'Criando ratas', el regreso del cine quinqui

Cinco mil euros, cinco años de rodaje y un protagonista que ha pasado por la cárcel. Carlos Salado dirige un filme neoquinqui 'de guerrilla'.
'Criando ratas', el regreso del cine quinqui
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'Criando ratas', el regreso del cine quinqui

Un joven greñudo con camiseta de tirantes roja revuelve los cajones de una habitación con desesperación. Necesita dinero para saldar una deuda con un peligroso narcotraficante de su barrio, y, de paso, comprar algo de droga. Poco le importa en ese momento si está robando las joyas y los ahorros de su propia madre. Carlos Salado actualiza en su ópera prima, Criando ratas, el género quinqui de los años 70 y 80, ahora rebautizado como neoquinqui, que nacía con Eloy de la Iglesia (El Pico, Navajeros) o José Antonio de la Loma (Perros callejeros, Yo, el Vaquilla) como criticar el sistema reinante durante la Transición. En Criando ratas, vuelven los barrios marginales, la delincuencia y el mundo de las drogas y el trapicheo.

"La idea surgió en la Escuela de Cine. En aquel momento estaba enamorado de un cine hiperrealista, un cine quinqui que estaba latente, aunque no se hubiera hecho en 30 años, y al final rodé la película que deseaba ver", recuerda el director. Así se lo contó a su amigo, Rubén Ferrández, productor del filme, que no dudó ni un segundo en involucrarse en este proyecto, y no porque fuera consumidor del cine quinqui, sin porque "era fan de Carlos": "Sabía que él era el futuro del cine, y quise arrimar mi hombro. Además, me he dedicado a la comunicación social, y la película que Carlos quería contar hablaba de una realidad que a mí me tocaba de cerca".

Aquí, a falta del Vaquilla o el Torete, tenemos al Cristo (Ramón Guerrero), delincuente juvenil de la periferia de Alicante que, bajo los efectos de las drogas, realiza todo tipo de fechorías para conseguir dinero. Mientras, en ese mismo barrio, seguimos a tres jóvenes que comienzan su descenso a ese mismo infierno en el que (sobre)vive el protagonista.

'Criando ratas', el regreso del cine quinqui

"Como artista, no considero el arte una herramienta de entretenimiento, sino un instrumento para hacer sentir, para conmover, para remover conciencias", asegura el director. "Soy fanático de Eloy de la Iglesia, y la gran referencia de Criando ratas ha sido el cine quinqui, pero hay una gran influencia del cine Dogma, el Neorrealismo italiano y la Nouvelle vague", añade, refriéndose al realismo que desprende el filme. "Lo que hemos tratado de hacer es crear un documento sociológico que invite a la reflexión, pero sin posicionarnos ni juzgar", afirma el productor.

Fiel a su intención de hacer de esta película casi un documental, Salado recorrió las zonas de la periferia de Alicante (Colonia Requena, Mil Viviendas o Virgen del Remedio), y allí encontró a sus "actores" no profesionales, personas que habían crecido entre el narcotráfico, la droga y la cárcel. "Son chavales que ya conocían este mundo de la delincuencia de primera mano, y tocados por esa varita del talento, el carisma y la motivación. Hemos dado rienda suelta a la improvisación, sobre todo en los diálogos, porque el fin de esta película era alcanzar la máxima credibilidad", cuenta el cineasta.

Con un reparto de 120 personas y 80 localizaciones, esta película "de guerrilla", como la define el propio director, se financió a través de crowdfunding. "En 2011 rodamos un teaser y lo lanzamos en Internet. Creamos un portal online, donde pusimos un número de cuenta para que todo aquel que creyera en el proyecto arrimara el hombro", cuenta el productor.

'Criando ratas', el regreso del cine quinqui

Sin embargo, los 5.000 euros que consiguieron sumar los invirtieron en dos cámaras y el micrófono. "Es una película colaborativa. Trasladamos nuestro entusiasmo a primos, hermanos y amigos que nos dejaban los coches de gama alta o el almacén para rodar. Yo he hecho la banda sonora en mi estudio", cuenta Salado, y explica que "son rodajes en los que el plan A nunca sale; siempre sale el C, el D o el Z. Es decir, que el actor no llegue y tengas que ir a buscarlo a su casa, que te hayan prometido un coche y aparezca una moto, o que tengas que cambiar de localización porque un bar ha cerrado".

Además de la falta de financiación, los habituales cacheos policiales y los planes Z, Ramón Guerrero, encargado de interpretar al protagonista, ingresó 10 meses en prisión en 2011. "Ramón era el epicentro de la historia, todos los domingos durante su año en prisión me comunicaba con él", recuerda el director. Tuvieron que reescribir el guión para incluir más personajes y aprovecharon la estancia en prisión de Guerrero para rodar las secuencias en las que él no salía.

"Cuando le concedieron el primer permiso carcelario de cuatro días , se vino a rodar. Para Ramón, la película fue una motivación tremenda; entró en la cárcel fumando y con 60 kilos, y salió con 15 kilos más, sin fumar ni un cigarro. Él ha estado tan enamorado como Rubén y como yo de Criando ratas", asegura Salado, que nunca se planteó cambiar de actor.

'Criando ratas', el regreso del cine quinqui

Y de rodaje de guerrilla, a distribución de guerrilla. La película se puede disfrutar en su integridad en YouTube, donde lleva ya cerca de 700.000 reproducciones. "Desde el primer momento sabíamos que su distribución debía ser libre y gratuita porque tenía que llegar a todo el mundo. Hay películas que están hechas para festivales, otras para generar taquilla, otras para DVD, y la nuestra está para otro canal, que será el medio del futuro", afirma Ferrández.

"Es más difícil que una película de 2 millones de euros que busca el retorno económico pueda permitirse el lujo de ser regalada. Los nuevos creadores podemos crear bandas sonoras en un Home Studio, o hacer cine con cámaras digitales de 5.000 euros. YouTube es una manera de entrar en la industria. Tenemos que aprovechar todas estas nuevas oportunidades que antes no tenían los cineastas para crear y para difundir", añade el director.

Mañana a las 19:00h tendrá lugar un afterwork organizado por CINEMANÍA y El Paracaidista, en el que se proyectará Criando ratas, y los asistentes podrán disfrutar de un coloquio con el director y el productor del filme. Con motivo del afterwork, sorteamos una entrada doble para ver la película. Sólo tienes que escribir un correo a cinemaniacos@cinemania.es con el asunto “Criando ratas”, indicándonos tu nombre y contestando con cinefilia a la pregunta "¿Cuál es tu película quinqui favorita?".

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