Los nazis del queso matan a Pedro y Heidi busca venganza: la delirante 'Mad Heidi' divierte

Alice Lucy, la Heidi que lidera la rebelión contra los nazis en 'Mad Heidi'
Alice Lucy, la Heidi que lidera la rebelión contra los nazis en 'Mad Heidi'
(ConUnPack)
Alice Lucy, la Heidi que lidera la rebelión contra los nazis en 'Mad Heidi'

Heidi, la vida libre en los Alpes, el abuelito, Pedro, Clara, el perro Niebla, las ovejas, las cabras… La historia, presente en el imaginario colectivo por la obra de Johanna Spyri y sobre todo por el anime de los 70, es motivo de subversión para el juego cómico en Mad Heidi, delirante modulación del clásico en la que la protagonista, aquí una joven, se levanta contra un régimen fascista. Una dictadura de evidentes resonancias nazis con la particularidad de que el control social se ejerce mediante el queso, ya que el líder ostenta el monopolio y el suyo es el único que se puede y debe comer. El alimento les obsesiona y rige su ideario y sus planes de dominación.

Con estos elementos, la parodia del relato infantil se construye sobre la del sentimiento patriota suizo y algunos de los símbolos/tópicos del país. El espíritu de la película, su adscripción al cine de explotación de fórmulas y cruces descabellados, se manifiesta en el término swissplotation lucido con orgullo de modo introductorio, que además da nombre a la productora.

No se trata de una de esas propuestas cutres que buscan seducir enfatizando su bajísimo nivel y su loca ridiculez, sino que esta serie B, cuidada dentro de sus cánones, busca divertir y generar complicidad desde la entrega a su premisa. De ahí que, con acierto, para su exhibición en salas se haya apostado por los pases especiales y la experiencia compartida. El factor del público afín conecta, como recuerda el filme tras la mención a la swissplotation, con la circunstancia de que fue posible gracias al crowdfunding y a las aportaciones de los fans.

El comandante Knorr, uno de los villanos de 'Mad Heidi'
El comandante Knorr, uno de los villanos de 'Mad Heidi'
(ConUnPack)

La propuesta, dirigida por Johannes Hartmann con la ayuda de Sandro Klopfstein, comienza con una imagen indicativa de la burla aplicada. La primera imagen muestra a Heidi y a Pedro desnudos sobre la paja después de retozar y pasarlo bien. Aquí el cabrero es de raza negra y tiene un negocio oculto, ya que trafica con el queso de cabra que produce. Un motivo por el que el comandante Knorr, uno de los villanos, le vuela la cabeza (literalmente), asesinato que activa y transforma a Heidi al llevarla por el camino de la venganza.

Más detalles: el régimen no persigue y elimina a los judíos, sino a los intolerantes a la lactosa, y sus planes pasan por, aparte de acabar con Francia y su brie, diseñar un queso ultrasuizo y crear supersoldados (atención al resultado zombi). Y entre otros aspectos, el entrañable abuelo ermitaño, tuerto, fue miembro de la resistencia, y Heidi conoce a su amiga Clara en la prisión que lleva la dura institutriz Rottenmeier, en este caso llamada Rottweiler.

Casper Van Dien, un führer del queso en 'Mad Heidi'
Casper Van Dien, un führer del queso en 'Mad Heidi'
(ConUnPack)

El cauce depara simpatía y como lúdico extra regala frases solemnes enfocadas a la carcajada. No obstante, dentro de la complicidad que se instala, al tramo central de Mad Heidi, cuando la chica está en el correccional, le falta algo de chispa. El tratamiento decae un poco, como se refleja en lo repetitivo que resulta lo relacionado con el presidente Meili interpretado por Casper Van Dien. Sí, el actor neerlandés de la sátira bélica Starship Troopers que también hizo de Tarzán, iba para rostro conocido y en los 2000 cayó en el olvido. Su registro sobreactuado encaja con el tono promovido pero el problema reside en que la descripción caricaturesca daba para más.

La narración se repone a raíz de que Heidi, después de escapar, recibe la ayuda de Helvética, la figura fantástica en representación de la esencia del patriotismo suizo, y de sus monjas luchadoras. El pasaje escenifica el clásico proceso de entrenamiento, plasmado mirando claramente a Kill Bill a modo de guiño.

Con Heidi convertida en guerrera (y, por supuesto, más sexualizada) y con la actriz Alice Lucy todavía más entregada al papel, el desmadre vuelve a lo sugerente y la película ofrece de paso más momentos gore. El cierre, con Clara desatada en silla de ruedas, deja abierta la puerta a la segunda parte… si los fans quieren. Estaría bien.

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