El pasado miércoles falleció en su casa de Surfside, Florida, la actriz británica Pamela Salem. Tenía 80 años, y su fallecimiento fue confirmado por la productora Big Finish, con la que había trabajado en varias ocasiones. David Richardson, productor vinculado al sello, expresó sus condolencias: “Cada vez que había una grabación de Big Finish para ella, volaba desde Miami por sus propios medios, sin alboroto ni fanfarria, y aparecía en el estudio armada con las sonrisas más cálidas, los abrazos más grandes y, a menudo, regalos”. Nacida en Bombay durante los años 40, su papel más conocido fue el de Moneypenny.
Exacto, la secretaria de M en las películas de James Bond. Salem, eso sí, interpretó al personaje en una película independiente, considerada no oficial al estar ausente Eon Productions en su desarrollo. Hablamos de Nunca digas nunca jamás, que en 1983 fue la despedida definitiva de Sean Connery del personaje (narrando la misma historia que él ya había protagonizado en Operación Trueno). Salem conoció a Connery en su debut a la pantalla, El primer gran asalto al tren, de 1978. Connery fue entonces quien le recomendó para el papel de la señorita Moneypenny, que hasta entonces había sido inmortalizada por Lois Maxwell. Salem siempre aseguró haber tenido una gran relación con Maxwell.
Luego de Nunca digas nunca jamás la actriz nunca volvió a participar en una película de 007, labrándose un estupendo currículum fundamentalmente en televisión. A finales de los 70 ya había puesto al personaje de Xoanon en Doctor Who, interpretando posteriormente a otros dos personajes (la piloto Lish Toos y la profesora Rachel Jensen) en sendos episodios de 1977 y 1988. Lo curioso es que ambos personajes dejaron la impronta suficiente como para reaparecer en dos ficciones radiofónicas derivadas, donde Salem podría ponerles voz: fue en los programas The Robots y Counter Measures.
Salem también interpretó a la hechicera Belor en otra serie británica, Dentro del laberinto, y al personaje recurrente de Joanne Francis en Gente de barrio. A posteriori desempeñó más papeles pequeños en series del estilo Todas las criaturas grandes y pequeñas y El ala oeste de la casa blanca, además de volver al cine para Dioses y monstruos: en esta película dirigida por Bill Condon en 1998 interpretaba a la madre de James Whale, el director de Frankenstein que aquí aparecía con el rostro de Ian McKellen.
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