Los niños no juegan con muñecas, le dice un siempre ceñudo Justin Timberlake, interpretando al Palmer del título a Sam, el hijo de la vecina drogadicta (pocas escenas pero potentes de Juno Temple). Palmer y Sam no pueden ser más distintos. Palmer fue quarterback en el instituto, un tipo duro… hasta que todo se torció y acabó en la cárcel, 12 años. La película arranca cuando vuelve a su pueblo sureño, uno como tantos otros, a vivir con su abuela, una estricta pero encantadora y beata señora (como siempre June Squibb), quien cuida de Sam cuando su madre se marcha sin decir adónde ni cuánto tiempo.
A Sam le gusta jugar con muñecas y el Club de Princesas voladoras de Penélope. Sam no se cuestiona ni género, ni sexo. Es así. La unión de esos dos personajes, su mutuo entendimiento, no preguntarse por qué son diferentes si quieren serlo es la metáfora perfecta (y emotiva) para la América de hoy rasgada, dividida, llena de odio. Las dos Américas compartiendo un té de muñecas con el dedo meñique bien levantado. Fisher Stevens, más conocido por su carrera como actor y como director de documentales, sorprende con este drama social que sigue todas las reglas del indie de bajo presupuesto a pesar de tener una estrella como Justin Timberlake, pero Stevens lo intenta rodar con una mirada más documentalista, menos llorosa, a veces lo consigue y, al final, la pareja protagonista lo hace todo por él
FICHA TÉCNICA
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Director:
Fisher Stevens
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Género:
Drama
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País:
Estados Unidos
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Sinopsis:
Después de 12 años en prisión, el exjugador de fútbol Palmer regresa a casa para rehacer su vida. En esta readaptación, entablará una amistad con el hijo de la vecina drogadicta.
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REPARTO: Justin Timberlake, Juno Temple, Alisha Wainwright, June Squibb, Dean Winters
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GUION: Cheryl Guerriero
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DURACIÓN: 110 min.
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VEREDICTO: A Justin Timberlake le sienta bien el drama social indie.
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DISTRIBUIDORA: Apple TV+
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ESTRENO: 29/01/2021
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