[Crónica Cannes 2012] Con 'Amour' desde Cannes

Paciencia, paciencia y paciencia. Es lo que hace falta en Cannes. Dos días después de mi aterrizaje en La Croisette, con sus reglas ya tatuadas en mi antebrazo, sigo aún adaptándome al festival de cine más grande e importante del mundo. Ahora, por fin, entiendo por qué se repetía tanto esta frase/topicazo. No son las distancias lo que agotan (por suerte yo estoy cerca del Palais), sino la enorme cantidad de gente acreditada que te obliga a hacer una hora de cola para poder ver una película o llegar media hora antes a los pases de las 8.30 de la mañana para sentarte en lo alto del balcón. Pero una vez que te has hecho a la idea de todo esto, incluso cuando aguantas una hora bajo la lluvia para ver lo último de Kiarostami, todo va bien. Y empiezas a disfrutar del gran cine que se ve aquí. Porque de aquí saldrá todo el cine que veremos este año. Películas que espero no retrasen mucho su estreno en España como Amour, de Haneke (en España la distribuirá Golem) o The Hunt (La caza), de Thomas Vinterberg. Lo mejor del Festival hasta ahora y no lo digo sólo yo, que llevo pocos días aquí.

Con Amour, Michael Haneke, ha mostrado su cara más tierna posible… por si creíamos que eso era imposible. Unos impresionantes Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva (cualquiera de los dos debería llevarse la Palma) protagonizan una  historia de amor en los albores de la muerte. Su vida en paz como profesores jubilados de piano, en su tranquilo y elegante apartamento de París, se ve sacudida de repente por una embolia/infarto cerebral que le da a ella y le paraliza la mitad derecha del cuerpo. Desde el primer momento, él toma la decisión de realizar su último acto de amor, cuidarla con extrema dedicación y paciencia hasta el último aliento. La enfermedad y la muerte con dignidad. Sin hablar de médicos ni máquinas, sólo por el amor. Así debería ser… y en la cotidianidad de esa nueva vida va apareciendo el Haneke más descarnado, los pañales, los gritos, la afasia, la frustración de la enferma y el enfermero… Una maravilla dolorosa que dejaba el ánimo por los suelos para un horrible día lluvioso en Cannes.

Un ánimo difícil de levantar con la cara b de Celebration que también presentaba ayer Thomas Vinterberg, The Hunt. El danés, ya liberado del manifiesto Dogma 95, cuenta la historia de un cariñoso profesor y padre que ve cómo su vida se viene abajo cuando una niña pequeña la acusa falsamente de abusos sexuales. El pánico que se desata en el colegio y entre sus amigos ante un acto así les lleva al odio sin pensar en reflexionar ni un momento si esto que dijo la niña podía ser mentira. El profesor es Mads Mikkelsen, ese dios nórdico de la interpretación, que competirá muy dignamente con Trintignant por la Palma de Oro.

Pero no todo siempre es tan bueno… ayer también vimos la última versión de Drácula en 3D. Dirigida por Dario Argento, producida y coescrita por Enrique Cerezo, y protagonizada por Asia Argento, Marta Gastini, Unax Ugalde, Miriam Giovanelli y Rutger Hauer, como Van Helsing, fue el momento más freak e insoportable de la jornada. Fue la primera y hasta ahora única huida en masa de los periodistas en la sala que he visto… Pero es que en Cannes no se puede perder el tiempo. Hay muchas colas que hacer.