[REC] 4: Apocalipsis

Balagueró profundiza en los recovecos de su más preciada criatura. De rabiosa actualidad
[REC] 4: Apocalipsis
[REC] 4: Apocalipsis
[REC] 4: Apocalipsis

Lo peor que le podría pasar a [REC] es que todo fuera [REC]. Me asaltó el temor tras ver esta [REC] 4: Apocalipsis a través de la cual se prolonga el éxito (merecido) de la saga pero también se aguan sus hallazgos más genuinos. No se me entienda mal, el artefacto parido por Balagueró y Paco Plaza sigue engrasado y funcionando, contiene no pocos motivos de regocijo. Es, de entrada, un continuado y cada vez más virtuoso engranaje de perfección técnica y visual. Sin fisuras ni traspiés, cada nueva entrega supone un homenaje al ritmo, un trepidante brindis por la pura artesanía del relato desbocado, por la pasión narrativa y, lo más importante, por las esencias más preciosas del buen cine de género conservadas en un sabroso tarro franquicia. Por decirlo claro: me extrañaría que a lo largo del tiempo en que se desee mantener la saga, se pergeñase una mala entrega de la misma. No creo que sus papás lo permitieran.

Ahora bien, [REC] 4 contiene también elementos que permiten hacer la lectura contenida en la primera frase de esta crítica. La línea argumental del filme contiene piezas de continuidad con los tres eslabones pretéritos (el edificio donde todo nació, la superviviente de la boda de [REC] 3, la semilla del mal, el vídeo misterioso...) que enraízan sólidamente su tronco creativo, su sabia discursiva, y la inmunizan contra el peligro de la dispersión y el capricho. Debe tenerse en cuenta también que no todo debería valer para eternizar [REC]  a través de fórmulas prefabricadas tipo “[REC] en un barco” o, fabulo, “[REC] en el Parlament de Catalunya”. Exagero hasta lo paródico para recalcar que, por lo menos para quien firma, la gracia del asunto es su personalidad pequeña y claustrofóbica, su presunta pequeñez a modo de virus apestoso que mata porque sí. A ratos, [REC] 4: Apocalipsis recuerda demasiado a productos mainstream de recuerdo no especialmente distinguido: Cámara oscura o Cargo, por ejemplo. Por suerte, su ADN es, éste sí, a prueba de virus. Apetece reencontrarse con la simpática afición de sus creadores por esos secundarios roba-escenas de inspiradísimo trazo. En este caso el rey del cotarro es Ismael Fritschi, pletórico de naturalidad e inyectado de desparpajo. Su estupendo personaje es el paradigma de los valores de la saga, la autenticidad innegociable de un cine no envasado al vacío ni fotocopiable ni confundible con la venta de churros. Vale la pena advertir sobre ello, por más que se le pueda tachar a uno de alarmista.

Valoración:

FICHA TÉCNICA

  • Director:

    jaume balaguero

  • Género:

    Thriller, Terror

  • País:

    España

  • Sinopsis:

    La acción comienza en el momento en que Ángela Vidal, la única superviviente de la terrible infección es evacuada del edificio. Cuando por fin la situación parece estar controlada, el caos vuelve a desatarse y la semilla del mal renace adoptando nuevas y terribles formas.

  • REPARTO: Críspulo Cabezas, Ismael Fritschi, Héctor Colomé, Paco Manzanedo, Manuela Velasco

  • GUIÓN: jaume balaguero, Manu Diez

  • VEREDICTO: Menos inspirada que su predecesora pero bien provista de músculo narrativo.

  • RESUMEN: Balagueró profundiza en los recovecos de su más preciada criatura. De rabiosa actualidad

  • DURACIÓN: 96

  • EDAD RECOMENDADA: na

  • DISTRIBUIDORA: Filmax

  • ESTRENO: 31/10/2014

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