en marcha la producción de Inside Out 2.

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