
Poco después de lucir muy orgulloso un pin del Time's Up durante la alfombra roja de los Globos de Oro en el año 2018, empezaron a tomar forma las primeras acusaciones de abuso sexual contra James Franco. Una de ellas impulsada por Sarah Tither-Kaplan, que vía Los Angeles Times acusó al director de The Disaster Artist de promover "una cultura de explotación de mujeres anónimas", a lo que Franco se limitó a contestar que "si he hecho algo mal, lo arreglaré", mientras su abogado remarcaba la "imprecisión" de estos cargos.
Dos años después tenemos detalles de esta "cultura", y son realmente perturbadores. Según recoge The Hollywood Reporter, a las acusaciones que Franco recibió se han unido las acciones legales emprendidas por Toni Gaal y la propia Tither-Kaplan este jueves. Ambas fueron alumnas del actor en la escuela de interpretación Rabbit Bandini Productions, y además de acusar a Franco y a la propia escuela, también denuncian el papel del copropietario Vince Jolivette y del director general Jay Davis en estos abusos.
Según Tither-Kaplan y Gaal, la escuela a la que asistieron era "una institución fraudulenta para evadir las regulaciones de California de pay for play y atraer a los estudiantes con falsas promesas y oportunidades de trabajo en las producciones de Franco". En dicho centro asistieron a "una sucesión constante de mujeres jóvenes objetificadas y explotadas", de la que ambas acabaron formando parte a través de unas clases avanzadas que ofrecía el mismo Franco desde su productora Studio 8.
Una de estas clases recibía el nombre de Master Class: Sex Scenes, impartida personalmente por el actor. En ella, según la acusación, Franco organizaba el rodaje de una orgía, y acababa quitando el protector de las vulvas de las participantes mientras simulaba tener sexo oral con estas. También se enfurecía si alguna mujer se negaba a quedarse en top less, y las presionaba para que firmaran unas cláusulas de desnudo bastante poco fiables.
Las acusaciones de Tither-Kaplan y Gaal se unen a otras de similar cariz lanzadas durante el pasado 2018, siendo ya más de cinco las mujeres que aseguran haber sufrido abusos sexuales a manos de James Franco.
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