"Hollywood puede chuparme la polla", dice la directora de 'Wayne's World'

Pese a haber rodado comedias multimillonarias, Penelope Spheeris no tiene ninguna gana de volver a los estudios (y le sobran razones).
"Hollywood puede chuparme la polla", dice la directora de 'Wayne's World'
"Hollywood puede chuparme la polla", dice la directora de 'Wayne's World'
"Hollywood puede chuparme la polla", dice la directora de 'Wayne's World'

Ha dirigido tres de los documentales más importantes sobre el mundillo del rock (la trilogía The Decline of Western Civilization) y una de las comedias definitivas de los 90, Wayne's World. Pero pese a todo ello, la directora Penelope Spheeris no suele aparecer en los inventarios de mejores cineastas de su generación, en parte por su carácter insobornable... y en parte porque ser mujer la puso en una situación de desventaja con respecto a sus compañeros varones. En una entrevista con AV Film, Spheeris ha hablado sobre su retirada voluntaria del cine, y sobre todo el mamoneo que tuvo que tragar en Hollywood.

¿Cuál fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Spheeris? "Trabajar con los hermanos Weinstein", sentencia. Según la cineasta, películas como Experimento chiflado Una pandilla de pillos fueron trabajos puramente alimenticios ("Si eres una mujer en la industria del cine, no puedes darte el lujo de elegir") que le hicieron colisionar frontalmente con Harvey Weinstein y su hermano Bob: "Ese fue el momento en el que pensé '¿Cómo coño he llegado hasta aquí? ¿Qué estoy haciendo?".

Y, como Experimento chiflado funcionó mal en las salas, Spheeris se adentra en otro campo espinoso: a las directoras, señala, se les perdonan mucho menos los fracasos de taquilla ("Si eres una mujer y ruedas una película que va mal en taquilla, estás acabada: te mandan a la cárcel de las directoras") y las crisis de relaciones públicas. "Oliver Stone se estampó en su coche, lo arrestaron porque iba drogado y después rodó Alejandro Magno. Pero nosotras no podemos hacer eso".

Y, tras haber aguantado los malos modales de los Weinstein ("Llegado un momento, le dije a Bob: 'Esto no funciona'. Y él me respondió: 'Este es mi puto dinero y me lo voy a gastar como me dé la puta gana'. ¿Cómo rebates eso?"), decidió mandar a la porra a Hollywood, un entorno que, según ella, ha ido a peor con el tiempo. "En Hollywood no tienes amigos. Es un desierto muy solitario, especialmente si eres una mujer", explica. Y, aunque sus comedias recaudaron millones y su carrera como documentalista siempre ha contado con el apoyo de la crítica, sus ganas de volver a los platós son nulas: "¿Qué iba a hacer ahora? ¿Pasarme un año trabajando en una peli y cobrar 50.000 dólares? ¡Pueden chuparme la polla!", exclama. Y apunta: "Eso es una cita. Puedes imprimirlo". 

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