Esta infame película danesa lleva el mal rollo a otro nivel: ¿se atreverá el remake con James McAvoy a dejar tan mal cuerpo?

Blumhouse prepara su propia versión de 'Speak No Evil' con el director de 'Eden Lake'.
Fotograma de la película 'Speak No Evil'
Fotograma de la película 'Speak No Evil'
Cinemanía
Fotograma de la película 'Speak No Evil'

El cine de terror se nutre del desasosiego, el mal rollo y el susto traicionero. El talento de cada cineasta para narrar y construir imágenes determinará la calidad del impacto y durabilidad de la experiencia en cada ocasión, ya que los rudimentos del género son lo bastante sólidos como para resultar eficaces por sí mismos; por eso es tan fácil hacer terror barato y la exploitation una de las bellas artes.

Otra historia son películas como Speak No Evil, del danés Christian Tafdrup. El actor, guionista y director sacudió los festivales especializados del año pasado con este thriller psicológico del que ahora la avispada Blumhouse se dispone a producir un remake exprés (tiene previsto estrenarse el año que viene) en lengua inglesa con James McAvoy de protagonista y James Watkins (Eden Lake, La mujer de negro) en la silla de dirección.

La noticia ha sido recibida con cierto pasmo por todo aquel que ha visto la Speak No Evil original. ¿De verdad una producción de Blumhouse, mucho más orientada al cine comercial, se va a atrever a alcanzar las cotas de mal rollo y crispación desagradable que busca la película danesa? La duda es razonable. El filme de Tafdrup no sigue los códigos del terror recreativo, sino que opta por el sufrimiento gratuito.

De qué va 'Speak No Evil': final explicado

Speak No Evil está protagonizada por una familia danesa formada por Bjørn (Morten Burian), Louise (Sidsel Siem Koch) y su hija Agnes que, mientras veranean en la Toscana, conocen a una pareja holandesa, Patrick (Fedja van Huêt) y Karin (Karina Smulders), que también están allí con su hijo Abel. Unas semanas después de ese breve contacto, los primeros reciben la invitación de ir a visitar a los segundos a su caserío en los Países Bajos.

Cuando llegan allí, la relación entre ambas parejas empieza a enturbiarse de manera creciente por el comportamiento agresivo y poco educado de los anfitriones hasta sobrepasar cualquier límite de incomodidad. Es a partir de aquí cuando el tono inicial de farsa social y de costumbres a lo Ruben Östlund que había practicado la película gira hacia el terror psicológico y acaba buscando su reflejo en la crueldad de Funny Games, de Michael Haneke, aunque sin una pizca de su pericia narrativa.

----- SPOILERS COMPLETOS de 'SPEAK NO EVIL' a partir de aquí -----

Lo que Tafdrup escenifica en Speak No Evil es una suerte de cuento moralista contra la inacción. Cuando las ofensas de la otra familia comienzan a salirse de madre, en vez de quejarse o confrontarlos, los protagonistas deciden marcharse a escondidas. Solo que, en mitad de la huida, vuelven para recuperar el conejo de peluche de su hija que habían dejado olvidado.

Una decisión terrible que acabará en su desgracia y se siente tan forzada como el rebobinado de la mencionada Funny Games, solo que aquí el director no está exhibiendo su poder de demiurgo sino simplemente usándolo de forma torticera. Al volver a la guarida del lobo, se revelan las cartas de la pareja holandesa: se dedican a embaucar a otras parejas de vacaciones para asesinarlas y quedarse con sus hijos, a quienes cortan la lengua y utilizan como cebo para engañar a futuras víctimas.

Comienza así un festival de la crueldad y la inoperancia en el que las víctimas son incapaces de enfrentarse ni apenas revolverse contra sus captores. Bjørn descubre en un cobertizo pruebas de que Patrick y Karin llevan tiempo siguiendo esta misma pauta y que Abel no es su hijo, si no el de la anterior pareja que aniquilaron, lo cual explica el comportamiento abusivo que demostraban contra el pequeño, incapaz de hablar para alertar a los protagonistas de las intenciones de quienes se hacían pasar por sus padres.

De hecho, Bjørn encuentra el cuerpo ya sin vida de Abel flotando en la piscina y, sin avisar a su propia familia, inicia una nueva huida en coche con ellas. Ni siquiera cuando el vehículo se queda parado en la carretera y sabe que Patrick los está persiguiendo les hace saber el auténtico peligro que corren. Las deja en el coche para ir a buscar ayuda, pero Patrick llega antes y las engaña: ya están perdidos. También hace acto de aparición un cómplice de la pareja malvada, Muhajid, que le corta la lengua a la pequeña Agnes con unas tijeras.

Para terminar, Patrick y Karin llevan a Bjørn y Louise hasta una cantera aislada donde les piden que se desnuden por completo y, una vez desnudos, humillados y traumatizados, proceden a lapidarlos hasta la muerte. Instantes antes, Bjørn pregunta a Patrick por qué les hacen esto, a lo que él responde: "Porque me lo permites". Así es como Tafdrup, el director, remata la analogía con la permisividad ante los abusos de poder o incluso el resurgir de la ultraderecha en las sociedades democráticas de una forma tan contundente (y basta) como una pedrada.

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