¿Y si un X-Wing hubiera corrido en las míticas carreras de Montecarlo en los años 30? De acuerdo, es imposible: su lugar lo habría ocupado un landspeeder o un podracer; si es que hacían la vista gorda por entonces, por aquello de que los pilotan aliens o niños. El artista Russell Walks, fan confeso de la saga, ya se había fijado en el universo de Star Wars en anteriores ocasiones, pasando por otros filtros estéticos estas películas y sus personajes. Esta vez ha cogido algunos de los vehículos emblemáticos de la trilogía original y los ha reimaginado inspirándose en aquellos carteles art-decó de colgaban en las paredes en las décadas de los 20, 30 y bien entrados 40. Los resultados, como podéis comprobar a continuación, son espectactulares.
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