Fueron a por Oscar y salieron trasquilados: 10 estrellas que no supieron conquistar a la Academia

De la Nicole Kidman de 'Australia' al Robert Downey Jr. de 'El solista', estos casos demuestran que hacer una película 'caza-Oscar' puede ser la peor fórmula para conseguir una estatuilla. 
Nicole Kidman en 'Australia' y Will Smith en 'Siete almas'.
Nicole Kidman en 'Australia' y Will Smith en 'Siete almas'.
Cinemanía
Nicole Kidman en 'Australia' y Will Smith en 'Siete almas'.

A estas alturas, todos tenemos calada a la Academia de Hollywood cuando se trata de repartir premios. El gusto de la institución por las estatuillas coyunturales, su alergia a las comedias y su querencia por los biopics, las recreaciones históricas y los dramas 'de interés humano' son bien conocidos, sobre todo cuando se trata de adjudicar las categorías dramáticas. 

Así, 'gracias' a esta inercia, la cartelera se llena todos los años con el subgénero que los anglosajones llaman 'Oscar bait': "carnaza para los Oscar". Se trata de películas moldeadas al gusto de los académicos, concebidas en la mayoría de los casos al servicio de una estrella que, no contenta con nadar en millones, también quiere una estatuilla dorada en la repisa. 

La verdad es que podríamos dedicar párrafos y párrafos a explicar cómo funcionan estas cosas, pero Robert Downey Jr. ya nos dejó el trabajo hecho en esta mítica escena…

En algunos casos, la estratagema funciona que no veas: pregúntale a Tom Hanks si se arrepiente de haberle dado el sí a Philadelphia, sin ir más lejos. En otros, la cosa se queda a medio gas, y el actor o la actriz de turno puede dar las gracias si pesca una nominación. En los más extremos, para colmo, la cosa sale por la culata: en lugar de con un trofeo dorado y una subida en su caché, la estrella acaba cargando con un bodrio que manchará su filmografía para los restos. 

Como nosotros somos más malos que un tertuliano de Sálvame en ayunas, esos últimos ejemplos son los que nos interesan. Estos son nuestros casos favoritos de iconos de la pantalla que fueron a por su Oscar, y salieron trasquilados. 

Nicole Kidman y 'Australia' (2008)

Nicole Kidman en 'Australia'.
Nicole Kidman en 'Australia'.
Cinemanía

10 años después de que Titanic se lo llevara muerto resucitando el melodrama de gran espectáculo, Nicole y su paisano Baz Luhrmann quisieron repetir la jugada. Tenían los millones, tenían un guion de mucha épica y mucho llorar, tenían a un Hugh Jackman deseoso de que olvidáramos sus garras de adamántium… pero nada de eso valió para que esta epopeya ranchera fuese más allá de una candidatura al Mejor diseño de vestuario. 

Leonardo DiCaprio y 'J. Edgar' (2011)

Leonardo DiCaprio en 'J. Edgar'.
Leonardo DiCaprio en 'J. Edgar'.
Cinemanía

Durante la pasada década, el empeño de 'Leo' por llevarse el Oscar a casa fue una pura monomanía. Como punto álgido de esta fase queda este filme en el que, a las órdenes de Clint Eastwood, interpretó al fundador del FBI, ese señor cuyo respeto a los derechos humanos iba en proporción inversa a su afición por el travestismo, incluyendo el obligatorio envejecimiento a base de maquillaje. ¿Cómo le salió? Pues con decir que ni le nominaron…

Robert Downey Jr. y 'El solista' (2009)

Robert Downey Jr. en 'El solista'.
Robert Downey Jr. en 'El solista'.
Cinemanía

"Si Joe Wright consiguió que la Academia nominara a Keira Knightley, hacerme ganar el Oscar le parecerá hasta fácil": eso debió de pensar un Downey recién salido del pozo cuando fichó por este drama (basado en un caso real, of course) en el que Jamie Foxx le daba la réplica como músico indigente. Sin embargo, la trayectoria de El solista en la temporada de premios fue tirando a nula, y los Oscar pasaron de ella olímpicamente. 

