Elizabeth Hurley confiesa que fue una "pesadilla" trabajar con Matthew Perry en 'Colgado de Sara'

Elizabeth Hurley y Matthew Perry en 'Colgado de Sara'

En 2002, el cineasta Reginald Hudlin situaba a Elizabeth Hurley y Matthew Perry en los papeles protagonistas de Colgado de Sara, una comedia que resultó una verdadera "pesadilla" para la actriz británica. 20 años después de su estreno, Hurley ha hablado sobre su trabajo con Perry, en una de las peores épocas del actor de Friends.

La publicación de las memorias de Matthew Perry, Amigos, amantes y aquello tan terrible, ha llegado rodeada de polémica por las palabras que el actor vierte sobre sus problemas personales. Hablando del momento más álgido de sus adicciones al alcohol y las drogas, Perry menciona cómo la producción del filme de Hudlin tuvo que pausarse para que pudiera acudir a rehabilitación.

Su compañera de reparto, Hurley, mantuvo la compostura en todo momento, pero, como confiesa ahora ella misma, fue muy complicado trabajar con Perry antes de que recibiera ayuda. Sin embargo, no duda en calificar al intérprete como una "persona encantadora".

Un rodaje paralizado y una Elizabeth Hurley enfadadísima

"Aunque tengo muy buenos recuerdos de él, siendo honesta, fue una pesadilla trabajar con él en ese momento y- como ahora se sabe-, pararon nuestra película debido a su adicción", revela Elizabeth Hurley a Yahoo Entertainment. "Estábamos en una situación de fuerza mayor y tuvimos que sentarnos en casa a esperar, jugando con nuestros pulgares durante un tiempo".

La realidad es que Hurley y el cineasta terminaron muy "enfadados" con Perry durante el rodaje, como recoge Perry en su libro. Durante las grabaciones de este filme, Perry compaginaba este trabajo con Friends, mientras consumía Xanax, Metadona y un litro de vodka cada día. Esto obligó a que internara durante dos meses en un centro de desintoxicación privado, tras lo cual regresó al set y tuvo que regrabar la voz de todos sus escenas.

"Fue un poco difícil, pero regresó y estuvo fabuloso", rememora ahora Hurley, quien confiesa que solo ha leído algunos fragmentos de su libro. "Obviamente estaba pasando por un momento difícil, pero aún así fue muy simpático y una persona encantadora con la que trabajar, pero se podía ver que estaba sufriendo".

Las palabras de Hurley se suman a todos aquellos que compartieron set de rodaje con Perry durante sus peores años. Una serie de adicciones que provocaron que arrastrara durante décadas miedos e inseguridades, así como problemas físicos, que muchos relacionaron incluso con el paro cardíaco que sufrió y provocó que se quedara fuera del filme No mires arriba (Adam McKay, 2021).