Con la verborrea de uno y los pitidos impertinentes del otro, cualquiera diría que C3PO y R2-D2 no son los personajes de Star Wars más adecuados para una campaña de relaciones públicas. Sin embargo, en 1979 ambos trabajaron en una iniciativa pro-vacunación infantil del gobierno de EE UU.
Dos años después del estreno del Episodio IV, y con las noticias sobre El Imperio contraataca manteniendo a los fans en ascuas, el ecuador de los 70 y los 80 fue el periodo de máxima popularidad de la saga galáctica. Así pues, es normal que la administración de Jimmy Carter quisiera contar con algunas de sus estrellas (las que fueran) para fomentar su iniciativa sanitaria.
Según la documentación disponible, Lucasfilm no participó en esta campaña directamente: el póster que puedes ver arriba fue el resultado de un acuerdo entre el Departamento de Salud estadounidense y Fox.
Los testimonios warsies de rigor aseguran que el cartel se volvió omnipresente en hospitales y consultorios médicos de la superpotencia. Y, aunque el resultado fue bastante soso, hay que reconocer que clavaron el tono de sus protagonistas. No resulta difícil imaginarse a 'Trespeó' declamando "Padres de la Tierra, ¿estáis seguros de que vuestros hijos están inmunizados?" con su tonillo pedante de siempre.
También llama la atención el uso de "Que la Fuerza os acompañe", una frase que para entonces había entrado en el habla popular con la potencia de un destructor imperial. Los blips y blops de R2-D2, eso sí, nos los tenemos que imaginar.
Dado que hoy el mundo se enfrenta a la necesidad de una vacunación masiva, ¿qué nuevos héroes de Star Wars se prestarían a ella? ¿Una Rey en actitud de "si no te vacunas te doy un palo que te avío"? ¿Tal vez Kylo Ren? ¿O mejor el anciano Luke Skywalker hablando desde la voz de la experiencia? Dejémoslo en que el consejo del droide de protocolo y su colega astromecánico sigue siendo tan necesario hoy como entonces.
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