Naomi Watts y 'Diana' (2013)

Naomi Watts en 'Diana'.
Naomi Watts en 'Diana'.
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Es bien sabido que la Academia pierde el oremus por un biopic, y, cuanto más trágico, mejor. Así pues, el haber interpretado a Lady Di debió de haberle puesto el Oscar en bandeja a Naomi Watts… salvo por el detalle de que Diana acabó resultando un truño más grande que el castillo de Windsor. La actriz (que no se hacía ilusiones respecto a la calidad del filme) tuvo que aguantar la afrenta de ser nominada a un 'Razzie' como Peor actriz. 

Ewan McGregor y 'Pastoral americana' (2016)

Ewan McGregor en 'Pastoral americana'.
Ewan McGregor en 'Pastoral americana'.
Cinemanía

Las adaptaciones literarias de alto copete son otro clásico del 'Oscar bait', y McGregor se lo jugó todo a esa carta en su primer largo como director, que también protagonizó. Por desgracia, todas las puertas que debería haberle abierto el nombre del escritor Philip Roth se las cerró el hecho de que Pastoral americana es, no un desastre, pero sí una cinta desoladoramente mediocre. Lo cual, bien mirado, puede ser hasta peor. 

Hilary Swank y 'Amelia' (2009)

Hilary Swank en 'Amelia'.
Hilary Swank en 'Amelia'.
Cinemanía

El caso de Hilary Swank es especialmente doloroso: pese a haber ganado dos estatuillas (por Boys Don't Cry y Million Dollar Baby), su carrera siempre ha sido tirando a floja. Este biopic de la aviadora Amelia Earhart pudo haber elevado su perfil, pero acabó haciéndolo caer en barrena, algo debido, en buena parte, al hecho de que el filme no tardó en ganarse una merecida reputación como somnífero para ovejas. 

Jim Carrey y 'The Majestic' (2001)

Jim Carrey en 'The Majestic'.
Jim Carrey en 'The Majestic'.
Cinemanía

Tras ignorar su trabajo en dos peliculones como ¡Olvídate de mí! y El show de Truman, la Academia tenía una deuda con Jim Carrey. Y el canadiense acudió a cobrársela acompañado tras la cámara por Frank Darabont (Cadena perpetua) mediante esta historia sobre un guionista de cine amnésico durante la 'Caza de Brujas'. Pero, calidad aparte, The Majestic reunía una cantidad tal de lugares comunes asociados al 'Oscar bait' que la Academia decidió pasar de ella.  

Will Smith y 'Siete almas' (2008)

Will Smith en 'Siete almas'.
Will Smith en 'Siete almas'.
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Un año después de obtener su segunda nominación al Oscar por En busca de la felicidad, Will Smith volvió a apostar a lo grande mediante una carta que no podía fallarle: la del dramón. Una vez más, los hados del cine se mostraron caprichosos: te aseguramos que el hecho de que Siete almas no te suene para nada (salvo si tuviste la mala suerte de verla en el cine o en casa) no es en absoluto casual. 

Eddie Murphy y 'Mr. Church' (2016)

Eddie Murphy en 'Mr. Church'.
Eddie Murphy en 'Mr. Church'.
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Parece mentira: siendo perro viejo en este negocio, y con lo buen actor que puede ser cuando le da la gana (ahí está Yo soy Dolemite para demostrarlo), Eddie Murphy decidió cortejar a los Oscar mediante la fórmula 'Paseando a Miss Daisy', interpretando a un cocinero afroamericano que cambia para siempre la vida de una familia blanca. El resultado: otra de esas películas que, nacidas para los más altos destinos, acabaron quedando en nada. 

Steve Carell y 'Bienvenidos a Marwen' (2018)

Steve Carell en 'Bienvenidos a Marwen'.
Steve Carell en 'Bienvenidos a Marwen'.
Cinemanía

Enunciemos dos hechos ciertos: el primero, que Steve Carell es uno de nuestros comediantes favoritos; el segundo, que cada vez que Robert Zemeckis anuncia uno de esos proyectos suyos combinando acción real y CGI hiperrealista, sube el pan. ¿Adivinas qué director fue el responsable de este drama con dioramas, basado en un caso real? Efectivamente… y la trayectoria del filme fue la que te estás imaginando. 

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