El loquísimo momento de 'Megalópolis' que dificultará su estreno como la concibió Coppola

El pasado 15 de mayo el Festival de Cannes tuvo una de las veladas más memorables de su larga historia cinéfila. Fue cuando Francis Ford Coppola proyectó por primera vez Megalópolis: una película que llevaba intentando hacer cuarenta años, y que para que viera finalmente la luz requirió la venta de gran parte del patrimonio vinícola del director de El padrino. Megalópolis ha costado la friolera de 120 millones de dólares, y todos puestos del bolsillo de Coppola. En su reparto encontramos a Adam Driver secundado por Nathalie Emmanuel, Giancarlo Esposito, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf o Dustin Hoffman.

Un elenco de campanillas al servicio de una ambiciosa película de ciencia ficción, cuyas primeras reacciones apuntaban a que iba a ser una catástrofe comercial. Dejando de lado los rumores, así como la posibilidad de que su rodaje haya sido igualmente desastroso y problemático, desde luego encaja con la recepción que tuvo la película ante la crítica internacional. Coppola y su equipo recibieron una ovación de siete minutos según concluyó la proyección, pero parecía más un gesto hacia el hecho de que fuera la primera película que el cineasta dirigía en 13 años (tras Twixt), antes que una muestra de entusiasmo generalizado.

Lo cierto es que la recepción ha sido tremendamente mixta, y da la razón a las dudas de productores y distribuidores sobre cómo vender Megalópolis. Así pasa que en EE.UU. el film todavía no tiene confirmada distribución, aunque sí en otros territorios como Francia y España. En nuestro país se encargará Tripictures (con una fecha por especificar) y en el país vecino Le Pacte. Ambas empresas se arriesgarán a llevar Megalópolis a los cines con el temor de que en efecto el público le dé la espalda, y con una dificultad añadida de la que nos enteramos poco después de que la película se viera en Cannes.

Drogas, improvisación y besos no consensuados: el errático comportamiento de Coppola durante el rodaje de 'Megalópolis'

Resulta que Coppola, siempre rompedor, ha dispuesto que una escena de su película necesite la participación de la platea. Y eso es justo lo que ocurrió en el pase de Cannes: un actor se levantó entre el público y empezó a mantener un diálogo con el personaje de Driver desde la gran pantalla. Un gesto experimental que, además de original y simpático, también es tremendamente difícil de replicar a nivel generalizado. No parece posible que se haga en todas las sesiones que se organicen de Megalópolis a lo largo del mundo.

¿O… lo es? Deadline se ha puesto en contacto con Le Pacte para hablar sobre esta ruptura de la cuarta pared. Jean Labadie, jefe de la distribuidora, ha asegurado que harán todo lo posible para que Megalópolis se proyecte en cines franceses con esta performance incorporada. Labadie asume, por otra parte, que será imposible hacerlo en todas las salas. “Sin duda haremos muchas actuaciones de este tipo”.

“Pero con cuatro proyecciones diarias en muchas salas, no será fácil poder hacerlo en cada proyección. Lo organizaremos, pero no podemos predecir cuántas veces podremos hacerlo. Trabajaremos en ello con todos los exhibidores de Francia para intentar hacerlo tantas veces como podamos”. Tripictures, por su parte, no ha aclarado qué hará, pero por la parte de Le Pacte lidian con una dificultad añadida si quieren proyectar la película exactamente según los designios de Coppola. Esto es, que Megalópolis está desarrollada para pantallas IMAX.

“En Francia solo tenemos 22 salas IMAX, pero estamos ansiosos por proyectar la creación de Francis Ford Coppola tal y como la concibió. Cómo lo haremos no es tan fácil de decir”, concluye Labadie. Así que va a ser difícil, pero desde luego intenciones hay de que Megalópolis pueda verse por todo lo alto más allá de Cannes. 

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